lunes, 20 de enero de 2014

CAMINARÉ


Caminaré 

Caminaré siempre en tu presencia
por el camino de la vida.
Te entrego, Señor, mi vida, hazla fecunda.
Te entrego mi voluntad, hazla idéntica a la tuya.
Caminaré a pie descalzo,
con el único gozo
de saber que eres mi tesoro.
Toma mis manos, hazlas acogedoras
Toma mi corazón, hazlo ardiente.
Toma mis pies, hazlos incansables.
Toma mis ojos, hazlos transparentes.
Toma mis horas grises, hazlas novedad.
Hazte compañero inseparable de mis caídas y tribulaciones 
Y enséñame a gozar en el camino
de las pequeñas cosas que me regalas,
sabiendo siempre ir más allá
sin quedarme en las cunetas de los caminos.

Toma mis cansancios, hazlos tuyos.
Toma mis veredas, hazlas tu camino.
Toma mis mentiras, hazlas verdad.
Toma mis muertes, hazlas vida.
Toma mi pobreza, hazla tu riqueza.
Toma mi obediencia, hazla tu gozo.
Toma mi nada, haz lo que quieras.
Toma mi familia, hazla tuya.
Toma mis pecados.
Toma mis faltas de amor, 
mis eternas omisiones, 
mis permanentes desilusiones, mis horas de amarguras.

Camina, Señor, conmigo;
Acércate a mis pisadas.
Hazme nuevo en la donación,
alegría en la entrega
gozo desbordante al dar la vida,
al gastarse en tu servicio. 
Amén 

DE BUENA GANA


De buena gana
Autor: Gonzalo Gallo González


"No hay cosa tan fácil que no parezca dificilísima cuando se hace de mala gana". Horacio. Pon el corazón en lo que haces y hasta el fardo más pesado se hará ligero y soportable. El amor y la fe permiten a muchos sobrellevar con calma terribles penas o dolencias.

Se cuenta que un periodista visitaba un hospital y se asombró al ver como una religiosa limpiaba con cariño las llagas purulentas de un enfermo. Con la nariz cubierta para soportar el hedor le dijo: "Hermana, yo no haría eso ni por diez mil dólares." La hermana sonrió y respondió con sencillez: "Yo tampoco. Lo hago por amor a Dios y al hermano."

Los seres orantes crecen en capacidad de aceptación y conservan la calma cuando otros reniegan. El amor a Dios y a los demás te impide hundirte en el tremedal del descontento cuando el dolor pesa.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA


DAR


Dar
Autor: Padre Alfonso Milagro


Tuve que hacer una diligencia en determinada oficina; se me hizo esperar breves minutos, pero no fueron perdidos para mí, pues tuve a mi vista en el escritorio y en particular una sencilla maderita, que ostentaba la siguiente leyenda que quiero sea tema de nuestra reflexión de hoy: "Una sonrisa no empobrece al que la ofrece y en cambio enriquece al que la recibe".
 Me puse a pensar: ¡Qué fácil es dar, cuando se quiere!


No podemos dar dinero; pero todos podemos dar algo que incluso es mucho más valioso que el dinero.

Más aun, cuando damos dinero, siempre nos quedamos con algo menos de los que teníamos, por más que aumente en nosotros la bondad; pero es que cuando damos una sonrisa, no nos empobrecemos bajo ningún aspecto y sí enriquecemos a los demás.

Por último: no todos necesitan dinero, no todos esperan de nosotros dinero, pero no todos esperan de nosotros dinero; pero todos, absolutamente todos necesitan y esperan de nosotros una sonrisa, una palabra bondadosa, un acto comprensivo, una actitud benévola.

Para tu vida sembrando, sí, sembrando tantas semillas fecundas de verdad y de bien; sembrando sonrisas que alivien al que sufre, y todos sufrimos de una u otra forma.

EL EVANGELIO DE HOY: 20.01.2014

Autor: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
Los discípulos de Jesús no ayunan
Marcos 2, 18-22. Tiempo Ordinario. Ayunar hoy para disfrutar en el cielo del gran banquete.
 
Los discípulos de Jesús no ayunan
Del santo Evangelio según san Marcos 2, 18-22

En una ocasión, en que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en odres viejos; de otro modo, el vino reventaría los odres y se echaría a perder tanto el vino como los odres: sino que el vino nuevo, en odres nuevos.

Oración introductoria

Ayúdame, Señor, a crecer espiritual y apostólicamente para poder ofrecerte una vida nueva, marcada por el amor a Ti y a mis hermanos. Que tu Espíritu Santo, santificador, guíe esta meditación para orar con una absoluta confianza en tu providencia infinita.

Petición

Jesús, dame la sabiduría para saber ayunar de todo aquello que pueda disminuir mi fidelidad y la totalidad de mi entrega a la misión que me has encomendado.

Meditación del Papa Francisco

"Cuando está el esposo no se puede ayunar, no se puede estar triste", el Señor vuelve a menudo sobre esta imagen del esposo. Jesús porque nos hace ver la relación entre Él y la Iglesia como una boda.
Pienso que este es precisamente el motivo más profundo por el que la Iglesia custodia tanto el sacramento del matrimonio y lo llama Sacramento grande, porque es precisamente la imagen de la unión de Cristo con la Iglesia.
El cristiano debería tener siempre una actitud de alegría, porque su fe es una gran fiesta. El cristianismo es fundamentalmente alegre. Y por esto al final del Evangelio, cuando llevan el vino, me hace pensar en las bodas de Caná: y por esto Jesús ha hecho ese milagro, por eso la Virgen, cuando se ha dado cuenta que no había más vino, porque si no hay vino no hay fiesta... Imaginaba terminar las bodas, bebiendo el té o el zumo: no funciona.... es fiesta y la Virgen pide el milagro. Y así es la vida cristiana. La vida cristiana tiene esta actitud alegre, alegre de corazón.
Del mismo modo, hay momentos de cruz, momentos de dolor, pero siempre hay esa paz profunda de la alegría, porque la vida cristiana se vive como fiesta, como las bodas de Jesús con la Iglesia (S.S. Francisco, 6 de septiembre de 2013, homilía en Misa matutina en Santa Marta).

Reflexión

Realmente Cristo es la sabiduría misma. Él sabe responder en cualquier momento y situación. Hoy nos deja una lección más.

Los fariseos le preguntan sobre el ayuno y su observancia, pero Cristo va más al fondo. Él sabía que algún día estaríamos solos, sin su presencia. En aquel momento futuro sus discípulos no ayunarán. También ahora tenemos que ayunar, porque estamos en peregrinación en este valle de lágrimas, sin alcanzar nuestra morada definitiva.

La Eucaristía es para el cristiano la fuerza en los problemas diarios, el sostén en el cansancio, la vida en la enfermedad. Allí está presente Cristo. Él está allí esperándonos, para que seamos saciados con el Pan de los Ángeles, y rejuvenezcamos, cobremos más fuerzas y sigamos el camino estrecho, camino que da la plena felicidad.

Propósito

Pedir a la Virgen María que interceda por mí, para que sepa conservar y aumentar mi fe. Con ánimo renovado, tener más comprensión y tolerancia con los demás.

Diálogo con Cristo

Señor, hoy me invitas a dejar lo viejo, lo desgastado, la rutina. Me propones desprenderme del espíritu deteriorado y débil con el que a veces vivo mi fe. Me llamas a más, a estar en pie de lucha con un amor y un fervor renovado. Para que mi amor sea nuevo cada día debe alimentarse en la oración y en los sacramentos, por eso pido la intercesión de tu santísima Madre, para me ayude a renovar hoy mi amor por ti, para que me ayude a buscar continuamente mi renovación interior. 
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