jueves, 9 de enero de 2014

PADRE PIO DE PIETRELCINA - En Español (audio) Pelicula Completa

EL TÍTULO DE "MONSEÑOR"

Autor: J. Beltrán-Madrid | Fuente: larazon.es
El título de «monseñor»
A partir de ahora, los sacerdotes diocesanos no se podrán llamar monseñor hasta que no cumplan 65 años, la Secretaría de Estado del Vaticano hizo este anuncio a los nuncios apostólicos de todo el mundo
 
El título de «monseñor»
El título de «monseñor»
El Santo Padre Francisco ha decidido frenar por el momento la concesión del título vaticano de «monseñor» a todos aquellos sacerdotes menores de 65 años.

Esta distinción se considera un honor papal que se otorga a los sacerdotes seculares, esto es, a aquellos que no pertenecen a una congregación religiosa como los claretianos o los franciscanos de manera honorífica, en tanto que en la mayoría de los casos son concedidos por el Santo Padre a partir de la propuesta de un obispo diocesano que busca agradecer a través de esta denominación una entrega del sacerdote en cuestión. O por el propio Papa, que busca así poner en valor a sus más estrechos colaboradores. Y es que, la figura del «monseñor» o «mi señor» se comenzó a dar a partir del siglo XIV para aquellos presbíteros que servían de manera ejemplar al papado.

Con este cambio institucional, Francisco continúa con la estela de reformas puestas en marcha por Pablo VI con dos motu proprio (Pontificalis Domus del 28 de marzo 1968 y Pontificalia Insignia del 21 de junio, 1968), que tiene como base el Concilio Vaticano II. Hasta entonces, la Iglesia católica contaba con un total de 14 grados diferentes, incluyendo prelados domésticos, cuatro tipos de protonotarios apostólicos, cuatro tipos de eunucos papales, y al menos cinco tipos de capellanes papales.

Desde la Pontificalis Domus, el título de monseñor se limita a tres órdenes de prioridad descendente: protonotario apostólico (del que se conservan dos tipos: de número o supernumerario), prelado de Honor de Su Santidad y capellán de Su Santidad. El título de Prelado de Honor y de Capellán de Su Santidad significa que, a partir de su concesión a través de la Secretaría de Estado, los nombres de los designados aparecerán en el Anuario Pontificio y se les permitirá utilizar el título de «monseñor», así como un atuendo específico: la sotana ribeteada en morado y el fajín, también morado.

La decisión del Santo Padre no se ha materializado a través de un nuevo motu proprio, sino que directamente ha dado orden a la Secretaría de Estado para congelar los nombramientos de protonotarios y prelados de honor en el día a día, como recoge el británico «The Telegraph». De esta manera, tan sólo se expedirá el título de «monseñor» en calidad de Capellán de Su Santidad, que se concederá con un mínimo de edad: a partir de los 65 años.

La «Instrucción sobre la atribución de distinciones honoríficas pontificias», proclamada por la Secretaría de Estado el 13 de mayo de 2001 dispone que el título podía ser concedido a sacerdotes del clero secular que hayan cumplido al menos 35 años de edad y 5 de sacerdocio (10 para los Eclesiásticos en el servicio diplomático de la Santa Sede y para los Oficiales de la Curia Romana). Para cada diócesis, el número total de monseñores no debía superar el 10% del clero.

El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, comunicó la decisión del Santo Padre a los nuncios que a su vez informarán a los obispos del país donde están destinados para que éstos cesen las peticiones. La decisión tomada por el Obispo de Roma no tiene carácter retroactivo y aquellos sacerdotes que ya poseen el título de monseñor no lo perderán. Según recoge «La Stampa», el pasado 2 de enero, el Nuncio Apostólico en Gran Bretaña, Antonio Mennini, habría escrito a todos los obispos católicos británicos para informarles de esta novedad, confirmándoles que «los privilegios en este sentido» que ya han sido otorgado por el Pontífice a las «personas físicas o jurídicas» siguen en vigor.

Una vez más, Francisco aplica a la Iglesia universal una «receta» que ya utilizaba al frente de la diócesis de Buenos Aires. Y es que, durante los quince años que estuvo Jorge Mario Bergoglio al frente de la archidiócesis argentina, nunca solicitó a la Santa Sede distinción alguna para los sacerdotes de su área.

Con esto, el de «monseñor» no es el único título que Francisco ha retirado de la circulación. En junio se daba a conocer que el Papa no tenía la intención de nombrar a ningún «gentilhombre» más, el máximo título que podía recibir un laico católico desde la Santa Sede. Sustituían a los antiguos «camareros» papales y, aunque no forman parte del cortejo papal, ocupan un lugar importante en la asistencia en los ritos sacros.


Otros usos, sin título, del término «monseñor»

En el antiguo Reino de Aragón, el término"mosén" -del catalán "mossén"-, se aplica a los clérigos en general y se daba a los nobles de segunda clase. En Ibiza es Monseny.

No todos los miembros de la Curia Romana reciben el título de monseñor y no todos aquellos que son monseñores pertenecen a la Curia pontificia. En algunos casos, a los vicarios episcopales se les llama monseñores, aunque algunos de ellos, no tengan el título papal.

Tradicionalimente en España y la América española los Obispos y arzobispos no se les intitula así. Aunque por contaminación de influencias exteriores se está extendiendo el llamar a un obispo o arzobispo con el apelativo de "monseñor", por influencia francesa e italiana. Aunque la fórmula de tratamiento apropiada es Excelencia o Excelentísimo y Reverendísimo Señor para arzobispos e Ilustrísima o Ilustrísimo y Reverendísimo Señor para obispos.

En Francia, Monseñor (francés monseigneur) fue un título que se daba en propiedad al delfín, y, por extensión o cortesía, a otros sujetos de alta dignidad, como príncipes, duques, pares o presidentes de consejos.

A partir de ahora, los sacerdotes diocesanos no se podrán llamar "monseñor" hasta que no cumplan 65 años. Por indicación del Papa Francisco, la Secretaría de Estado del Vaticano hizo este anuncio a los nuncios apostólicos de todo el mundo

CUANDO SE PIENSA


CUANDO SE PIENSA
por Hugo Wast 



Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.

Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.

Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.

Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino.

Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos.

Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.

Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.

Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.

Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.

Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes.

Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación.

Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.

Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado.

Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.

Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.

LA EDAD MADURA


La edad madura


La edad madura no solo trae arrugas ,también trae experiencia por eso para uno, es más fácil hacer amigos verdaderos, sinceros y genuinos. 

Para un adulto que se relaciona , cuentan mucho los gestos, las palabras, los silencios. 

Para nosotros, por ejemplo, las lágrimas significan dolor, frustración, impotencia, etc., y nada más. Jamás serán cadenas que sujeten nuestra amistad. 

Las confidencias, las agradecemos como signo de confianza pero no permitimos que nos conviertan en cómplices. 

La amistad, mis queridos amigos, es una comunión de almas y espíritus , en la que se comparten confidencias ,puntos de vista, autobiografías , y sentires, por el puro placer de compartir. 

La amistad tiene otra perspectiva 

para nosotros, amamos lo que hacemos y es muy raro que nos engañemos, por esa razón somos mas selectivos a la hora de hacer amigos. Y no porque queramos, sino que, por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros.

Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos. La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez , y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos. 

La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando éstas aparecen en nuestra vida, por alguna razón. 

Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos , jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otros tantos nos estarán esperando.

LA DULCE PAZ


La dulce paz


En este mundo hay tantas personas llenas de amarguras y frustaciones que hacen sentir mal a todo el que tenga el infortunio de pasar por su lado.

No permitas que a ti te roben la paz, esa dulce quietud que concede Dios a los suyos y que tanto envidia el enemigo de las almas. Ninguna tormenta de ira satánica puede perturbar la calma del que está a cuentas con Dios.

Los impíos no pueden tener paz, las pasiones del corazón del hombre sin Dios son como furiosas tormentas, pero no importa cuán feroz sea la  tempestad, quien se vuelve a Jesús clamando: "¡Señor, sálvame!" encuentra quietud, una gracia maravillosa que aquieta las contiendas de la pasión humana y amor abundante en el que el corazón encuentra descanso.

¡Cuántas veces hemos acudido a nuestro Salvador en medio de una
tempestad abrumadora, y hemos sentido que nos ha tomado en sus brazos inundándonos de Su bendita paz! Una experiencia gloriosa que da testimonio de la verdad de Sus promesas: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en tí persevera". Isa. 26:3. Tomás de Kempis decía: "El que sabe mejor padecer tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo".

"Reemplazaremos la violencia y la guerra con las armas más poderosas: El Amor y la Paz"

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Te doy gracias Señor
Padre Santo, 
Dios Todopoderoso y eterno
porque aunque soy un siervo pecador
y sin mérito alguno,
has querido alimentarme 
misericordiosamente 
con el cuerpo y la sangre 
de tu hijo Nuestro Señor 
Jesucristo.

Que esta sagrada comunión
no vaya a ser para mi 
ocasión de castigo 
sino causa de 
perdón y salvación.

Que sea para mi armadura 
de fe, escudo de buena voluntad;
que me libre de todos mis vicios
y me ayude a superar 
mis pasionres desordenadas; 
que aumente mi caridad 
y mi paciencia 
mi obediencia y humildad,
y mi capacidad para hacer el bien.

Que sea defensa inexpungable
contra todos mis enemigos,
visibles e invisibles;
y guía de todos 
mis impulsos y deseos

Que me una más intimamente a ti,
único y verdadero Dios
y me conduzca con seguridad 
al banquete del cielo,
donde tu, con tu hijo
y el Espíritu Santo, 
eres luz verdadera,
satisfacción cumplida
gozo perdurable
y felicidad perfecta.

Por Cristo, Nuestro Señor

Amén


EMPIEZA EL AÑO NUEVO, SEÑOR, Y VUELVO A BUSCAR TU COMPAÑÍA



Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Empieza el nuevo año, Señor, y vuelvo a buscar tu compañía
Tenemos las alforjas vacías y las vamos a ir llenando de cosas buenas, de cosas santas, de perdones y mucho amor.


Ya estamos en el mes de enero. 

Empieza el nuevo año, Señor, y vuelvo a buscar tu compañía. Hoy es jueves y de nuevo ante Ti, todavía un poco agitada de tanto correr, de tanto ajetreo, de tantos abrazos y felicitaciones,... unos alegres, otros... con las mismas penas y preocupaciones. Ya pasó todo y ahora vamos a empezar la "cuesta de enero". 

Ya se fueron las fiestas. Ya se fueron los abrazos, los bailes, el chocar de las copas, los convivios y el jolgorio. Supimos tener la excelancia en esos momentos de gozo. Ahora la excelancia nos tiene que acompañar en el trabajo y en el esfuerzo. 

Pero ahora las caras son serias, el entrecejo fruncido, los labios apretados y el andar cansino para subir "la cuesta de enero". 
El dinero se gastó y el bolsillo está vacío. Los buenos propósitos...¡cómo cuesta poderlos cumplir! levantarse temprano, no fumar, no comer golosinas, no extralimitarse en la bebida, ser amable, no irritarse por cualquier cosa, estar en paz, no criticar, hacer ejercicio, saludar con una sonrisa al vecino, ser generosos, trabajar con honestidad y buen ánimo, pagar deudas, etcétera, etcétera, y así este mes de enero, serio y formal, se nos antoja un Everest cuya cima es casi inalcanzable. Visto así es normal que esto nos desanime y nos desaliente pero hay que buscarle un truco, algo que nos de ánimo en el desaliento, algo que nos de fuerza para poder alcanzar la meta que nos propusimos. 

Al mirar el horizonte y juntar estos doce meses que nos esperan, si Tu nos das vida, nos sentimos abrumados, es demasiado. 

Es muy dificil, es verdad. Pero si pensamos: Solo por hoy...va a ser más fácil. El hoy, el ahora que es el presente nos da la fuerza que necesitamos. El plazo breve para vencer las tentaciones es más efectivo que la cadena de días en el mismo esfuerzo. Solo por hoy. Solo por este momento, solo en este momento si puedo hacerlo y lo voy a hacer. Así momento tras momento, día tras día. 

Y al llegar la noche, en la hora íntima de estar a solas con uno mismo, cuando realmente somos auténticos, repasar nuestro día que termina y hacer un buen balance. 

Si en el día caímos, si no tuvimos voluntad suficiente, pedirte Señor perdón y fuerzas para el nuevo día. Y así con el -SOLO POR HOY, el camino se allana, el sendero se endulza y pierde su aridez, nuestros pasos son más seguros y firmes en ese Hoy que será el mañana de días y meses que nos darán la victoria al cabo del año andado. 

Empezamos el año con las alforjas vacías y las vamos a ir llenando de cosas buenas, de cosas santas, de perdones, de sonrisas, de ternura, de generosidad, de alegría, de buenos modos, de fe, de ilusiones, de esperanza, de trabajo y de mucho amor. 

Con todo esto iremos caminando por el nuevo año y seguro que siempre, en los días de sol y en los días grises, tal vez de llanto, buscaremos en nuestra alforja y vamos a encontrar todo aquello que será vital para esos momentos y que nos darán la fuerza para ser felices con Tu bendición. 

Invítanos todos los dias a visitarte en la Eucaristía, frente a Ti, de rodillas ante en el Santísimo Sacramento, nuestro camino este año será lleno de alegría y paz. 

EL EVANGELIO DE HOY: 09.01.2014

Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Jesús en la sinagoga de Nazaret
Lucas 4, 14-22, Navidad. Cristo usa todos los momentos para poder dar a conocer el mensaje de la salvación.
Jesús en la sinagoga de Nazaret
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 14-22


En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. Él iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» 

Oración introductoria

Padre bueno, yo también digo que «el Espíritu del Señor está sobre mí» porque desde mi bautismo me has regalado la gracia de ser morada del Espíritu Santo. Abre mi mente y mi corazón para que esta oración me dé la sabiduría para comprender, vivir y trasmitir tu verdad.

Petición

Espíritu Santo, hazme dócil a todas tus inspiraciones.

Meditación del Papa Francisco

En Nazaret todos esperaban a Jesús. Querían encontrarlo porque habían escuchado lo que Jesús había hecho en Cafarnaún y los milagros. Y cuando inicia la ceremonia le piden al huésped que lea el libro. Jesús lo hace y lee el libro del profeta Isaías que era un poco la profecía sobre Él y por ello concluye la lectura diciendo: Hoy se cumple esta escritura que ustedes han escuchado.
Después de una primera reacción positiva alguno movido por la polilla de la envidia comenzó a decir: "¿Dónde estudió éste? ¿No es el hijo de José? Y nosotros conocemos a toda su familia, ¿y en qué universidad estudió?".
Entonces pretendían que le hiciera un milagro: solamente después habrían creído. Ellos querían el espectáculo, pero Jesús no era un artista. Jesús no hizo milagros en Nazaret y subrayó la poca fe de quien pedía el "espectáculo" (S.S. Francisco, 2 de septiembre de 2013, Misa matutina en la capilla de Santa Marta)..

Reflexión

"Un profeta nunca es bien recibido en su propia casa" Estas palabras, Jesús las dice por la falta de fe de sus compatriotas. En esta ocasión se encuentra en casa. Según su costumbre, dice el pasaje, se levantó para leer en la sinagoga. Usa todos los momentos para poder dar a conocer el mensaje de la salvación que está por llegar. No quiere perder ninguna oportunidad para enseñarles a los hombres un poco más acerca de su Padre.

El Espíritu del Señor está sobre mí. Qué realidad de la vida de Cristo. Siempre ha sido movido por el Espíritu, es más, antes cualquier empresa importante en su vida precede un tiempo magnifico, y bien aprovechado, de oración. Momentos muy preciados en su vida. La oración en Jesús siempre toma un lugar predilecto. Él así lo vive y así nos lo enseña.

Propósito

No ser indiferente a la inspiración del Espíritu Santo que me impulsa a encontrarme con los demás.

Diálogo con Cristo 

Señor, te pido me des la gracia para guiarme en todo por el Espíritu Santo, que Él me inspire lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los hombres y el cumplimiento de mi misión. No puedo hacer nada sin la inspiración del Espíritu Santo, pongo en manos de María mi esfuerzo consciente y firme por trabajar y cooperar con Él sin límite ni reserva alguna. 
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