lunes, 1 de abril de 2013

CHATEANDO CON EL SEÑOR


CHATEANDO CON EL SEÑOR

¡Hola Señor! Sé que estás ahí, pues te he visto siempre en línea y hoy quiero chatear contigo.
Sé que a veces te dejo sin admisión, otras veces me pongo no disponible y casi siempre ausente para ti, pero yo sé que tú siempre estás ahí conectado, con tu nombre en mayúsculas: JESÚS.


Sabes, Señor, sé que conoces mis angustias, todos mis problemas y... ¡cómo no me vas a conocer si tú me creaste, si en tu pensamiento nací, no hay cosa oculta para ti! Es por eso que reconozco que he sido una tonta al querer pasar desapercibida delante de tí. ¡Perdóname Señor!

Hoy quiero chatear contigo, Señor. Quiero escribirte que te quiero, que eres mi mejor amigo, darte los buenos días, cantarte una canción, extrañarte cuando no puedo verte, mandarte smileys que te hagan reír, escribirte mails y quizá contarte algo gracioso.   
Sé que tú me aceptas así, tal cual soy, sé que tú me amas antes de que yo te amara.

Ahora que me das de tu tiempo y puedo estar conectada contigo, quiero darte las GRACIAS por la vida que me diste, por la familia con la que me has bendecido, por mi trabajo, por el hombre que está a mi lado, por las penas de las alegrías y aún por las alegrías de las penas... Por todo, GRACIAS SEÑOR.

Tengo que seguir trabajando, Señor.  Pero a partir de hoy, siempre te tendré en línea y antes que a nadie te daré los buenos días. Y al irme te diré, te veo en el camino o en casa, porque sé que Tú estás en todos lados.

Fue muy bonito poder chatear contigo, pues todas tus respuestas llevan amor, llevan misercordia y la compasión de un Padre está siempre con su hija.

Bueno SEÑOR, te dejo trabajar, sé que también lo haces aquí, estaré para lo que se te ofrezca. 
Sé que a veces pides cosas que me cuestan, pero jamás me pedirías cosas que no me ayuden.
Y si me llamas y no contesto, mándame un zumbido para poder saber que eres Tú.

Tú eres el Amor más grande de mi corazón y de mi alma, 
Eres quien me levanta y quien me acompaña en el camino de estos momentos llamados vida ...

Una cosita, Señor: Déjame que te pida por todos los amigos maravillosos que he encontrado por este medio. Sé que Tú los has puesto en mi camino, en mi PC y me llena de felicidad encontrarlos cada día, aquí conmigo. Bendícelos y consérvamelos como amigos míos y tuyos.
Amén.

EL PAÑUELO DE LA VIRGEN MARÍA


EL PAÑUELO DE LA VIRGEN MARÍA 

Arrodillada frente a la cruz esta mujer a quien llamaban María, una y mil veces me pasaba por su rostro helado, pálido, casi blanco. Yo absorbía sus lágrimas que, primero lentamente y luego como una cascada, vertían sus ojos. No pude con mi genio. Con sutileza, aproveché el viento que comenzaba a correr suavemente y me solté de la mano de esta mujer tan angustiada. 

Caí al suelo para ver si lograba entender lo que ocurría y vi el rostro del que llamaba Hijo... sí el de la cruz... ¡no, no! Esto no es para mí ¿qué cosas habrá hecho este reo para merecer tanto castigo? Mucho he visto en mi vida, pero jamás un rostro que no parecía rostro. No comprendo cómo esta mujer decía que era su Hijo. ¿Cómo lo reconoció? ¿Estaría segura que era éste? Porque se podría decir que el madero que lo sostenía y Él eran uno solo. ¿Cómo puede una madre soportar tanta crueldad?

No me importó que me estrujara entre sus manos, que me mordiera hasta sacarme un trozo de tela. Más que pena y rabia, ella sentía un profundo dolor. 

Sus amigos sostenían su cuerpo frágil,  la consolaban, la miraban, pero no había palabras que pudieran calmarla.

Jamás olvidaré sus ojos que, a pesar del llanto, destilaban tanto amor.

Sólo soy un pañuelo, un retazo de tela que ella misma bordó, lavado muchas veces y secado a la sombra o a pleno sol. Quisiera ayudar a esta madre tierna que tiene en sus brazos a su Hijo, que dicen es Dios.

Aún estoy en sus manos, pero no me estruja mientras llora en silencio. Ya no siento su dolor, estoy más tranquilo, diría que me siento en paz. Es que ahora sus manos me deslizan suavemente sobre el rostro inerte del que llaman... el Señor.

¿Qué pasa? Estoy suavemente perfumado, siento calma apoyado sobre este rostro y en cada caricia que doy, descubro que el que acaricia no soy yo...

Soy un pañuelo bendito por las manos de una madre y de su Hijo el Señor... ¡No! No me laven por favor. Llevo el perfume de Cristo y el llanto de María, quiero quedarme en sus manos para poder llorar yo... 

PAPA FRANCISCO - BIOGRAFIA


Su Santidad FranciscoPAPA FRANCISCO

El sucesor de Benedicto XVI se mostró al mundo a las 20:25 h. del miércoles 13 de marzo de 2013, desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro: Cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, de 76 años.
 
Desde ese día, el Trono de San Pedro está ocupado por un Papa del continente americano. Es el primer Papa argentino, el primer Papa hispanoamericano y el primer jesuíta. Y, ante todo, es el Papa Francisco. Nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, se dedicó durante largos años a la docencia y estuvo en el año 1971 en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
 
En su primera aparición pública, el Pontífice elevó una oración por su antecesor, Benedicto XVI. Curiosamente, fue Bergoglio el principal rival de Ratzinger en el Cónclave de 2005. Sin embargo, el argentino decidió retirarse en favor del alemán y pidió "casi con lágrimas" a sus simpatizantes que se abstuvieran de elegirlo.
 
El flamante Pontífice obtuvo los 77 votos exigidos de los 115 cardenales reunidos en Cónclave en la quinta votación. En el Cónclave de 2005, Joseph Ratzinger logró la mayoría necesaria en la cuarta votación, apenas una hora y media antes que su sucesor.
 
Momentos antes de aparecer ante los miles de fieles que se concentraban en la Plaza de San Pedro, el cardenal francés Jean-Louis Tauran fue el encargado, en calidad de decano protodiácono, de pronunciar la famosa frase 'Habemus Papam' y de presentar al mundo al nuevo Pontífice.
 
La noticia de que se ponía fin a la Sede Vacante se dio a conocer exactamente a las 19.07 horas de Roma, el 13-3-2013, cuando la chimenea de la Capilla Sixtina emitió una intensa humareda blanca.

¡¡Felicidades a todo el pueblo argentino, ya que de esta tierra procede Su Santidad Francisco!! 

BIOGRAFÍA
Papa Francisco
Jorge Mario Bergoglio, S.I., el Papa Francisco, nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, hijo de un matrimonio italiano formado por Mario, empleado ferroviario, y Regina, ama de casa. Se graduó en Ciencias Químicas en Buenos Aires, pero optó después por los estudios eclesiásticos y el 11 de marzo de 1958 ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús.
 
Estudió Humanidades en Chile y en 1963, de regreso en la capital argentina, obtuvo la licenciatura en Filosofía en la Facultad de Filosofía del Colegio San José de San Miguel. Ejerció como profesor de Literatura y Psicología entre los años 1964 y 1965 en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966, en el Colegio de El Salvador de Buenos Aires. Entre 1967 y 1970 estudió Teología en la Facultad de Teología del Colegio san José, en San Miguel, donde se licenció.

El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.
 
El 22 de abril de 1973 hizo los votos perpetuos en la Compañía de Jesús, orden en la que ocupó diversas responsabilidades como la de maestro de novicios, profesor en la Facultad de Teología, consultor de la Provincia y rector del Colegio Máximo.

En el curso 1970-71, superó la tercera probación en Alcalá de Henares (España) y el 22 de abril hizo la profesión perpetua.  
Fue maestro de novicios en Villa Barilari, en San Miguel (1972-1973), profesor de la Facultad de Teología, Consultor de la Provincia y Rector del Colegio Massimo. El 31 de julio de 1973 fue elegido Provincial de Argentina, cargo que ejerció durante seis años. 
 
Entre 1980 y 1986, fue rector del Colegio Massimo y de la Facultad de Filosofía y Teología de la misma casa y párroco de la parroquia del Patriarca San José, en la diócesis de San Miguel. 

En marzo de 1986, se trasladó a Alemania para concluir su tesis doctoral, y sus superiores lo destinaron al colegio de El Salvador, y después a la iglesia de la Compañía de Jesús, en la ciudad de Cordoba, como director espiritual y confesor. 

El 20 de mayo de 1992 fue designado por Juan Pablo II obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio de 1992 recibió la ordenación episcopal en la catedral de Buenos Aires de manos del Cardenal Antonio Quarracino, del Nuncio Apostólico Monseñor Ubaldo Calabresi y del obispo de Mercedes-Luján, monseñor Emilio Ogñénovich. El 13 de junio de 1997 fue nombrado arzobispo coadjutor de Buenos Aires.
 
El 28 de febrero de 1998, Bergoglio se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires, y Primado de Argentina, puesto en el que sustituyó al fallecido Antonio Quarracino. Bergoglio llegó como el primer sacerdote de la Compañía de Jesús que ocupaba la titularidad de la principal sede de Argentina.
 
El 21 de febrero de 2001 fue creado cardenal en el octavo consistorio convocado por Juan Pablo II y recibió la birreta roja y el título de San Roberto Belarmino.
 
Jorge Mario Bergoglio
Jorge Mario Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante 6 años (electo por primera vez en la Asamblea Plenaria de noviembre de 2003). No pudiendo por reglamento ser elegido una tercera vez, el 8/11/2011 fue electo el arzobispo José María Arancedo.

Como miembro de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, formó parte de la Comisión Permanente en representación de la Provincia Eclesiástica de Buenos Aires, integrando además las comisiones episcopales de Educación Católica y de Pastoral Social.
 
Es Gran Canciller de la Universidad Católica de Argentina y en la Santa Sede forma parte de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos y de la Congregación para el Clero.

Goza de buena salud. Sin embargo, sólo tiene un pulmón desde que era joven.

Su preocupación por los pobres ha sido una constante en su vida. Todos los Jueves Santos acudía a lavar los pies a los más enfermos de entre los enfermos de Buenos Aires, como puede verse en la imagen.
Es muy devoto de San José y de Santa Teresita de Lisieux
El Papa ha adoptado el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís. 
La Misa de inicio de pontificado tuvo lugar el 19 de marzo de 2013 a las 9:30 h. de Roma. A ella asistió, por primera vez desde el año 1054, el Patriarca de Constantinopla y otros líderes religiosos. Asistieron delegaciones procedentes de 132 países del mundo. 


ANÉCDOTAS
Alessandro Forlani es un periodista italiano ciego que ha tenido la suerte de poder saludar personalmente al Papa Francisco, durante el encuentro que el recién elegido Pontífice ha mantenido este sábado con la prensa. De entre los 6.000 profesionales de la información congregados en el Aula Pablo VI, Forlani ha sido uno de los elegidos para estrechar la mano del Papa. Pero el joven no iba solo. Le acompañaba su perro guía, Asia, al que el Pontífice no ha dudado en bendecir también.
 
Papa Francisco bendice a un perro
«Quería haber pensado qué decirle, pero llegado el momento no era capaz de decirle nada», ha confesado Forlani después a varios medios. Según ha relatado, el Papa le preguntó cómo se llamaba y a qué se dedicaba. Después, el periodista italiano le pidió una «bendición especial» para su hija y su mujer. «El Papa pensó en mi perro y dijo: "y una también para el perro", se inclinó y lo acarició», ha asegurado.

Los testigos coinciden en que Jorge Bergoglio es un hombre sencillo y cordial. Sus recorridos por la ciudad, sus viajes en subte (metro), ser ferviente seguidor del equipo de fútbol San Lorenzo y la sobriedad con la que vive hacen que sea una persona muy cercana.

El periodista Luis Moreiro relató varios detalles sobre la boda de su hija Emilia, que el cardenal Bergoglio ofició a petición del novio, Gastón, que le conoce desde hace años. La ceremonia sería en La Plata, a unos 60 km de la residencia del arzobispo en la ciudad de Buenos Aires. Cuando, unos días antes le llamaron para preguntarle a qué hora habían de mandarle un auto para llevarlo a la iglesia, el cardenal respondió: “¿Auto? No, yo voy en el tren del Roca”. Solo aceptó que le fueran a buscar a la estación de destino, pues temía perderse.


Al terminar la boda, le invitaron a que saliera junto con los novios. “No quiso –cuenta Moreiro–. ‘Emilia y Gastón son las estrellas de la noche. El protagonismo y todos los saludos deben ser para ellos’, se excusó amablemente, y se perdió por la puerta de la sacristía”. Y la semana pasada, justo antes de partir hacia Roma, llamó por teléfono a Gastón para felicitarle por su cumpleaños.

Una faceta conocida es la de hincha del equipo de fútbol San Lorenzo. En 2008, con ocasión del centenario de la fundación del club, le regalaron una camiseta del equipo y le nombraron “socio centenario”.

En las chabolas

La periodista Elisabetta Piqué define así al nuevo Papa: “Un cardenal austero, un hombre común. Tan sencillo y cercano a los pobres como erudito y firme en sus convicciones”. Sobre su austeridad, Piqué refiere una anécdota significativa: “Cuando fue hecho cardenal por Juan Pablo II, en 2001, hubo fieles que quisieron acompañarlo a recibir la púrpura, para celebrar el evento. Pero él pidió que se quedaran en Buenos Aires y donaran ese dinero a los más pobres. Tampoco quiso comprarse una vestimenta nueva: ordenó arreglar la que usaba su antecesor Antonio Quarracino”.

A la periodista le impresionan otros rasgos del estilo de vida de Bergoglio: nunca quiso tener auto con chófer. Solía desplazarse en autobús o metro. Y cuando viajaba en avión de Argentina a Roma elegía clase turista. Lo mismo dice Carlos Pagni: “Los zapatos con que llegó a Roma fueron el regalo de la esposa de un sindicalista fallecido, que no consiguió que aceptara un pasaje en primera clase. Viajó en turista”.
Apasionado lector de Dostoievski, Borges y los autores clásicos, añade Piqué, el nuevo Papa tiene una “forma de hablar sencilla, directa y humilde, que llega al corazón”.

Otro reportaje de La Nación describe cómo se recibió la noticia de la elección del Papa Francisco en la villa 21-24, un poblado de chabolas en el barrio porteño de Barracas. En la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé conocen al Papa, que ha estado allí muchas veces. Varios feligreses evocan esas visitas. “Yo recibí los tres sacramentos con Bergoglio. Cuando mi patrón me señaló la tele y vi la noticia, salté y lloré de la alegría”, dice Lidia Valdiviesa. “En el barrio, todos recuerdan a Bergoglio caminando por los pasillos de la villa. ‘Sabe lo que es la pobreza’, sostiene Lidia”.

El sacerdote Juan Isasmendi no duda en resaltar la cercanía de Bergoglio. “Es una persona muy importante para el barrio. Cruzaba toda la villa caminando solo, sin ningún problema, saludando a la gente que lo invitaba a pasar. Acá se le quiere mucho”. “Si realiza una visita como papa a Buenos Aires lo vamos a obligar a venir”, decía el párroco.



Misa de Inicio de Pontificado
Siguiendo al pie de la letra la petición del Papa Francisco de no venir a Roma sino dedicar ese dinero a ayudar a los necesitados, su hermana Maria Elena se quedó en Buenos Aires, segura de que un encuentro no tardará en producirse.
 
Pero este martes Francisco no estuvo solo. Tenía tres invitados: Sergio Sánchez, uno de los líderes de los «cartoneros» de Buenos Aires; José María del Corral, director del programa educativo «Escuela de vecinos»; y la hermana Ana Rosa, misionera en Tailandia, prima segunda del Papa. Los tres estuvieron muy cerca del altar durante la ceremonia.
 
En el Vaticano causó fuerte impacto el líder de los «cartoneros», las personas sin empleo que se ganan la vida recogiendo cartón y periódicos para reciclar. Sergio Sánchez explicó que «somos el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y nos organizamos para superar la exclusión social de los cartoneros y los trabajadores esclavos. Somos unas cuatro mil personas que recuperamos materiales reciclables».
 
Como el cardenal Bergoglio celebraba la misa para ellos, «nosotros le seguimos a todos lados. Siempre ha luchado públicamente por la inclusión social». Al término de la ceremonia el líder «cartonero» estaba emocionado pues «le saludé antes que los presidentes porque éramos como su familia, y él nos saludó como a su familia».
 
El profesor Jose María del Corral, dirige la «Escuela de vecinos», que complementa la educación de las aulas y ayuda a la integración religiosa y racial. Según Corral, «empezamos juntando a un grupo de 70 jóvenes de escuelas judías, musulmanas, ortodoxas, evangélicas, católicas, estatales y privadas. Montamos la primera escuela para que aprendiesen a convivir con el prójimo, el de al lado, como dice la tradición judía del Talmud».
 
En ese marco, «los chicos empezaron a sacar el problema de la droga, de la violencia, y nosotros les enseñamos cómo cambiar eso. Y terminaron presentando un proyecto de ley a los diputados, que hoy es ley vigente en la Argentina». 

Jose María del Corral reconoce que Francisco «nos dijo que no viniésemos, pero yo en algunas cosas no le hago caso. Cuando nos encontramos, de pronto, a la salida del ascensor, nos abrazamos. Yo le pregunté, ¿Cómo te llamo ahora? Y me dijo ¿Pues cómo me vas a llamar? ¡Jorge! Y me eché a llorar».
 
La hermana Ana Rosa, de las Hijas de Maria Auxiliadora, es misionera en Thailandia, y solo veía a su primo segundo de vez en cuando en la capital argentina. La simpática religiosa salesiana, explica que el nuevo Papa «es una persona muy humilde y muy austera. Cada vez que voy a Buenos Aires, voy a visitarlo. Siempre me dice: reza por mí y haz rezar a las religiosas ancianas. ¡Ahora le hará muchísima más falta!».
 
La hermana Ana Rosa cuenta que «cuando el Papa me vio, me dijo: ¿Pero qué haces aquí? ¡Has venido! Ha sido emocionante poder hablarle y estar sentada al lado del altar». Los tres invitados del Papa causaron sorpresa. Otra más, después de la de haber ido a celebrar la misa del domingo a la parroquia de los empleados del Vaticano. El Papa Francisco rompe moldes.


Juan Pablo II y el Rosario

Cuando falleció Juan Pablo II, en 2005, el cardenal Bergoglio escribió un sencillo testimonio en el que recuerda cómo se decidió a rezar cada día los 15 misterios del Rosario gracias a su ejemplo. “Si no recuerdo mal, debía ser el año 1985. Una tarde fui a rezar el Rosario que dirigía el Santo Padre. Él estaba delante de la gente, de rodillas. El grupo era numeroso”.

Bergoglio cuenta con sencillez cómo, al sentirse guiado por su Pastor, comenzó a distraerse. Se detuvo en la figura del Papa: en su piedad. “Su devoción era un testimonio”, dice. “Empecé a imaginarme al joven sacerdote, al seminarista, al poeta, al obrero, al niño de Wadowice... en la misma postura en que estaba arrodillado en ese momento, recitando avemarías tras avemarías. Su testimonio me golpeó”.

“Sentí que este hombre, escogido para guiar la Iglesia, estaba siguiendo el camino hacia su Madre en el cielo; un camino iniciado desde la infancia. Y entonces comprendí la densidad de las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego: ‘No tengas miedo, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre?’. Entonces entendí la presencia de la Virgen en la vida del Papa”.

“Este testimonio no se me ha olvidado ni un instante. En adelante he rezado siempre los 15 misterios del Rosario cada día”.



EL ESCUDO DEL PAPA
Escudo del Papa Francisco
El escudo del pontificado de Francisco es el mismo que tenía como arzobispo, manteniendo además el lema “Miserando atque eligendo” Lo miró con misericordia y lo eligió. Así lo informó en una conferencia de prensa en el Vaticano el padre Federico Lombardi, portavoz de Su Santidad.


El Escudo
En los trazos esenciales el Papa Francisco decidió conservar el mismo emblema que mantuvo desde su consagración episcopal, particularmente caracterizado por la sencillez.
El escudo azul aparece coronado por los símbolos de la dignidad pontificia iguales a aquellos elegidos por su predecesor Benedicto XVI, a saber: la mitra colocada al centro y en alto con las llaves entrecruzadas, una representada con el color del oro y la otra con el de la plata, unidas (en la parte baja de la imagen) por un lazo rojo. En alto, aparece el emblema de la orden religiosa de proveniencia del Papa, la Compañía de Jesús: un sol radiante con, al centro y letras rojas, la inscripción IHS, el monograma de Cristo. Sobre la letra H se apoya la cruz, en punta, con los tres clavos en negro colocados a la base.

En la parte inferior se percibe la estrella y la flor de nardo. La estrella, siguiendo la antigua tradición heráldica, simboliza a la Santísima Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia; mientras la flor de nardo evoca la figura de San José, el patrono de la Iglesia universal. En efecto, en la tradición iconográfica hispánica San José aparece representado con un ramo de flor de nardo en la mano. Al colocar en su escudo estas imágenes, el Papa ha querido expresar su propia y particular devoción hacia la Virgen Santísima y San José.

El Lema
El lema del Santo Padre Francisco está tomado de las Homilías de San Beda el Venerable sacerdote (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien, comentando el episodio evangélico de la vocación de San Mateo, escribe “Vidit ergo lesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me“, que evoca el siguiente pasaje: «Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, “Sígueme”, que quiere decir: “Imítame”. Le dijo “Sígueme”, más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él y anduvo».
La homilía de San Beda el Venerable, presbítero es un homenaje a la misericordia divina y aparece reproducida en la Liturgia de las Horas en la fiesta de San Mateo que además reviste un significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En la fiesta de San Mateo del año 1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimentó –a la edad de 17 años- en un modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después y tras una confesión, se sintió tocado en el corazón y advirtió que sobre sí mismo descendía la misericordia de Dios, quien con mirada de tierno amor, lo llamaba a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola.
Una vez elegido Obispo, S. E. Mons. Bergoglio, en recuerdo de este particular momento de su vida que lo marcó profundamente desde los inicios de su total consagración a Dios en Su Iglesia, decidió elegir, como lema y programa de vida, la expresión de San Beda “miserando atque eligendo” “Lo miró con misericordia y lo eligió”, que ha querido reproducir también en el propio escudo pontificio.
OBRAS
 
1982: Meditaciones para religiosos
1986: Reflexiones sobre la vida apostólica
1992: Reflexiones de esperanza
1998: Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro
2003: Educar: exigencia y pasión
2004: Ponerse la patria al hombro
2005: La nación por construir
2006: Corrupción y pecado
2006: Sobre la acusación de sí mismo
2007: El verdadero poder es el servicio
2012: Mente abierta, corazón creyente
  



Fuente: Web Católica de Javier 

DAME TU MANO....


Dame tu mano...
Autor: Himno de las Liturgia de las horas 

Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz, que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.

Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva,
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.

Haz que mi pie vaya ligero.
Da de tu pan y de tu vaso
al que te sigue, paso a paso,
por lo más duro del sendero.

Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo.
¡Tantos me dicen que estás muerto!
Y entre la sombra y el desierto
dame tu mano y ven conmigo. 
Amén

HAY QUE ESPERAR TRES DIAS


Hay que esperar tres días


La vendedora de flores sonreía, su arrugado rostro resplandecía de gozo.
Por impulso tomé una de sus flores.

- "Se ve muy bien esta mañana" , le dije.

- "¡Claro!" , exclamó - "sobran los motivos" .

Aquella mujer vestía tan pobremente y se veía tan frágil que su actitud me intrigó.

- "Sobrelleva sus problemas admirablemente" , la elogié.

Ella me explicó entonces:

- "Cuando crucificaron a Cristo, el viernes santo, fué el día más triste de la historia.
Y tres días después, Él resucitó. Por eso he aprendido a esperar tres días siempre que algo me aflige. Las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese tiempo."

Seguía sonriendo al despedirse de mí.
Sus palabras me vienen a la mente cada vez que estoy en dificultades:
"HAY QUE ESPERAR TRES DIAS"... 

LA PASCUA ES LO MÁS GRANDE DE NUESTRA FE


Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
La Pascua es lo más grande de nuestra fe.



¿Podemos decir que nuestra Pascua ha sido "hacia adentro", que hemos sentido que el Señor ha dejado alguna huella de su paso por nuestra vida?


La Pascua es lo más grande de nuestra fe.
Estamos en la Pascua, la Pascua Florida. Llegó con el Domingo de Resurrección.

Los vacacionistas regresaron..... otros lamentablemente no volverán. Salieron felices y animosos pero ya no hubo regreso. Los recordamos y pedimos por ellos.

La Pascua es el Misterio más grande de nuestra fe. Cristo ha resucitado y la Muerte quedó vencida porque su Resurrección la mató. San Agustín nos dice: - "Mediante su Pasión, Cristo pasó de la muerte a la vida. La Pascua es el paso del Señor"

Ya dejamos atrás los días de Pasión y muerte. Seguiremos venerando la cruz que fue el medio que nos hizo cruzar a la otra orilla de luz y de vida eterna. Sin cruz.... no se llega. No se alcanza la resurrección. ¡Cristo resucitó y su tumba quedó vacía!

Volvemos a los días de trabajo, a la rutina... ¿qué ha dejado este paso de Dios en nuestras almas? ¿Podemos decir que nuestra Pascua ha sido "hacia adentro", que hemos sentido que el Señor ha pasado y ha dejado alguna huella de su resurrección en nuestra vida?

Jesús realiza la Pascua. Jesús pasa al Padre. ¿Es solo El quien pasa de este mundo al Padre? ¿Y nosotros ?...

Dios es Omnipotente y puede hacerlo Todo, pero... "no puede" obligarnos a tener un corazón arrepentido. Nos deja en libertad para amarlo o para ofenderlo, para querer estar unidos a El o para olvidarlo y esa libertad es tan traicionera que nos puede DAR o QUITAR el derecho a nuestra propia y gloriosa resurrección. Porque resucitar eso si, lo haremos todos. Ya que así lo decimos y creemos en nuestro Credo - creo en la resurrección de los muertos.

Lo que hemos vivido estos días no puede pasar sin dejarnos algo, sin dejarnos una huella en el alma, ahora que proseguimos el camino de nuestro quehacer de siempre.

Cristo resucitó y los apóstoles, uno a uno, dieron su vida por esta VERDAD que deslumbra.
Pedro comió y bebió con Jesús después de su Resurrección, Tomás metió sus dedos en las llagas del Cristo resucitado y Pablo nos recuerda que si hemos resucitado con Cristo por el Bautismo, debemos de vivir la nueva vida en espera de su regreso y tenemos el compromiso de llevar por el mundo la palabra de Dios.
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