jueves, 10 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 10 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


Con la medida con que midan, se les medirá
Tiempo Ordinario

Lucas 6, 27-38. Tiempo Ordinario. Ir sobre el camino de Jesús, que es el amor; ser misericordiosos como el Padre es misericordioso. 


Por: María Cruz | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá». 

Oración introductoria
Gracias, Señor, porque conoces mi debilidad y aún así me llamas a la santidad. Te suplico que mi oración me llene de confianza, no en mi esfuerzo o virtud, sino en tu inmensa misericordia, en tu compasión para conmigo y en tu gracia que hace que todo sea posible.

Petición
Señor, ayúdame a no defraudarte y a corresponderte buscando la perfección en mi amor, hoy más que ayer.

Meditación del Papa
Es darse a sí mismo, dar el corazón, precisamente a los que no nos quieren, que nos hacen mal, a los enemigos. Esta es la novedad del Evangelio. Jesús nos muestra que no hay mérito en amar a quien nos ama, porque eso también lo hacen los pecadores. Los cristianos, sin embargo, estamos llamados a amar a nuestros enemigos. Hacer el bien y prestar sin esperar nada a cambio, sin intereses y la recompensa será grande. El Evangelio es una novedad. Una novedad difícil de llevar adelante. Pero significa ir detrás de Jesús.
Y podríamos decir: '¡Pero, yo... yo no creo que sea capaz de hacerlo!' - 'Si no lo crees, es tu problema, pero el camino cristiano es este. Este es el camino que Jesús nos enseña.  '¿Y qué debo esperar?' Ir sobre el camino de Jesús, que es la misericordia; ser misericordiosos como el Padre es misericordioso. Solamente con un corazón misericordioso podremos hacer todo aquello que el Señor nos aconseja. Hasta el final. La vida cristiana no es una vida auto referencial; es una vida que sale de sí misma para darse a los otros. Es un don, es amor, y el amor no vuelve sobre sí mismo, no es egoísta: se da. (Cf Homilía de S.S. Francisco,  11 de septiembre de 2014, en Santa Marta).

Reflexión
En nuestra sociedad, amamos a los que nos aman; hacemos el bien a quienes nos lo hacen y prestamos a quienes sabemos nos lo van a devolver. Una conducta muy razonada, que no compromete en nada. Pero obrando así, ¿qué es lo que nos distingue de los que no tienen fe?. Al cristiano se le pide un "plus" en su vida: amar al prójimo, hacer el bien y prestar sin esperar recompensa, pues eso es lo que hace Dios con nosotros, que nos ama primero para que nosotros le amemos.

Tenemos que adelantarnos a hacer el bien, para despertar en el corazón de los otros sentimientos de perdón, de entrega, de generosidad, paz y gozo; así nos vamos pareciendo al Padre del cielo y vamos formando en la tierra la familia de los hijos.

Propósito
Transformar los problemas y conflictos del día de hoy en oportunidades para crecer en la confianza en la providencia de Dios.

Diálogo con Cristo 
Señor, Dios Todopoderoso, rico en misericordia y perdón, mira nuestra torpeza para amar, nuestra poca generosidad en la entrega y nuestra dificultad a la hora de perdonar. Te pedimos nos concedas un corazón misericordioso que se compadezca de las necesidades de nuestros hermanos.

LA VERDADERA RIQUEZA


LA VERDADERA RIQUEZA




Si hubiera un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, que no transfiriera el saldo disponible de un día al siguiente, que no te permitiera conservar efectivo y, al final del día, cancelara la parte de esa cantidad que no hubieras usado...  ¿Qué harías?

Por supuesto, sacar cada día hasta el último céntimo y aprovechar todo el dinero.

Pues bien, tal banco existe y se llama TIEMPO.

Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de emplear provechosamente.

Nunca trasfiere saldos, ni permite que los acumules.

Cuando no usas lo disponible ese día, el único que pierde eres tú.

No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques sobre el mañana.

¡De cada persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos para obtener los máximos dividendos en cuanto a salud, felicidad y éxito!

San Francisco de Asis decía: "Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco".

¡Aprovecha bien tu valioso tiempo!

POR 25 CENTAVOS


POR 25 CENTAVOS



Hace años un sacerdote se mudó a Houston, Texas. Al llegar, subió un autobús para ir al centro de la ciudad. Al sentarse, descubrió que el chofer le había dado una moneda de 25 centavos de más en el cambio. Mientras consideraba qué hacer, pensó para sí mismo:

"¡Bah!, olvídalo, son solo 25 centavos. ¿Quién se va a preocupar por tan poca cantidad? Acéptalo como un regalo de Dios".

Pero cuando llegó a su parada, se detuvo y, pensando de nuevo, decidió darle la moneda al conductor diciéndole:

"Tome, me dio usted 25 centavos de más". El conductor, con una sonrisa, le respondió: "Sé que es el nuevo sacerdote del pueblo. Estaba pensando regresar a la Iglesia y quería ver qué haría usted si yo le daba cambio de más".

Se bajó el sacerdote sacudido por dentro y pensó: "¡Oh, Dios mío!, por poco te vendo por 25 centavos."

10 FRASES DE LOS PADRES DE LA IGLESIA QUE AUMENTARÁN TU AMOR POR LA EUCARISTÍA



10 frases de los Padres de la Iglesia que aumentarán tu amor por la Eucaristía


El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Jn 6,56


Por: Daniel Prieto | Fuente: Catholic-link.com 



Se puede decir que el anhelo de algo –un objeto, un alimento o una bebida- capaz de otorgarnos vida eterna, o eterna juventud, está radicado en lo más profundo del corazón del hombre. Esta aspiración ha estado siempre presente; en los poemas más antiguos de la humanidad se pueden encontrar vestigios de ese impulso titánico del hombre por superarse a sí mismo, por superar los límites de su creaturalidad y así alzarse sobre el sufrimiento y la muerte para alcanzar la talla de Dios.

Esos límites que tanto nos inquietan y contra los que nos estrellamos, no hacen que incrementar nuestra rebeldía y nuestro deseo de alcanzar el infinito. Este fue el caso del rey Gilgamesh que, como cuenta el poema épico más antiguo hasta ahora encontrado, al perder a su mejor amigo decía desconsolado: “¿Cómo puedo permanecer silencioso; cómo puedo lograr el reposo? Él está ahora convertido en polvo y yo también moriré y quedaré yerto en la tierra por siempre jamás”.
Todo su ser se rebelaba ante la muerte. Su corazón anhelaba la inmortalidad de los dioses. Así, decidió emprender un viaje para hallar al único hombre al que le había sido concedida tal prerrogativa. Pero luego de lograr su objetivo, el viejo inmortal le comunicó que su deseo era imposible, pues se trataba de un regalo único e irrepetible.  Como consuelo en cambio, el viejo eterno le reveló como podía hacerse de una planta que tenía la facultad de rejuvenecer a las personas. El rey entonces partió en pos de ella, sumergiéndose en las profundidades del mar como le había sido indicado. Luego de hallarla y antes de comerla, decidió darse un baño, pero mientras lo hacía una astuta serpiente se acercó y se la robó, cambiando de piel inmediatamente. Gilgamesh lloró desconsolado, acaso aceptando entre sollozos su inexorable destino como creatura: envejecer, sufrir y morir como su querido amigo.

El final de la historia demuestra con gran sensatez cómo al parecer al  hombre no le queda otro remedio que aceptar su condición. Sin embargo, nuestro anhelo de trascendencia sigue allí intacto, latiendo e inquietando nuestro dolido corazón.
¿Será todo un juego de ilusiones que debemos suprimir? O por el contrario, ¿Se compadecerá Dios y buscará el modo de satisfacer esa semilla de eternidad que crece y se ramifica capturando en creciente intensidad nuestros sueños y deseos? ¿Nuestra vocación es vivir para siempre como reyes destronados, en una frustración sin resolución o llegará el día en que seremos coronados y sentados a la mesa del Rey de los cielos?
El Cristianismo proclama la buena noticia y nos da una respuesta esperanzadora. Dios sí se ha compadecido. Su misericordia es infinita. El deseo inscrito en nuestro corazón no es expresión de un deseo impotente, cual fruto de una sarcástica maldición o de un sueño irrealizable. El deseo del hombre es más bien la intuición de un evento que ha de cumplirse; de un evento para el que fuimos destinados desde toda la eternidad. Un evento que en realidad ya se cumplió. Es la buena noticia: Dios ha bajado a la tierra, porque el hombre es capaz de Dios. Dios baja, porque nos ama. ¡Baja Dios! No para darnos una planta que rejuvenece o un nuevo alimento que sacie nuestra hambre física, como aquel maná del cielo que solo puede prolongar nuestra vida por algunos años más; baja en vez para dar cumplimiento a lo imposible. Baja para darse a sí mismo como alimento. Para que comiéndolo como dice San Agustín seamos asimilados y transformados en Él, en Dios:  
 Manjar soy de grandes: crece y me comerás. Ni tú me mudarás en ti como al manjar de tu carne, sino tú te mudarás en mí.

He aquí la radical novedad. He aquí el evento inverosímil que es digno de ser creído, porque jamás pudo ser imaginado por mente humana. Se advera lo que excede toda pretensión y posibilidad de comprensión. El misterio grande, terrible, hermoso: Dios se ha hecho carne y sangre, para ser inmolado y transformado en alimento de comunión, en bebida de cohesión de las partes dispersas. Dios se ha hecho él mismo lo más pequeño del cosmos, para ser consumido; para asumir y  elevar desde dentro todo, desde lo más íntimo. Dios se convierte en alimento al alcance de la mano para elevarnos a la altura de Dios.

Hay un hombre, un fragmento, que es paradójicamente el todo. Lo afirma con una radicalidad y una autoridad, nunca antes vistas: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día”».  (Jn6,51-54).

El Cristianismo proclama la buena noticia y nos da una respuesta esperanzadora. Dios se ha compadecido. Nuestro hambre y sed de eternidad son auténtica expresión de una promesa que se ha cumplido; de una vocación que llegará a su plenitud. Dios baja. Baja Dios. Tenían razón los antiguos en intuir que la inmortalidad es un regalo irrepetible. Sí, solo un hombre es y ha sido capaz de superar la muerte para alcanzar la eternidad. Lo que nunca imaginaron (nunca hubiesen podido) es que aquel hombre al ser también Dios, podía asumirnos en su Cuerpo, haciéndonos uno con Él, participándonos de su resurrección.

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.Jn6,56.


LA NULIDAD MATRIMONIAL

Nulidad Matrimonial
La nulidad matrimonial es una declaración sobre la invalidez del matrimonio 



Fuente: Catholic.net 




Por explicarlo de un modo sencillo, para que un matrimonio sea válido debe ser realizado en forma válida, entre personas hábiles y además que sean capaces de prestar consentimiento

Qué no es una nulidad matrimonial

• No es un divorcio eclesiástico
• No es algo para ricos o famosos
• No es un artificio para resolver fracasos
matrimoniales
• No es un proceso para enfrentar a
los esposos
• No es una declaración de culpabilidad
• No es causa de perjuicios innecesarios
a los hijos

Qué es la nulidad matrimonial

• Una declaración sobre la validez
del matrimonio
• Un derecho de los fieles, el de conocer
si están o no verdaderamente
casados
• Un modo de regularizar la situación
de los fieles en la Iglesia
• Un servicio de la Iglesia a la dignidad
del Matrimonio
• Un medio para conocer si un matrimonio
se constituyó verdaderamente
• Un instrumento de paz para los
fieles

Cómo se pide

• Conviene hablar con el Párroco o
con un sacerdote conocido.
• Dirigirse después al Tribunal diocesano.
• El Secretario General del Tribunal
informa de todos los pasos que hay
que seguir.

Cuanto tarda

En circunstancias normales en el caso del Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Madrid una causa puede tardar entre año y
medio y dos años.

Causas más frecuentes

•Grave inmadurez
•Incapacidad para ser esposos y
padres.
•Grave irresponsabilidad
•Otros trastornos psíquicos
•No querer casarse para siempre
•No querer tener hijos
•Casarse obligado por fuertes
presiones
•Poner una condición de futuro.

Algunos síntomas

•Adicciones: Alcoholismo,
drogadicción, ludopatía...
•Fuerte dependencia de la familia.
•Alteraciones psicológicas importantes.
•Malos tratos.
•Anorexia.
•Embarazos en el noviazgo.
•Conductas anticonceptivas.
•Infidelidad.
•Aversión a la Iglesia.

Las causas de nulidad matrimonial

Por explicarlo de un modo sencillo, para que un matrimonio sea válido debe ser realizado en forma válida, entre personas hábiles y además que sean capaces de prestar consentimiento. En sentido contrario, las causas de nulidad son el defecto de forma, o celebrado con impedimento o con vicio de consentimiento. Cada uno de estas tres causas generales se divide también en varios tipos. La terminología canonística habla de caput nullitatis, o capítulo de nulidad, para referirse a cada motivo de nulidad. Se ofrece aquí un elenco general de los caput de nulidad de los matrimonios canónicos. En esta relación se pretende sólo enunciar las causas de nulidad a título exclusivamente orientativo; no se pretende, a través de este artículo, analizar exhaustivamente cada una de ellas. Para poder determinar si un matrimonio es nulo, debe realizarse un proceso judicial ante el juez competente, al que se le deben aportar las pruebas pertinentes, y en el que deben intervenir todas las partes procesales, como son el promotor de justicia y el defensor del vínculo. No es posible, por lo tanto, pretender que, a través de unas pocas líneas, el lector sea capaz de obtener conclusiones definitivas sobre una determinada situación.
Por otro lado, las circunstancias de los católicos en el mundo moderno son tan diversas, que es imposible recogerlas todas en este artículo. Por eso, se recomienda que quien quiera conocer exactamente algún capítulo de nulidad, o consultar algún caso concreto, examine el canon correspondiente que se cita, además de acudir a un experto en la materia.

Nulidades derivadas de impedimentos

Impedimentos que nacen de circunstancias personales

· Impedimento de edad (16 años para el varón y 14 para la mujer): c. 1083
· Impedimento de impotencia antecedente y perpetua: c. 1084

Impedimentos que nacen de causas jurídicas

· Impedimento de vínculo o ligamen: c. 1085
· Impedimento de disparidad de cultos: c. 1086
· Impedimento de orden sagrado: c. 1087
· Impedimento de voto público y perpetuo de castidad en un instituto religioso: c. 1088

Impedimentos que nacen de delitos

· Impedimento de rapto: c. 1089
· Impedimento de crimen: c. 1090

Impedimentos de parentesco

· Impedimento de consanguinidad: c. 1091
· Impedimento de afinidad: c. 1092
· Impedimento de pública honestidad: c. 1093
· Impedimento de parentesco legal: c. 1094

Nulidades por vicio de consentimiento

· Nulidad por carecer de uso de razón: canon 1095, 1º
· Nulidad por grave defecto de discreción de juicio: canon 1095, 2º
· Nulidad por incapacidad de asumirlas obligaciones esenciales del matrimonio por causas de naturaleza psíquica (incapacitas assumendi): canon 1095, 3º
· Ignorancia de las propiedades esenciales del matrimonio: canon 1096.
· Error acerca de la persona: canon 1097 § 1
· Error acerca de una cualidad de la persona directa y principalmente pretendida (error redundans): canon 1097 § 2
· Dolo provocado para obtener el consentimiento: canon 1098.
· Error determinanteacerca de la unidad, de la indisolubilidad o de la dignidad sacramental del matrimonio (error determinans): canon 1099.
· Simulación total del matrimonio o exclusión de una propiedad esencial: canon 1101
· Nulidad por atentar matrimonio bajo condición de futuro (canon 1102 § 1) o bajo condición de pasado o de presente que no se verifica (canon 1102 § 2).
· Matrimonio contraído por violencia o por miedo grave: canon 1103.

Nulidades por defecto de forma

· Matrimonio nulo por celebrarse sin la asistencia del ordinario del lugar o párroco, o sin su delegación: canon 1108.
· Matrimonio por procurador nulo por vicio del mandato: canon 1105.
.Matrimonio nulo por falta de uno o de los dos testigos: canon 1108.

Si quieres más informació sobre este tema visita la página del Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Madrid aquí
Tribunal Eclesíastico Interdiocesano de México aquí
Visita también el blog MATRIMONIONULO

LA FAMILIA DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA


La familia de la Madre Teresa
Su obra es un mensaje de amor

Junto a los miembros de las cinco ramas de la congregación, hay miles de voluntarios, de toda raza, religión y clase social 


Por: Arzobispado de Lima | Fuente: www.missionariesofcharity.com 



La familia espiritual surgida de la espiritualidad de la Madre Teresa se compone en estos momentos de cinco ramas. Ante todo, están las Misioneras de la Caridad, la rama más numerosa y conocida. Fundadas en 1948 por la Madre, hoy son unas 4.500 religiosas.

Los Hermanos Misioneros de la Caridad, fueron fundados por la Madre Teresa y el Hermano Andrew el 25 de marzo de 1963. En estos momentos son unos 400 y se dedican a obras de caridad para las que son particularmente aptos los hombres: leproserías para hombres, casas de acogida para toxicómanos, enfermos de sida, alcohólicos, ex detenidos, etc.

La rama contemplativa femenina de las Misioneras de la Caridad fue fundada por la Madre Teresa y por sor Nirmala el 25 de junio de 1976 en Brox, Nueva York. Las hermanas, unas cien, no son de estricta clausura, sino que, como decía su fundadora, son «contemplativas en el mundo». Si bien dedican gran parte de la jornada y en ocasiones de la noche a la oración, y a la adoración eucarística, ofrecen entre tres y cinco horas a la entrega a los más pobres entre los pobres.

La rama contemplativa masculina fue fundada el 19 de marzo por la Madre Teresa y el padre Sebastian. Los hermanos, hoy unos treinta, viven la Palabra de Dios en la pobreza, la humildad y la alegría de la adoración de Jesucristo Eucaristía y en el servicio de los más pobres en las cárceles, los hospitales, las calles, entre los nómadas.

Los sacerdotes Misioneros de la Caridad fueron fundados por la Madre Teresa y el padre Joseph Langford el 26 de junio de 1984. La Madre Teresa comprendió que la pobreza más profunda de los hombres es la espiritual y sólo puede ser erradicada con el ministerio sacerdotal de Jesús. En este espíritu, la comunidad religiosa de los sacerdotes (hoy son unos 25), desempeña su ministerio en las calles, las barracas, en las afueras de las grandes ciudades.

Junto a los miembros de las cinco ramas de la congregación, hay miles de voluntarios, de toda raza, religión, clase social, que comparten su trabajo y espíritu.

Hermana Nirmala, sucesora de la Madre Teresa
En marzo de 1997 la Hermana Nirmala sucedió a la Madre Teresa como superiora de las Misioneras de la Caridad. Su nombre es Nirmala Joshi y ella proviene de una familia brahmana.

Nació en 1934 en Ranchi, al este del estado de Bihar, India, donde sus padres habían emigrado desde Nepal, Asia. La Hermana Nirmala es hija de un oficial del Ejército indio, originario de Nepal. Recibió su enseñanza de misioneros cristianos en la ciudad oriental de Patna, India, pero continuó siendo hindú hasta los 24 años cuando se enteró de la obra de la Madre Teresa y se convirtió al catolicismo. La Hermana Nirmala obtuvo una maestría en ciencias políticas en una universidad de la India y además se capacitó como abogada. Fue una de las primeras monjas que encabezó una misión extranjera cuando fue a Panamá, América Central.

Más adelante, -pero antes que la eligieran sucesora de la Madre Teresa-, encabezó misiones en Europa y Washington, D.C., U.S.A. Su sede era Calcuta, India, donde tenía a su cargo el "Contemplative Wing" de la orden, donde las monjas dedican su vida a la meditación.

Hermana Mary Prema
La hermana de origen alemán Mary Prema fue elegida, en marzo de 2009, como nueva superiora de las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la beata Teresa de Calcuta, según dio a conocer la propia orden religiosa.
La nueva Superiora sustituyó así a la hermana Nirmala Joshi, que dirigía la congregación desde la muerte de la fundadora, en 1997. Sor Nirmala había sido reelegida por tercera vez, pero según fuentes de la Congregación, ella misma pidió ser relevada de sus obligaciones, por razones de salud y por su deseo de dedicarse a una vida más contemplativa dentro de las Misioneras de la Caridad.
De haber sido elegida por tercera vez, la elección habría debido ser aprobada por el Papa, ya que los estatutos de la congregación prevén en principio sólo una reelección.


Biografía de la Madre Teresa de Calcuta

La Madre Teresa es albanesa de nacimiento y su nombre original es Agnes Gonxha Bojaxhiu. En el año 1948 la Madre Teresa adquirió la ciudadanía hindú. A los 18 años de edad, la Madre Teresa ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto en Irlanda. Recibió su formación religiosa en Dublín, Irlanda y en Dardjiling, India.

En el año 1931, la Madre Teresa tomó el nombre de Teresa en honor a una monja francesa, Thérèse Martin quien fue canonizada en 1927 con el título de Santa Thérèse de Lisieux. En el año 1937 la Madre Teresa tomó los votos religiosos y enseñó por 20 años en el Colegio Santa María en Calcuta, India y en el año 1946, precisamente el 10 de setiembre, recibió otro llamado de Dios, el servicio hacia los más pobres. En el año 1948, el Papa Pio XII le concedió a la Madre Teresa permiso para dejar sus funciones como monja independiente y empezó a compartir su vida en las calles de Calcuta con los más pobres, los enfermos y los hambrientos.

La Madre Teresa fundó una congregación llamada las Misioneras de la Caridad. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle. En el año 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra. En el año 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

La Madre Teresa merece un lugar especial en esta red gigantesca de comunicación porque su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio. Ganó el Premio Nobel de la Paz en el año 1979 contra su voluntad pero que agradeció en nombre de los más pobres entre los pobres.

 
CONTACTO

Puedes escribirles aquí: mtc@motherteresa.org
Conoce su página web: Madre Teresa de Calcuta
Visita la página web de los Padres Misioneros de la Caridad en México

PRESENCIA VIVA.. PLENITUD DE VIDA, JESÚS EUCARISTÍA


Presencia viva....plenitud de vida
Estar alertas para conocerte, que no estemos distraídos con una y mil cositas que no tienen valor.


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Cuando estoy en tu presencia, Señor, ahí, desde el Sagrario donde me miras y me escuchas... me da gusto recordar pasajes de tu vida y pienso que a ti te gusta... ¿Recordamos?

Ya resucitado te apareces a tus amigos, a los que tanto quisiste, a los que se durmieron cuando les pediste que velasen mientras sudabas sangre y estabas lleno de tristeza...

En la primicia de tu resurrección te apareciste a la mujer pecadora, porque ya arrepentida, te amaba en entrega total,... a tus seguidores en el camino de Emaús que iban decepcionados tras la muerte del Maestro, porque eran pesimistas y en su corazón solo tenían tristeza y desánimo..., al amigo que no creyó lo que le contaron sus compañeros ... y tuvo que meter sus dedos en tus llagas y la mano en tu herida palpitante para creer, e hizo que tu, Jesús, le dijeras: - "Tomás, porque has visto has creído. Dichosos los que creen sin ver"

Y en ese momento nos llamaste dichosos y bienaventurados a todos los que en el tiempo y la distancia creemos en Ti por la fuerza y la gracia de la fe.

Te volviste a aparecer una y otro vez después de tu resurrección...no como un fantasma, no como fue la resurrección de Lázaro, que a pesar del milagro de volver a la vida, quedó sujeto a volver a morir. No como algo irreal e intocable, no, te presentaste con una realidad tangible y transfigurado al mismo tiempo. Tu ya no pertenecías a la Tierra pero vivías en ella.

Eras presencia viva, plenitud de vida.

Y como queriendo demostrar que no eras una aparición, un fantasma o figuración de las mentes de tus discípulos, te sientas con ellos, conversas con sencillez y les pides de comer....

Hubo en tu tercer encuentro, un cuadro bellísimo.

Estaban pescando. No sacaban nada. Todo la noche fatigosa y sin ningún logro.

Al amanecer, la figura de un hombre joven, en la playa, les hace señas. Se acercan, El les dice: - "Muchachos, teneís algo que comer? " ( Jn 21,5). Estaban malhumorados y te contestaron, que no. Y les dijiste: - "Echad la red a la derecha y hallareís". Así lo habían estado haciendo toda la noche pero obedecieron en silencio, quizá recordando otra ocasión parecida... ¡y las redes se llenaron!

Volvieron a mirar a la orilla buscando al desconocido y te vieron encendiendo la hoguera. Todos los corazones latían fuerte por el mismo pensamiento y Juan fue el que habló :- "Es El, el Señor!

Pedro no pudo contener su carácter vehemente y se arrojó al agua con la túnica arrollada al cuello y cuando llegó a la orilla se la puso y corrió hacia Ti.

Luego se les unieron los demás , felices y seguros. Allí estabas Tu, el resucitado pero asando un pez, como antes, como un viejo y querido amigo, como el Maestro de siempre, sencillo, tierno, bondadoso, con tu mismo estilo de mansedumbre y con la misma forma, tan especial, de partir y repartir el pan.

Y Tu, Jesús, te acercas a nosotros así, en mil formas diferentes.

Te vemos en el que nos pide pan, en el que nos pide ayuda. Tenemos que estar alertas para conocerte, que no estemos distraídos con "una y mil cositas que no tienen valor".... y no tengamos que experimentar la tristeza de que LLEGASTE Y PASASTE DE LARGO.

Que tuviste ganas no solo de comer con nosotros sino de ser nuestro alimento.... y tocaste a nuestra puerta y.... ¡no te reconocimos!.

Tu que eres, Señor, presencia viva, plenitud de vida. ¡Ayúdanos, Señor!

IMÁGENES DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO





SAN NICOLÁS DE TOLENTINO, 10 DE SEPTIEMBRE


Nicolás de Tolentino, Santo
Patrono de las almas del purgatorio, predicador. 10 de septiembre
Fuente: Corazones.org 



Infancia

Este santo recibió su sobrenombre del pueblo en que residió la mayor parte de su vida, y en el que también murió. Nicolás nació en San Angelo, pueblo que queda cerca de Fermo, en la Marca de Ancona, hacia el año 1245. Sus padres fueron pobres en el mundo, pero ricos en virtud. Se cree que Nicolás fue fruto de sus oraciones y de una devota peregrinación que hicieron al santuario de San Nicolás de Bari en el que su madre, que estaba avanzada en años, le había rogado a Dios que le regalara un hijo que se entregara con fidelidad al servicio divino. En su bautismo, Nicolás recibió el nombre de su patrón, y por sus excelentes disposiciones, desde su infancia se veía que había sido dotado con una participación extraordinaria de la divina gracia.

Cuando era niño pasaba muchas horas en oración, aplicando su mente a Dios de manera maravillosa. Así mismo, solía escuchar la divina palabra con gran entusiasmo, y con una modestia tal, que dejaba encantados a cuantos lo veían. Se distinguió por un tierno amor a los pobres, y llevaba a su casa a los que se encontraba, para compartir con ellos lo que tenía para su propia subsistencia. Era un niño de excepcional piedad.

Desde su infancia se decidió a renunciar a todo lo superfluo, así como practicar grandes mortificaciones, y, desde temprana edad, adoptó el hábito de ayunar tres días a la semana, miércoles, viernes y sábados. Cuando creció añadió también los lunes. Durante esos cuatro días solo comía una vez por día, a base de pan y agua.

El joven estudiante

Su mayor deleite se hallaba en leer buenos libros, en practicar sus devociones y en las   conversaciones piadosas. Su corazón le perteneció siempre a la Iglesia. Sus padres no escatimaron en nada que tuvieran al alcance para mejorar sus geniales aptitudes.

Siendo aún un joven estudiante, Nicolás fue escogido para el cargo de canónigo en la iglesia de Nuestro Salvador. Esta ocupación iba en extremo de acuerdo con su inclinación de ocuparse en el servicio a Dios. No obstante, el santo aspiraba a un estado que le permitiera consagrar directamente todo su tiempo y sus pensamientos a Dios, sin interrupciones ni distracciones.

 Un sueño hecho realidad

 Con estos deseos de entregarse por entero a Dios, escuchó en cierta ocasión un sermón, de un fraile o ermitaño de la orden de San Agustín, sobre la vanidad del mundo, el cual lo hizo decidirse a renunciar al mundo de manera absoluta e ingresar en la orden de aquel santo predicador. Esto lo hizo sin pérdida de tiempo, entrando como religioso en el convento del pequeño pueblo de Tolentino.

Nicolás hizo su noviciado bajo la dirección del mismo predicador e hizo su profesión religiosa antes de haber cumplido los 18 años de edad. Lo enviaron a varios conventos de su orden en Recanati, Macerata y otros. En todos tuvo mucho éxito en su misión. En 1271 fue ordenado sacerdote por el obispo de Osimo en el convento de Cingole.

Su vida sacerdotal

Su aspecto en el altar era angelical. Las personas devotas se esmeraban por asistir a su Misa todos los días, pues notaban que era un sacrificio ofrecido por las manos de un santo. Nicolás parecía disfrutar de una especie de anticipación de los deleites del cielo, debido a las comunicaciones secretas que se suscitaban entre su alma tan pura y Dios en la contemplación, en particular cuando acababa de estar en el altar o en el confesionario.

Su ardor en el apostolado y en la oración

Durante los últimos treinta años de su vida, Nicolás vivió en Tolentino y su celo por la salvación de las almas produjo abundantes frutos. Predicaba en las calles casi todos los días y sus sermones iban acompañados de grandiosas conversiones. Solía administrar los sacramentos en los ancianatos, hospitales y prisiones; pasaba largas horas en el confesionario. Sus exhortaciones, ya fueran mientras confesaba o cuando daba el catecismo, llegaban siempre al corazón y dejando huellas que perduraban para siempre en quienes lo oían.

También, con el poder del Señor, realizó innumerables milagros, en los que les pedía a los recipientes: "No digan nada sobre esto. Denle las gracias a Dios, no a mí." Los fieles estaban impresionados de ver sus poderes de persuasión y su espiritualidad tan elevada por lo que tenían gran confianza en su intercesión para aliviar los sufrimientos de las almas en el purgatorio. Esta confianza se confirmó muchos años después de su muerte cuando fue nombrado el "Patrón de las Santas Almas".

El tiempo en que podía retirarse de sus obras de caridad, lo dedicaba a la oración y a la contemplación. Nicolás de Tolentino fue favorecido con visiones y realizó varias sanaciones milagrosas.

Pruebas

Nuestro Señor, por su gran amor a Nicolás, quiso conducir al santo a la cumbre de la perfección, y para ello, lo llevó a ejercer la virtud de distintos modos. Nicolás padeció por mucho tiempo de dolores de estómago, así como malos humores.

Los Panes Milagrosos

Hacia los últimos años de su vida, cuando estaba pasando por una enfermedad prolongada, sus superiores le ordenaron que tomara alimentos más fuertes que las pequeñas raciones que acostumbraba ingerir, pero sin éxito, ya que, a pesar de que el santo obedeció, su salud continuó igual. Una noche se le apareció la Virgen María, le dio instrucciones de que pidiera un trozo de pan, lo mojara en agua y luego se lo comiera, prometiéndole que se curaría por su obediencia. Como gesto de gratitud por su inmediata recuperación, Nicolás comenzó a bendecir trozos de pan similares y a distribuirlos entre los enfermos. Esta práctica produjo favores numerosos y grandes  sanaciones.

En conmemoración de estos milagros, el santuario del santo conserva una distribución mundial de los "Panes de San Nicolás" que son bendecidos y continúan concediendo favores y gracias.

Última enfermedad

La última enfermedad del santo duró un año, al cabo de la cual murió el 10 de septiembre de 1305. Su fiesta litúrgica se conmemora el mismo día. Nicolás fue enterrado en la iglesia de su convento en Tolentino, en una capilla en la que solía celebrar la Santa Misa.

Su veneración

En el cuarentavo año después de su muerte, su cuerpo incorrupto fue expuesto a los fieles. Durante esta exhibición los brazos del santo fueron removidos, y así se inició una serie de extraordinarios derramamientos de sangre que fueron presenciados y documentados.

El santuario no tiene pruebas documentadas respecto a la identidad del individuo que le amputó los brazos al santo, aunque la leyenda se ha apropiado del reporte de que un monje alemán, Teodoro, fue quien lo hizo; pretendiendo llevárselos como reliquias a su país natal. Sin embargo, sí se sabe con certeza que un flujo de sangre fue la señal del hecho y fue lo que provocó su captura. Un siglo después, durante el reconocimiento de las reliquias, encontraron los huesos del santo, pero los brazos amputados se hallaban completamente intactos y empapados en sangre. Estos fueron colocados en hermosas cajas de plata, cada uno se componía de un antebrazo y una mano.

En el correr de los siglos

Nicolás de Tolentino fue canonizado por el Papa Eugenio IV, en el año 1446. Hacia finales del mismo siglo XV, hubo un derramamiento de sangre fresca de los brazos, evento que se repitió 20 veces; el más célebre ocurrió en 1699, cuando el flujo empezó el 29 de mayo y continuó hasta el 1ro. de septiembre. El monasterio agustino y los archivos del obispo de Camerino (Macerata) poseen muchos documentos en referencia a estos sangramientos.

Dentro de la Basílica conocida como el Santuario S. Nicolás Da Tolentino, en la Capilla de los Santos Brazos, del siglo XVI, se encuentran reliquias de la sangre que salió de los brazos del santo. En un cofre ubicado encima del altar de plata, se halla un cáliz de plata del siglo XV, que contiene su sangre. Una urna del siglo XVII, hecha de piedras preciosas, tiene en exhibición, detrás de un panel de vidrio, el lino manchado de sangre que se cree que fue la tela que usaron para detener el flujo que hubo en el momento de la amputación.

Los huesos del santo, con excepción de los brazos, estuvieron escondidos debajo de la basílica hasta su redescubrimiento en 1926, fecha en que los identificaron formalmente y los pusieron en una figura simulada, cubierta con un hábito Agustino. Los brazos incorruptos, todavía en sus cubiertas o cajas de plata del siglo XV, se hallan en su posición normal al pie de la figura. Las reliquias se pueden apreciar en un relicario bendecido por el Papa Pío XI.

San Nicolas fue uno de los santos (junto a San Juan Bautista y San Agustín), que vinieron del cielo para llevar a Sta. Rita al convento. Ella también fue de la orden agustina

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