domingo, 25 de mayo de 2014

AMAR SIN MIEDO


Amar sin miedo


Un peregrino llegó a la aldea de Abu-Yazid.

Enséñame la manera más rápida de llegar hasta Dios, le pidió.

Abu-Yazid respondió con apenas cinco palabras...: Ámalo con todas tus fuerzas.

Eso ya lo hago.

Entonces necesitas ser amado por los demás.

Por qué, preguntó el peregrino...

Porque Dios mira el corazón de todos los hombres.

Cuando visite el tuyo, ciertamente verá tu amor por Él, y se alegrará.

Siembra ya, si en el corazón de otras personas encuentra tu nombre escrito con cariño, ten por seguro que pondrá mucha más atención en ti.

GRACIAS...



Gracias...

Gracias por haberme brindado tu amistad
Gracias por darme tu mano cuando mas la necesité
Gracias por ser quien eres
Gracias por la sonrisa que me has brindado
Gracias por darme la alegría
Gracias por el abrazo necesitado
Gracias por abrirme el corazón
Gracias por el consejo oportuno
Gracias por tu cariño
Gracias por tu comprensión
Gracias por tu apoyo incondicional
Gracias por las palabras de aliento
Gracias por todo lo que me has podido dar
Gracias por ser mi amigo
Gracias por no defraudarme
Gracias por el amor que tú me das
Gracias por decirme la verdad
Gracias por lo bello y grato que me has dado
Gracias por los momentos felices y agradables que me has dado
Gracias por ser tú quien me ha enseñado a llamar por su nombre a las cosas...
Gracias
Pero sobre todo te doy las GRACIAS POR HACERME MUY FELIZ.

VIVE EL MOMENTO PRESENTE... PARA LA ETERNIDAD

Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Vive el momento presente ... para la eternidad
El valor de nuestro tiempo se lo damos nosotros. Todos los instantes de nuestra vida son aprovechables.
 
Vive el momento presente ... para la  eternidad


El hecho de ser, de estar presentes en esta vida, de poder disponer de un tiempo que se nos da, trae consigo una responsabilidad de infinitas dimensiones que muchas veces no queremos o no sabemos aquilatar.

Estamos conscientes de que solo el presente, el momento presente nos pertenece. El pasado lo vivimos, si, pero se nos fue como agua entre las manos dejándonos tan solo la humedad perfumada de un grato recuerdo o de un triste llanto. Se nos fue como el viento que pasa y pasa para no regresar jamás. Los instantes, las horas, los años vividos se fueron y no volverán. El futuro es tan incierto como el más grande de los misterios. Indescifrable e impenetrable

No nos pertenece el mañana, ni siquiera el próximo minuto, que tan solo será nuestro si alcanzamos a vivirlo. ¿Y qué hacemos con nuestro tiempo? Ese, el del momento presente, el que Dios nos está regalando gota a gota, hora tras hora, día tras día... ¿Cómo empleamos nuestro tiempo.? A veces dejamos transcurrir esas horas, horas que no volveremos a tener, sin hacer nada, con una dejadez tonta, con un desperdicio imperdonable y falto de cordura.

Pensemos frecuentemente en esto: el gran tesoro del tiempo lo tenemos en nuestras manos. Es el momento presente el que no se nos puede ir sin darle su valor y de muchos presentes hacemos nuestro pasado y también estamos haciendo un puente hacia ese futuro que está por llegar. Ese puente que nos va a conducir a la eternidad.

El valor de nuestro tiempo se lo damos nosotros. Si empleamos ese tiempo en crecer espiritualmente, en ser mejores, en ir limando las aristas de nuestro carácter y temperamento con las que lastimamos a los que nos rodean, ese tiempo será rico, lleno de paz y de alegría.

Será de un extraordinario valor si no lo usamos con la avaricia de vivirlo para nosotros solos, sin que generosamente se lo obsequiemos a los demás. Así ese tiempo jamás será un desperdicio y cuando nos hayamos ido siempre habrá alguien que nos recordará porque llevará en su vida el regalo de nuestro tiempo, el regalo de nuestra propia existencia.

Todos los instantes de nuestra vida son aprovechables.

No los malgastemos en críticas malsanas, en chismes, en arropar rencores, en maldecir con envidia la suerte de otros, en herir de obra o de palabra, en lastimar sentimientos o menospreciar al más débil

Por el contrario, valoremos y amemos esos instantes presentes para vivirlos con intensidad, con profundidad, haciéndolos fecundos dándoles su justo valor enriquecidos por la fe y la confianza en Dios y repartiéndolos siempre entre nuestros semejantes.

Somos dueños de nuestro tiempo, pero no olvidemos que daremos cuenta de él cuando ese tiempo se termine y empiece la ETERNIDAD.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño
     

    FLORECILLAS A MARÍA: 26 DE MAYO


    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del 26 de mayo: María, salud de los enfermos

    Meditación: María ama, María consuela y cubre con su Manto de amor, otorgando la curación del alma y del cuerpo a sus hijos enfermos. Intercede ante el Señor para nuestra sanación. Sino siempre se cura el cuerpo, es porque no nos conviene, pero María nos ayuda y conforta aliviando el dolor y sanándonos el alma con sus bellas lágrimas.

    Oración: María salud de los enfermos, no sólo del cuerpo, sino de todos los que no tenemos un corazón bueno. Madre de todos los dolores, de los más atroces, sánanos en cuerpo y alma para que prestemos a Dios alabanza. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).



    Florecilla para este día: Orar a María por la salud de un enfermo, pidiendo su poderosa intercesión para su sanación física y espiritual.

    EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 26 DE MAYO DEL 2014

    Autor: Felipe de Jesús Rodríguez | Fuente: Catholic.net
    ¿Quién es para mí el Espíritu Santo?
    Juan 15,26―16,4. Pascua. Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar.
     
    ¿Quién es para mí el Espíritu Santo?
    Del santo Evangelio según san Juan 15,26―16,4

    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo". 

    Oración introductoria

    "Ven Espíritu Creador, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego...". (De un himno al Espíritu Santo).

    Petición

    Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los hombres. Amén

    Meditación del Papa Francisco

    La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos.
    Pero, en toda la historia de la salvación, cuando Dios se revela, aparece su novedad - Dios ofrece siempre novedad -, trasforma y pide confianza total en Él. (S.S. Francisco, 19 de mayo de 2013)..

    Reflexión 

    Es el Espíritu Santo quien cuida para que nuestra "fe no tropiece" y, al mismo tiempo, es el "consuelo" en nuestras caídas y dificultades. No nos tiene que resultar extraña una relación personal con el Espíritu Santo, pues es la tercera persona de Santísima Trinidad. Es Él quien nos lleva a dar un verdadero testimonio de nuestra fe, pues Él nos muestra a Cristo ("Él dará testimonio de mí") y nos lleva a testimoniarlo a todos los que están a nuestro alrededor ("y ustedes también darán testimonio").

    Propósito

    Para dar espacio al Espíritu Santo en mi alma, intentaré leer algún pasaje de la Sagrada Escritura o algunas páginas de un libro espiritual para nutrir mi fe.

    Diálogo con Cristo

    Jesús, quiero agradecerte por el don del Espíritu Santo. Tú sabes cuántas veces mi alma está cansada y agobiada de las preocupaciones y atareos de mi vida. Es en esos momentos cuando más necesito al "Consolador". Dispón mi alma para que siempre esté pronto a escucharle y a seguir lo que me pide. Amén


    El Espíritu es el don que Jesús pidió y pide continuamente al Padre para sus amigos; el primer y principal don que nos ha obtenido con su Resurrección y Ascensión al cielo. Bendedicto XVI, 23 de mayo de 2010





  • Preguntas o comentarios al autor
  • Felipe de Jesús Rodríguez 

    IMÁGENES DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA











































    IMÁGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA























    RECORRIDO DE PAPA FRANCISCO EN TIERRA SANTA


    UNA ORACIÓN PARA ACOMPAÑAR AL PAPA FRANCISCO EN SU PEREGRINAJE A TIERRA SANTA




    Una Oración para acompañar al Papa Francisco 
    en su peregrinaje a Tierra Santa

    Padre Celestial,

    Tú no te cansas de amarnos y ser misericordioso. El Sucesor de Pedro quiere visitar la Tierra hecha Santa desde el nacimiento, desde el bautismo, la enseñanza, la muerte y la resurrección de tu Hijo. Permanece con él, santifícalo y bendícelo. Extiende el manto de tu ternura sobre cada paso de su peregrinación entre nosotros, para que cada uno pueda ver en él, un peregrino apasionado, un maestro sabio y un guía humilde.

    Señor Jesucristo,

    que rezaste por la unidad de tu Iglesia diciendo 'que sean uno solo’, haz que el encuentro entre el Santo Padre y el Patriarca Ecuménico contribuya a hacer crecer nuestro compromiso por la unidad de tus hijos, haz que el encuentro del Papa con las autoridades políticas sean fructíferas para la justicia y la paz, protege a todos los habitantes de esta tierra y de los seguidores de las religiones del Oriente Medio, de modo que puedan vivir en armonía, en diálogo y cooperación para alcanzar la plena ciudadanía.

    Buen Pastor,

    que estás representado en la cruz pectoral del Papa Francisco, mientras caminamos en el Espíritu de humildad que nos donaste, reaviva en nosotros la consciencia de nuestra identidad cristiana para que, como verdaderos discípulos, podamos dar testimonio de tu Buena Noticia y de tu resurrección en nuestras iglesias, en nuestra sociedad y en todo el mundo, especialmente sirviendo a los más débiles, pobres y refugiados.

    Bendice, Señor Santísimo, esta cuarta visita papal a nuestra Tierra Santa a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, San José, los Santos de Tierra Santa, y los dos nuevos Santos Juan Pablo II y Juan XXIII,

    Amén.

    BALANCE ENTRE LUZ Y SOMBRA


    Balance Entre Luz y Sombra


    El filosófo llevó a sus discípulos a un habitación oscura.
    ¿Qué ven? -les preguntó-
    Nada, maestro -le respondierón-, la oscuridad es absoluta y no nos deja ver.

    El folosófo dió una palmada, y se encendieron al mismo tiempo mil lámparas de intensa luz.

    ¿Qué ven ahora? -les preguntó otra vez-
    -Nada, tampoco dijeron los discípulos- Esta luz cegadora nos impide abrir los ojos para ver.

    -Aprendan, pues -les enseño el maestro- , que ni en la luminosidad absoluta ni en la completa oscuridad el hombre puede ver. 
    Por eso estamos hechos de luces y de sombras, para podernos ver los unos a los otros. ¡Ay de aquél que no perdone la oscuridad que hay en el alma de su hermano, pues no lo podrá ver, y estará solo! Y ¿ay de aquél que no busque poner luces en su oscuridad, pues a sí mismo se perderá!

    Así dijo aquel sabio. Y concluyó:
    - Estamos hechos de sombras. ¿ Dónde mejor que en nosotros puede brillar la luz ?

    PENSAMIENTO MARIANO 30


    PENSAMIENTO MARIANO

    María fue elegida entre todas las mujeres para ser la Madre del Redentor y adornada con todas las gracias y privilegios que corresponden a la divina maternidad, como porque María, la esclava del Señor, prestó oído atento a la Palabra del Señor y ordenó su vida en conformidad con aquella divina Palabra.

     Alfonso Milagro

    CAMBIA UNA VIDA




    Cambia una vida


    Cuantas veces llegas a tu casa en las noches y solamente puedes pensar en todo el tiempo que invertiste en esto o en aquello, muchas veces sin frutos porque las cosas no salieron como esperabas.

    Y pasamos nuestro día sin dar una palabra de aliento, sin ayudar con un dinero al que menos tiene, sin invitar al menos afortunado a nuestra casa.

    Hoy puede ser un día diferente para tu historia. Hoy, puedes cambiar una vida para siempre y hacer la diferencia para alguien mas. ¿Deseas trascender? ¿Quieres sentir que has hecho algo por alguien?

    Este es el día que puede marcar la diferencia. Haz el propio de cambiar una vida. Detente un momento a saludar al que pide en la calle, recuérdale que Dios le ama y ayúdalo con algo que marque la diferencia, no con aquello que te sobra, sino que sacrifica tu salida a comer, la película que ibas a ver o la camisa o el perfume que ibas a comprar.

    Invita a alguien a comer en tu casa, y recíbelo con el mismo amor que Jesús lo haría contigo. A partir de hoy detente un momento a hablar con esa anciana a quien todos ignoran. A partir de hoy, haz como Jesús y cambia la vida de todos los que se crucen en tu camino en cada momento.

    Busca la forma, el medio, la oportunidad de hacer algo realmente importante que cambie una vida. Puedes pasar por este mundo como han pasado muchos, o puedes hacer la diferencia y trascender para siempre sabiendo que hiciste un bien de proporciones realmente cristianas a una persona. Si cada uno lo
    hace, el mundo en poco tiempo será otro. No pierdas tu oportunidad, y HOY cambia una vida.

    ¿SABES QUIÉNES SON LOS GALEOTES?

    Autor: P. Miguel Segura | Fuente: Catholic.net
    ¿Sabes quiénes son los galeotes?
    El Espíritu Santo llega a liberarte y a ofrecerte sus dones y... ¿qué hacemos al saberlo?
     
    ¿Sabes quiénes son los galeotes?
    Son hombres cargados de cadenas. Pasan su vida remando en el interior de barcos enormes y casi no ven la luz del sol. En sus rostros no hay esperanza, ni anhelos, ni futuro, porque nadie puede salvarles y sólo les espera el peso y lo abrumador de los días.

    Los barcos surcan continuamente el mar y los galeotes, en su interior, piensan únicamente en la comida del día y en sus penas, que les hacen suspirar sin descanso. Entre el golpe de los remos y el ruido de las olas, sólo se oye de vez en cuando:

    - ¿Ya llega la comida? (suspiros, suspiros) La comida... ¿ya llega?

    Así es la vida de los galeotes.

    Pues bien, un día llegó un mensajero a bordo. Bajó hasta el interior del navío y, desenrollando un largo pliego de papel, comenzó a leer ante el asombro de los presos.

    ¡Era el nombre de un galeote y el edicto de liberación!

    La bodega del barco se llenó de murmullos, y aún hablaba el mensajero cuando los vigilantes soltaron las cadenas del galeote y le arrancaron los grilletes. Después le alzaron agarrándole de los brazos y le pusieron un cartel colgado al cuello que decía: "Hombre libre". El mensajero caminó hacia él y le puso una gran suma de monedas en la mano, diciéndole:

    - ¡Has sido rescatado, amigo! -y después, señalando al norte, concluyó:- Allí ¿ves?... ése es el camino de vuelta a casa.

    Pero el galeote volvió a sentarse en su banco, haciendo comentarios sobre la comida del día y sobre lo oscura que estaba la bodega donde remaban...

    Ése galeote eres tú. Y si no, recuerda:
    El Espíritu Santo ha llegado a liberarte y a ofrecerte sus dones y... ¿qué hacemos al saberlo?

    El próximo domingo 8 de junio celebraremos la fiesta de Pentecostés. Preparate para recibir al Espíritu Santo, para sentirte libre de toda cadena y tener la paz que solo Él puede traerte. 

    LA JUVENTUD


    LA JUVENTUD


    La juventud no es una edad, es un clima del corazón,
    es voluntad, es imaginación, es pasión.
    Los años marchitan la piel;
    renunciar al ideal, marchita el alma.

    Joven es aquel que se sorprende y se maravilla,
    que pregunta como el niño insaciable,
    y después desafía los acontecimientos,
    y encuentra alegría en el juego de la vida.

    Serás tan joven, como tu fe
    tan viejo, como tu duda
    tan joven, como tu confianza en ti mismo
    tan joven, como tu esperanza
    tan viejo, como tu abatimiento.

    Permanecerás joven
    mientras permanezcas receptivo,
    receptivo a cuanto es bello, bueno y grande,
    receptivo a los mensajes de la naturaleza,
    del hombre y del infinito.

    JESÚS PARA EL HOMBRE DE HOY


    Jesús para el hombre de hoy
    Autor: P. José Luis Richard 


    La memoria del hombre no es infalible. Existe la famosa curva del olvido: después de aprender algo, poco a poco el tiempo lo oscurece y confunde y quizá hasta lo borra. 

    Algo así parece que ha pasado con la imagen de Cristo. Ha sufrido esa misma curva del olvido. Muchos hombres aún distinguen una imagen más o menos clara de Cristo aunque algo desfigurada. Otros la ven ya un poco borrosa. Algunos la han perdido. Hoy Cristo nos pregunta la opinión que de Él tiene el mundo como aquel día preguntó a sus discípulos en Cesarea de Filipo: ¿Quién dice la muchedumbre que soy yo? 

    También nosotros tendríamos que responderle: "los hombres dicen que eres Elías o uno de los antiguos profetas". Hablan de Cristo como si se tratara de un monumento histórico o de un personaje legendario. Para muchos hombres Cristo ha perdido su actualidad. No ejerce atractivo en el mundo. Su doctrina ha pasado de moda. No tiene nada que enseñar a los hombres tan avanzados de hoy. 

    Otros comparan a Cristo con Juan el Bautista. Lo creen demasiado sobrio y difícil, demasiado austero. Les parece demasiado exigente y su doctrina muy pesada para los hombres de hoy. O quizá ellos son demasiado cómodos y buscan llegar a la cima sin moverse ni sudar. Ciertamente reconocen la validez de su doctrina pero no se animan a hacerla propia.

    Preferirían alcanzar a Cristo más fácilmente. Ser virtuosos, pero sin esfuerzo. Desearían que Cristo no hubiera hablado de cruz, que se hubiera limitado a contarles esas cosas tan bonitas del cielo, del banquete, de los lirios del campo... 

    En cambio, Pedro exclama, jubiloso, su experiencia de Cristo: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. 

    No sabe bien todavía cómo ha llegado a esa conclusión pero su corazón asiente a lo que acaba de decir. Al inicio él había seguido a Cristo atraído por su liderazgo, su personalidad. El rostro de Cristo irradiaba alegría y atractivo. Nadie como Él de íntegro: buscaban prenderlo pero no encontraban falta alguna en él. Ninguno tan recio y varonil y, al mismo tiempo, tan cariñoso con los niños y bondadoso con los enfermos y pecadores. Sabía apreciar mejor que nadie la belleza de una flor, del lago, del cielo... 

    Después Jesús había confirmado su fe incipiente con imponentes milagros, le había enseñado, orientado... incluso le había corregido varias veces. También le había puesto a prueba alguna vez, pero su amistad se había mantenido firme: "Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna" (Jn 6, 68).

    Y ahora que Jesús se enfrenta con la hostilidad y el rechazo y ha tenido que abandonar Jerusalén, él le vuelve a reiterar su fe y su adhesión. Pero en esta ocasión, sus palabras denotan ya mayor profundidad y emoción: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.

    Tres experiencias de Cristo. Tres fotos. Pero válida sólo la que sacó Pedro. Los otros se la sacaron a un fantasma, no al Cristo auténtico.

    Cristo está vivo. No luchamos por una figura histórica solamente. Como hace veinte siglos, Él es motivo de amor y de odio. Contra Él chocan las olas de la humanidad y en Él se dividen las vidas de los hombres.

    EL TIEMPO PASADO


    FLORECILLAS A MARÍA: 25 DE MAYO

    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del 25 de mayo: María, refugio de los pecadores

    Meditación: Yo pecador, yo que me olvido de Dios, yo que no llevo Su Voz y no doy amor, ¿por qué reclamo obtendré los favores del Señor?. Les puedo responder que por los de la Madre del Juez, ya que la Santa Palabra nos señala “si alguno peca, tenemos un intercesor, ante el Padre: Jesucristo” (Primera carta de Juan 2,1), y El nos dejó Su Madre Santa como Abogada para defender a sus hijos del enemigo y evitar el martirio eterno de no ver el Cielo. Toda alma esforzada que busca este Santo Refugio será protegida y enriquecida conservando la verdadera Vida.

    Oración: María refugio de los pecadores, Madre de los confesores, llena de misericordia, escóndenos en tu Corazón para que sólo seamos fieles a vos y al Señor. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

    Florecilla para este día: Realizar una buena confesión con el firme propósito de llegar a la pureza y humildad de María, para fortalecerme en Ella y no volver a caer.

    EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 25 DE MAYO DEL 2014

    Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
    Si me aman, cumplirán mis mandamientos
    Juan 14, 15-21. Pascua. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa para anunciar la vida de Jesucristo.
     
    Si me aman, cumplirán mis mandamientos
    Del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les enviará otro consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de verdad». El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes. No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él. 

    Oración introductoria 

    Señor, la gracia del Espíritu Santo no es algo que pueda merecer o conquistar, sólo puedo recibirla como puro don. Haz que el Espíritu Santo penetre en la dura costra de mi indiferencia y de mi ciego conformismo. Espíritu Santo, hazme sentir tu voz para permanecer en tu amor y ser testigo tuyo.

    Petición 

    Espíritu Santo, abre mi entendimiento y mi voluntad para que pueda recibir el mensaje de tu Evangelio con un corazón nuevo.


    Meditación del Papa Francisco

    El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno de nosotros podemos experimentar. El Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue a todos. Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio, dice: "Yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros". Es el Espíritu Paráclito, el “Consolador”, que da el valor para recorrer los caminos del mundo llevando el Evangelio. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión. (S.S. Francisco, 19 de mayo de 2013).

    Reflexión

    Las experiencias de la amistad con el Espíritu Santo son inefables; los resultados espléndidos. Eso sí, es una amistad que nos se puede lograr sólo con desearla o quererla teóricamente.

    Es una amistad que exige una constante atención, un saber escuchar y un actuar fielmente, cueste lo que cueste, según le agrade al dulce "huésped del alma". En los coloquios y diálogos que de día y de noche se sostienen con Él, es donde se va aprendiendo el verdadero sentido del tiempo y la eternidad, de la fidelidad en el amor, de la vanidad de todas las cosas que no sean de Dios y de la relatividad de cuanto nos ocurre en el trato con las creaturas. Él no enseña a amar, nos enseña a perdonar, nos enseña a olvidar las injurias, a buscar y a hacer el bien sin esperar recompensa; a confiar en Dios y a amarle sobre todas las cosas.

    El Espíritu Santo también nos sitúa en una perspectiva capaz de contemplar todo el devenir del mundo, con la relatividad que encierra el tiempo frente a la eternidad y con la serenidad de quien se sabe un pobre peregrino en el tiempo hacia la posesión eterna de Dios. Los himnos de la Iglesia sobre el Espíritu Santo son muy elocuentes y aleccionadores; nos dan un torrente de luz sobre lo que Él es de verdad para el alma que le busca y le ama. En Él se encontrará toda la fortaleza necesaria para perseverar en el bien y transformarse en otro Cristo viviente.

    Propósito

    Invocando la gracia del Espíritu Santo, hoy voy a poner más esfuerzo en hacer las cosas ordinarias del día, de una manera extraordinaria, por amor a Jesús. 
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