domingo, 16 de junio de 2013

ORACIÓN EN EL DÍA DEL PADRE


ORACIÓN EN EL DÍA DEL PADRE

Señor Dios, Padre bueno,
creador del género humano,
Tú enviaste a tu Hijo Jesús,
para redimir y salvar a los hombres,
El quiso nacer en una familia como la nuestra,
le diste a la Virgen María como madre
y a San José como padre;
te pedimos por estos padres
para que, a ejemplo de San José,
amen a sus hijos, los cuiden y protejan,
y sobre todo, les enseñes a amarte a Ti
que eres nuestro Padre del Cielo,
te sirvan en todo,
y alcancen finalmente la vida eterna.
Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amen

18 CONSEJOS DE PADRE A HIJO


Autor: Francisco | Fuente: www.micumbre.com
18 Consejos de padre a hijo
Serie de consejos de los padres a los hijos, relacionados con la mejora de su educación y comportamiento.



ESCUELA PARA PADRES


Para que los consejos de los padres a los hijos, relacionados con la mejora de su educación y comportamiento, tengan más efecto, tienen que estar soportados, con una previa situación de mutuo conocimiento y aceptación del rol de cada uno, buena comunicación y mucha dedicación de tiempo a cada hijo.

Los siguientes consejos ayudarán a sus hijos, a prepararse para cometer menos errores, sobre todo, cuando se tengan que enfrentar en solitario a la realidad de la vida.

1. Amigos

Elige a los que complementen y mejoren tu personalidad, no a los que te arrastren hacia actitudes o actividades de perdedores moral, religiosa o socialmente. Evita a los amigos que siempre ven las cosas negativamente, en lugar de buscar las soluciones. Aprende a elegir a tus amigos y a distinguir, quiénes son tus amigos y quiénes no lo son. A los verdaderos amigos, los notarás cuando tengas momentos difíciles.

2. Comunicación

Mantenla con la gente que te importa, recordándoles en sus onomásticas y cumpleaños, mandándoles las fotos que has sacado de ellos y escribiéndoles o llamándoles, de vez en cuando para saludarles, aunque no haya un asunto importante para hablar.

3. Conducta

Mantenla correctamente, tanto en lo relacionado con las normas que te den tus padres, como las establecidas por las leyes civiles, religiosas y sociales. Si otros no las cumplen, intenta darles ejemplo y siempre, tendrás la satisfacción del deber cumplido.

4. Criticar

No lo hagas a las personas, por sus condiciones físicas, económicas o sociales, ten muy en cuenta, que ellos, ya lo suelen saber de sobra y tú, no sabes si al día siguiente, estarás en su misma situación.

5. Dinero

Con el dinero no puedes comprar tu felicidad, pero puedes ayudar a que otros puedan comprar un poco de ella. Tampoco puedes comprar un sitio en el Cielo, pero con la buena caridad, puedes reservar uno.

6. Firmeza

Estrecha la mano con seguridad y fuerza, y mira a la gente de frente a los ojos. Nunca emplees esos signos grupales de dar la mano, que definen a sectores sociales perdedores. El dar la mano, suele ser la primera impresión y no suele existir una segunda oportunidad, para causar un buen sentimiento. No tengas miedo a auto presentarte educadamente ante las personas, que consideres que pudieran ser tus amigos o que te hayan caído bien, aunque no te las hayan presentado.

7. Formación.

Aprovecha el tiempo que te corresponde dedicar, a aprender y el que te corresponda, para divertirte o trabajar. En cada edad, se deben hacer determinadas cosas y no hacer otras. Los hijos que hacen o no hacen las cosas, que corresponden a cada edad, cometen unos errores, que la mayoría de las veces, son irreversibles. Habla con tu padre, para que te indique lo que es propio y lo que es impropio, en cada tiempo.

8. Humildad

Practícala junto a la fortaleza, de mirar a los demás desde su situación y no desde la altura donde crees que estás. El que no sabe servir a otro, no sirve para vivir.

9. Manipular

No manipules a los padres, ni a los maestros, enfrentándoles entre si, por tus motivos. A la larga se darán cuenta y perderás cualquier privilegio o beneficio, que hayas obtenido con la maniobra, además como cuando se miente, será muy difícil que recuperes, el que te crean cuando hablas.

10. Mensajero

Sepáralo bien del mensaje que lleva. Si la idea es buena, no te debe importar quién, ni cómo la exponga.

11. Objetivos

Propóntelos a corto, medio y largo plazo, define las herramientas y procedimientos que necesitarás, para cumplirlos, así como los sistemas de control, para poder comprobar como los vas cumpliendo. No te pongas objetivos inalcanzables, pues suelen ser motivo de seguras frustraciones. Objetivos a plazos muy largos sin controles de cumplimento, suponen dejarlos al azar del destino.

12. Padres

Intenta pasar con ellos y con las personas mayores, todo el tiempo que puedas escuchándoles, y aunque ahora digas, que ellos no saben nada, dentro de muy poco empezarás a darte cuenta, de que saben mucho más de lo que suponías. A lo peor, cuando te des cuenta, ya es muy tarde para aprender de ellos.

13. Preguntas

No hay nada más difícil que responder, a las preguntas de los necios, o que los necios entiendan, por lo que cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a los amigos. Se comedido al hablar y muy espléndido al escuchar, pero no esperes que los otros sepan, lo que tú quieres, si no se lo has dicho.

14. Prioridades

Tenlas muy claras, principalmente las que sean en beneficio de tu persona, amigos o comunidad. Las que estén relacionadas con tus gastos, sobre todo, en los dedicados hacia los que sean, para presumir externamente, los necesarios y los superfluos. Se realista para distinguir y separar tus deseos, con tu realidad y valorar bien tus posibilidades, haciendo lo que sea correcto, sin que te importe lo que otros piensen.

15. Religión

Estudia y practica la religión que consideres conveniente, católica, protestante, judía, musulmana o la que quieras, pero practícala intensamente. Intenta que tus amigos también sean practicantes religiosos, tendrás muchas más posibilidades de entenderte y prosperar moralmente, además de que así, te mantendrás alejado de muchos de los problemas, que aquejan a la sociedad por la falta de religiosidad.

16. Respeto

Demuéstralo hacia las personas, que no tienen tus mismas oportunidades y les toca estar a tu servicio, o bajo tus órdenes, o tienen que hacer trabajos que a ti te desagradan, o que los consideras de baja calidad. Es posible que también algún día te toque estar al otro lado.

17. Riesgo

Está en todas partes. Saber reconocerlo, medirlo, asumirlo o evitarlo, es un desafío, que tienes que ir acostumbrándote a practicar desde joven.

18. Virtudes y valores humanos

Para sentirte mejor y conseguir una convivencia más efectiva entre tu familia, amigos y sociedad, estudia y practica las virtudes y valores humanos: Amistad, Amor, Austeridad, Ayuda, Caridad, Castidad, Fe, Felicidad, Fidelidad, Esperanza, Honestidad, Humildad, Justicia, Lealtad, Libertad, Orden, Paciencia, Paz, Perseverancia, Respeto, Responsabilidad, Sencillez, Serenidad, Tolerancia social, Unidad, etc.

Hijo: Estos consejos provienen de las enseñanzas, que los padres reciben y transmiten de generación en generación y que han sido probados exitosamente. Recuérdalos y transmítelos también a tus futuros hijos. 

MI QUERIDO PAPÁ... FELIZ DÍA DEL PADRE


Mi querido papá... Feliz Día del Padre!

Te doy gracias papá por el padre que has sido para mí.
Es cierto que no has sido perfecto, pero yo tampoco lo he sido...

En esta etapa de mi vida, me doy cuenta cuánto vales
mi viejo querido, gracias por enseñarme el valor de las cosas.

Gracias a ti hoy camino por la vida guardando 
todos los tesoros que me mostraste y que enseñaré un día.

Dios te cuide en salud para que mis hijos
puedan ver el estupendo padre
que has sido para mí.

Te amo Papá

EL EVANGELIO DE HOY: 16.06.2013

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
La pecadora arrepentida
Lucas 7,36-8,3 Tiempo Ordinario. ¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes, mira solamente lo que amas.
 
La pecadora arrepentida
Del santo Evangelio según san Lucas 7,36-8,3

En aquel tiempo un fariseo le rogó a Jesús que comiera con él, y, entrando Jesús en la casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume, y poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora. Jesús le respondió: Simón, tengo algo que decirte. Él dijo: Di, maestro. Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más? Respondió Simón: Supongo que aquel a quien perdonó más. Él le dijo: Has juzgado bien, y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra. Y le dijo a ella: Tus pecados quedan perdonados. Los comensales empezaron a decirse para sí: ¿Quién es éste que hasta perdona los pecados? Pero Él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado. Vete en paz. Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.

Oración introductoria

Dios mío, al igual que la mujer del Evangelio, te busco con una gran fe en esta oración. Soy consciente de mis miserias y necesito tu perdón. No permitas que me aparte de Ti, porque en Ti tengo puesta toda mi esperanza. Te amo y deseo ardientemente compartir este amor con los demás.

Petición

Señor, ayúdame a reparar mis faltas con esta oración sincera y humilde.

Meditación del Papa

Ella avanza y, de modo más bien furtivo, se detiene a los pies de Jesús. Había escuchado sus palabras de perdón y de esperanza para todos, incluso para las prostitutas, y está allí conmovida y silenciosa. Con sus lágrimas moja los pies de Jesús, se los enjuga con sus cabellos, los besa y los unge con un agradable perfume. Al actuar así, la pecadora quiere expresar el afecto y la gratitud que alberga hacia el Señor con gestos familiares para ella, aunque la sociedad los censure. Frente al desconcierto general, es precisamente Jesús quien afronta la situación: "Simón, tengo algo que decirte". El fariseo le responde: "Di, maestro". Todos conocemos la respuesta de Jesús con una parábola que podríamos resumir con las siguientes palabras que el Señor dirige fundamentalmente a Simón: "¿Ves? Esta mujer sabe que es pecadora e, impulsada por el amor, pide comprensión y perdón. Tú, en cambio, presumes de ser justo y tal vez estás convencido de que no tienes nada grave de lo cual pedir perdón". Benedicto XVI, 7 de marzo de 2008.

Reflexión

Cada hombre vale lo que puede valer su amor. El amor, lo dijo alguien hace muchos siglos, no tiene precio. Se atribuye al rey Salomón esta frase: "Si alguien quisiese comprar todo el amor con todas sus riquezas se haría el más despreciable entre los hombres". Un empresario multimillonario puede comprar las acciones de muchas empresas más débiles que la suya, pero no puede lograr, con todos sus miles de millones de dólares, comprar la sonrisa amorosa de su esposa o de sus hijos. Y si el amor es algo inapreciable, si vale más que todos los diamantes de Sudáfrica, vale mucho más la persona, cada hombre o mujer, capaces de amar.

Por eso podemos decir que cuesta mucho, muchísimo, casi una cifra infinita de dólares, cada ser humano. Mejor aún: tiene un precio que sólo se puede comprender cuando entramos en la lógica del “banco del amor”, cuando aprendemos a mirar a los demás con los ojos de quien descubre que todos nacemos y vivimos si nos sostiene el amor de los otros, y que nuestra vida es imposible el día en que nos dejen de amar y en el que nos olvidemos de amar.

¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes. Mira solamente si te aman y si amas, como esta mujer pecadora que amaba a Cristo y Cristo la amaba porque sabía que le daba no sólo un valioso perfume sobre sus pies, sino un valioso amor que vale más que todas las riquezas del fariseo. El fariseo dejaba de lado a todos aquellos que él consideraba pecadores pero no sabía que en el corazón de Cristo no hay apartados. Él ama a todos los hombres y espera ser correspondido por cada uno de ellos. De igual forma en nuestra vida, amemos a los hombres sin considerar su fealdad o belleza, su condición social o sus defectos.

El amor cubre una multitud de pecados, por eso ella puede escuchar de labios de Jesús: ¡vete en paz! Es un atrevimiento y un escándalo para quien está falto de amor, pues sólo desde el amor se entiende el perdón. Si no, que lo diga una madre dispuesta siempre a perdonar los extravíos de su hijo.

El amor es la fuerza del alma y la llave que abre todas las puertas.

Propósito

Evitar, hoy, juzgar a los demás para mantener un corazón generoso y misericordioso como el de Cristo.

Diálogo con Cristo 

Dios Padre misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia, ten compasión de tus hijos pecadores y apiádate de las obras de tus manos para que podamos permanecer en pie el día de tu venida gloriosa. 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...