jueves, 28 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 28 DE AGOSTO DEL 2014


Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
¡Estad en vela!
Mateo 24, 42-51. Tiempo Ordinario. Vivir fielmente cada día, con alegría, esperando la venida de Cristo.
 
¡Estad en vela!
¡Estad en vela!
Del santo Evangelio según san Mateo 24, 42-51


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.

Oración introductoria

Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédeme que, guiado por el mismo Espíritu, sienta la urgencia de estar siempre preparado, viviendo de cara a la eternidad y que esta oración me capacite para conocerte, encontrarte y amarte.

Petición

Señor, ¡aumenta mi fe!

Meditación del Papa Francisco

A esto nos llama hoy la Palabra de Dios, trazando la línea de conducta a seguir para estar preparados para la venida del Señor. En el Evangelio de Lucas, Jesús dice a los discípulos: "Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y la inquietudes de la vida... Estad despiertos en todo tiempo, rogando". Por lo tanto, sobriedad y oración.
Y el apóstol Pablo añade la invitación a “crecer y rebosar en el amor” entre nosotros y hacia todos, para que se afiancen nuestros corazones y sean irreprensibles en la santidad. En medio de las agitaciones del mundo, o los desiertos de la indiferencia y del materialismo, los cristianos acogen de Dios la salvación y la testimonian con un modo distinto de vivir, como una ciudad situada encima de un monte. "En aquellos días —anuncia el profeta Jeremías— Jerusalén vivirá tranquila y será llamada -El Señor es nuestra justicia-". La comunidad de los creyentes es signo del amor de Dios, de su justicia que está ya presente y operante en la historia, pero que aún no se ha realizado plenamente y, por ello, siempre hay que esperarla, invocarla, buscarla con paciencia y valor. (Benedicto XVI, 2 de diciembre de 2012).

Reflexión

El último día de la historia, el final de los tiempos, se ha descrito en muchas ocasiones como un día trágico y ha dado lugar a una literatura que llamamos "apocalíptica".

Jesucristo anunció que vendría de nuevo a la tierra, y que esa venida sería definitiva. Pero, ¿cómo debe preparase un cristiano? Vamos a considerar dos tipos de "esperas".

La primera es parecida a la de un soldado, agazapado en su trinchera, esperando con verdadero miedo el ataque del enemigo. Su única ilusión es que ese momento nunca llegue, porque sabe que puede acabar mal. Es la actitud del que ve el final pensando que va a condenarse por sus pecados. Tiembla, pero tampoco pone remedio.

La segunda espera es la de la esposa que aguarda a su marido, ausente durante mucho tiempo del hogar. Por ejemplo, la esposa de un marinero, que sueña el día en que volverá a estrechar entre sus brazos al amor de su vida. Y cuando se acerca el día, se prepara, se viste, se perfuma y se dispone a recibirle con toda la ilusión del mundo.

El cristiano debe vivir sin temor, preocupado por vivir fielmente el día a día, pero también siendo consciente de la responsabilidad de cada uno de sus actos. Por tanto, no hay que descuidarse y sí estar preparados, con alegría, para el encuentro definitivo con Dios.

Propósito

Ofrecer hoy un pequeño sacrificio a Dios y pedirle la gracia de adquirir la virtud que más necesite para crecer en el amor a los demás.

Diálogo con Cristo

Jesús, qué diferente es mi vida cuando me esfuerzo por ver todo desde el plano de la fe. Las cosas, las actividades, las mismas relaciones sociales, todo se transforma y se vuelve relativo de cara a la eternidad. ¡Qué pocas cosas son importantes! Ayúdame a vivir pensando en el cielo que me has prometido y que lo busque como esa perla fina, ese gran tesoro que dará plenitud a mi vida.

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Con el velo del Santísimo Sacramento
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.
por la flor en que nació, 
por la cruz en que murió,
hablen y se defiendan
y ablanden los corazones 
que estén en su contra.

¡Oh! Jesús sacramentado, 
si enemigos ven venir,
la llaga de tu costado 
siempre los ha de cubrir.
con el velo de Maria Santísima 
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.

El poder de Dios les valga, 
la fuerza de la fe, 
la pureza de María Santísima, 
y la castidad del señor San José.
Así sea.


LAS CAJAS DE DIOS



LAS CAJAS DE DIOS

Tengo en mis manos dos cajas que Dios me dio a guardar.
Me dijo: Pon tus tristezas en la negra, y todas tus alegrías en la dorada.
Seguí estas palabras y en ambas cajas tristezas y alegrías guardé respectivamente.

A pesar de que la dorada se hacía más pesada día con día, la negra era tan ligera como antes...

Lleno de curiosidad, abrí la caja negra para ver lo que ocurría, y vi en el fondo de la caja un agujero por donde mis tristezas habían desaparecido.

Se la mostré a Dios y le dije:
Me pregunto ¿dónde están mis tristezas?
Y con una tierna sonrisa me respondió:
"Hijo mío, todas ellas están aquí conmigo".

Le pregunté: Dios mío, ¿por qué me diste las cajas?
¿Por qué la dorada, y la negra con agujero?

Y él me respondió: "Hijo mío, la dorada es para que tomes en cuenta todas tus bendiciones, la negra es para que puedas olvidar".

PENSAMIENTO MARIANO 35


PENSAMIENTO MARIANO

Sean dichosos aquellos que, día a día, con generosidad inagotable acogen tu invitación, oh Madre, a realizar lo que dice tu Jesús. 

Juan Pablo II

SALMO 148 - ALABANZA DEL DIOS CREADOR



Salmo 148
Alabanza del Dios creador


Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo, todos sus ángeles;
alabadlo todos sus ejércitos.

Alabadlo, sol y luna;
alabadlo, estrellas lucientes.
Alabadlo, espacios celestes
y aguas que cuelgan en el cielo.

Alaben el nombre del Señor,
porque él lo mandó, y existieron.
Les dió consistencia perpetua
y una ley que no pasará.

Alabad al Señor en la tierra,
cetáceos y abismos del mar,
rayos, granizo, nieve y bruma,
viento huracanado
que cumple sus órdenes,

montes y todas las sierras,
árboles frutales y cedros,
fieras y animales domésticos,
reptiles y pájaros que vuelan.

Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños,

alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra;
él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. 

¿POR QUÉ LOS VIDEOJUEGOS SON TAN MALOS?


¿Por qué los videojuegos son tan malos?



En primer lugar preguntémonos ¿Porqué dejamos a los niños que esten horas y horas frente al videojuego? Algunas respuestas que se me ocurren son: para tener ocupado al niño y que no este de "travieso", porque es su premio por obedecer, porque así está tranquilo, etc...

Creo que es fácil para un padre que no puede pasar mucho tiempo con sus hijos comprales una cara consola de videojuegos, pues no importa que tan cara sea, ya que suplirá la atención misma de los padres. Y, ¿Cuáles son las consecuencias? Muchísimas.

Empecemos por las más graves. La convivencia familiar se debilitará, o bien desaparecerá por completo. Es muy fácil para el niño decir "Estoy jugando", y así se aisla de su familia, y los padres cuando escuchan eso casi siempre se dan por vencidos, porque no saben tampoco como convivir. Y eso aunado a que el niño se enojará más entre más tiempo pase jugando, es una razón más para los padres para abandonar el intento.

Así que esto será un círculo y ese problema será cada vez peor entre más tiempo vaya pasando. La convivencia es como una semilla que si no se riega muere, así irá muriendo la relación familiar. Y entre más vaya muriendo cada vez el niño afectado se sentirá más solo y frustrado, y buscará distraerse ¿Cómo? Jugando. Por lo que cada día, semana, mes que pase será más difícil para los padres empezar a sanar su relación. Si no se atrevieron antes, ahora tendrán que hacerlo en una relación débil (que se ve cuando hay perdida de autoridad de los padres, rebeldía del hijo: groserías, enojos, etc...). Pero habrá que empezar lo antes posible. Si ya ha llegado a este extremo, habrá que trabajar más duro para que la relación mejore.

La convivencia también se ve afectada por la atención excesiva prestada al videojuego pues no se pone atención a lo demás, y por lo tanto a los problemas de los demás y el afectado se vuelve más y más egoísta. No le importarán los problemas ajenos, y cada vez le importarán menos las personas y perderá las ganas de convivir. Se frustrará por no reflexionar sobre sus problemas, ni sobre lo que hace mal, así sus problemas crecerán cada vez más junto con su frustración, y entonces desesperadamente buscará desahogarse jugando más, distrayéndose más y se desesperará y se enojará con quienes intenten impedírselo, porque eso significaría enfrentar la realidad.

Así la persona no dejará que la ayuden tan fácilmente, y será muy difícil hacerla entrar en razón. Pero no imposible. Este es un caso grave de adicción que suele dar cuando la convivencia ó falta de afecto de los padres especialmente es nula o insuficiente.

Habrá más o menos grados pero en escencia son los mismos síntomas.

Además y por último sometemos a frustraciones al niño cuando le damos un videojuego, por que no puede pasar de nivel, quiere ser mejor que los demás, etc... Y lo induciremos a la competitividad (lo cual aunque no lo parezca es totalmente malo, hablaremos sobre ella en otro artículo). Además que los videojuegos son muy adictivos, comparados con juegos más sanos y que ayuden a convivir como los deportes, los juegos de mesa, muñecos, etc... Recuerden también que el contenido de los videojuegos puede ser muy muy malo para el niño.

Por último démonos cuenta que esto es propio del pecado, y del demonio, que te introduce en un círculo vicioso (con bellas apariencias) del que es muy difícil salir (y más si uno es niño.....) pues requiere reflexionar para darse cuenta de ¿Qué se está haciendo mal? y eso es precisamente lo que impide el demonio cuando te sugiere evadir o distraerte porque la solución es demasiado difícil. Además que la mayoría de los niños no tienen conocimiento de Dios con el cual podrían vencer estas cosas.

Ayúden con este artículo a cuantas personas les sea posible.No dejen a los hijos caer en ninguna adicción, con todas pasa casi lo mismo.

SAN AGUSTÍN, DOCTOR DE LA IGLESIA, OBISPO DE HIPONA, 28 DE AGOSTO


Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid 
Agustín, Santo
Doctor de la Iglesia, 28 de agosto
Obispo de Hipona 

Martirologio Romano: Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, el cual, después de una adolescencia inquieta por cuestiones doctrinales y libres costumbres, se convirtió a la fe católica y fue bautizado por san Ambrosio de Milán. Vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en África, siendo modelo de su grey, la instruyó con abundantes sermones y escritos, con los que también combatió valientemente contra los errores de su tiempo e iluminó con sabiduría la recta fe (430).

Etimológicamente: Agustín = Aquel que es venerado, es de origen latino.

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

San Agustín es doctor de la Iglesia, y el más grande de los Padres de la Iglesia, escribió muchos libros de gran valor para la Iglesia y el mundo. 

Nació el 13 de noviembre del año 354, en el norte de África. Su madre fue Santa Mónica. Su padre era un hombre pagano de carácter violento.

Santa Mónica había enseñado a su hijo a orar y lo había instruido en la fe. San Agustín cayó gravemente enfermo y pidió que le dieran el Bautismo, pero luego se curó y no se llegó a bautizar. A los estudios se entregó apasionadamente pero, poco a poco, se dejó arrastrar por una vida desordenada. 

A los 17 años se unió a una mujer y con ella tuvo un hijo, al que llamaron Adeodato.
Estudió retórica y filosofía. Compartió la corriente del Maniqueísmo, la cual sostiene que el espíritu es el principio de todo bien y la materia, el principio de todo mal.

Diez años después, abandonó este pensamiento. En Milán, obtuvo la Cátedra de Retórica y fue muy bien recibido por San Ambrosio, el Obispo de la ciudad. Agustín, al comenzar a escuchar sus sermones, cambió la opinión que tenía acerca de la Iglesia, de la fe, y de la imagen de Dios.

Santa Mónica trataba de convertirle a través de la oración. Lo había seguido a Milán y quería que se casara con la madre de Adeodato, pero ella decidió regresar a África y dejar al niño con su padre.
Agustín estaba convencido de que la verdad estaba en la Iglesia, pero se resistía a convertirse. 

Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía difícil practicarla, lo cual le dificultaba la total conversión al cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo”. Pero ese “pronto” no llegaba nunca.

Un amigo de Agustín fue a visitarlo y le contó la vida de San Antonio, la cual le impresionó mucho. Él comprendía que era tiempo de avanzar por el camino correcto. Se decía “¿Hasta cuándo? ¿Hasta mañana? ¿Por qué no hoy?”. Mientras repetía esto, oyó la voz de un niño de la casa vecina que cantaba: “toma y lee, toma y lee”. En ese momento, le vino a la memoria que San Antonio se había convertido al escuchar la lectura de un pasaje del Evangelio. San Agustín interpretó las palabras del niño como una señal del Cielo. Dejó de llorar y se dirigió a donde estaba su amigo que tenía en sus manos el Evangelio. Decidieron convertirse y ambos fueron a contar a Santa Mónica lo sucedido, quien dio gracias a Dios. San Agustín tenía 33 años. 

San Agustín se dedicó al estudio y a la oración. Hizo penitencia y se preparó para su Bautismo. Lo recibió junto con su amigo Alipio y con su hijo, Adeodato. Decía a Dios: “Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte”. Y, también: “Me llamaste a gritos y acabaste por vencer mi sordera”. Su hijo tenía quince años cuando recibió el Bautismo y murió un tiempo después. Él, por su parte, se hizo monje, buscando alcanzar el ideal de la perfección cristiana.

Deseoso de ser útil a la Iglesia, regresó a África. Ahí vivió casi tres años sirviendo a Dios con el ayuno, la oración y las buenas obras. Instruía a sus prójimos con sus discursos y escritos. En el año 391, fue ordenado sacerdote y comenzó a predicar. Cinco años más tarde, se le consagró Obispo de Hipona. Organizó la casa en la que vivía con una serie de reglas convirtiéndola en un monasterio en el que sólo se admitía en la Orden a los que aceptaban vivir bajo la Regla escrita por San Agustín. Esta Regla estaba basada en la sencillez de vida. Fundó también una rama femenina.
Fue muy caritativo, ayudó mucho a los pobres. Llegó a fundir los vasos sagrados para rescatar a los cautivos. Decía que había que vestir a los necesitados de cada parroquia. Durante los 34 años que fue Obispo defendió con celo y eficacia la fe católica contra las herejías. Escribió más de 60 obras muy importantes para la Iglesia como “Confesiones” y “Sobre la Ciudad de Dios”. 

Los últimos años de la vida de San Agustín se vieron turbados por la guerra. El norte de África atravesó momentos difíciles, ya que los vándalos la invadieron destruyéndolo todo a su paso. 

A los tres meses, San Agustín cayó enfermo de fiebre y comprendió que ya era el final de su vida. En esta época escribió: “Quien ama a Cristo, no puede tener miedo de encontrarse con Él”. 

Murió a los 76 años, 40 de los cuales vivió consagrado al servicio de Dios.

Con él se lega a la posteridad el pensamiento filosófico-teológico más influyente de la historia.
Murió el año 430.



¿Qué nos enseña su vida?

A pesar de ser pecadores, Dios nos quiere y busca nuestra conversión.

Aunque tengamos pecados muy graves, Dios nos perdona si nos arrepentimos de corazón.

El ejemplo y la oración de una madre dejan fruto en la vida de un hijo.

Ante su conflicto entre los intereses mundanos y los de Dios, prefirió finalmente los de Dios.

Vivir en comunidad, hacer oración y penitencia, nos acerca siempre a Dios.

A lograr una conversión profunda en nuestras vidas.

A morir en la paz de Dios, con la alegría de encontrarnos pronto con Él.

IMÁGENES DE SAN AGUSTÍN - AGOSTO 28

















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