viernes, 31 de marzo de 2017

DIBUJABA A DIOS


Dibujaba a Dios



Un poeta escribió que “los niños vienen a la tierra con todo el cielo enredado en los ojos”. Sin duda quiso expresar que tienen unos ojos tan inocentes y puros que nos hacen pensar en la santidad de ese Dios que es todo luz y pureza, “en quien no hay tiniebla alguna” (1 Jn 1,5). Lee la anécdota de una niña que parecía traer a Dios prendido en la diafanidad de sus recuerdos…

Una maestra de Jardín observaba a sus alumnos mientras hacían un dibujo libre que les había pedido. Al llegar al lado de una niñita que muy concentrada hacía su trabajo, la maestra le preguntó qué era aquello que dibujaba. La niña le respondió: “Estoy dibujando a Dios”. La maestra le replicó: “Pero es que nadie sabe cómo es Dios, porque nadie lo ha visto”. Sin levantar siquiera la vista del dibujo, la niñita añadió muy segura: “Lo verán dentro de un minuto”.

“Si no vuelven ustedes a ser como niños, no entrarán en el Reino de los cielos”, dijo Jesús. Los niños son puros, inocentes, sencillos, sinceros, humildes, confiados. Pidamos al Señor con insistencia que estas cualidades vayan configurando nuestro corazón para poder ver ese divino rostro que sólo se revelará a los puros de corazón.


* Enviado por el P. Natalio

UNA MUJER ESCRIBIRÁ MEDITACIONES DEL VÍA CRUCIS DEL PAPA FRANCISCO EN VIERNES SANTO


Una mujer escribirá meditaciones del Vía Crucis del Papa Francisco en Viernes Santo
 Foto: Alexey Gotovsky (ACI Prensa)





VATICANO, 31 Mar. 17 / 09:05 am (ACI).- La biblista francesa Anne-Marie Pelletier será la encargada de escribir los textos de las meditaciones para el Vía Crucis que el Papa Francisco presidirá en el Coliseo de Roma el próximo Viernes Santo, 14 de abril, según ha anunciado el Vaticano.

No es la primera mujer que escribe las meditaciones de Viernes Santo, ya que en el año 2012, una pareja de esposos que estaban por cumplir 60 años de casados, Danilo y Ana María Zanzucchi, fue elegida por Benedicto XVI para la tarea. Estos cónyuges pertenecían al movimiento de los Focolares.


Asimismo, en el año 2011, Benedicto XVI encomendó escribir las meditaciones a Sor Maria Rita Piccione, Presidenta de la Federación de Monasterios Agustinos de Italia “Nuestra Señora del Buen Consejo”.

La biblista elegida por Francisco para elaborar las meditaciones en esta ocasión, Anne-Marie Pelletier es conocida, entre otras cosas, por haber ganado el prestigioso Premio Joseph Ratzinger en 2014.

Nacida en 1946, Pelletier –que con sus trabajos investigó también el lugar de la mujer en el cristianismo y en la Iglesia– enseñó lingüística general y literatura comparada en la Universidad de París X, teología del matrimonio en el Institut catholique de París y, desde 1993, Sagrada Escritura y Hermenéutica bíblica en el “Studio” de la Facultad Notre Dame del seminario de París.

Ha sido profesora de Biblia en el Instituto europeo de ciencias de las religiones, en el ámbito de la École pratique des hautes études de París.

Entre sus obras figuran: Lectures du Cantique des Cantiques. De l’énigme du sens aux figures du lecteur (1988), Lectures bibliques. Aux sources de la culture occidentale (1995), Le christianisme et les femmes. Vingt siècles d’histoire (2001).

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL ACÓLITO


Los diez mandamientos del Acólito



1.- Es puntual en todos los actos: reuniones y celebraciones litúrgicas.

2.- Se presenta siempre aseado, tanto en la propia persona como en el vestido y en el calzado. Un acólito se lava las manos antes de la celebración, no se presenta al altar despeinado ni sucio.

3.- Es amable y cortés con todos.

4.- Guarda orden riguroso respecto a los objetos del culto.

5.- Observa silencio en el templo. Evita risas y bromas en lugares y momentos de silencio.

6.- Mantiene limpia su alba y la guarda ordenadamente.

7.- No descuida la oración diaria, la Misa Dominical, la Comunión frecuente y el sacramento de la Reconciliación.

8.- Hace bien su trabajo, con atención, concentración y devoción: no curiosea en el templo ni mira hacia los lados; es prudente y cuidadoso con los utensilios; no hace ruido innecesario con vinajeras u otros objetos y está siempre atento a lo que necesita el sacerdote que preside la Eucaristía.

9.- Estudia y conoce la liturgia de la iglesia: sus signos, ritos y significado. Y así se da cuenta de dónde y cuándo lo necesitan.

ORACIÓN DEL ACÓLITO



Oración del Acólito


Señor Jesús,
gracias por que te fijaste en mí
y me haz llamado para ser tu servidor
en la liturgia de la Iglesia.


Quiero ser tu amigo,
y entregarme siempre
con alegría y responsabilidad.
Quiero alabarte con mi entrega generosa y fiel.


Enséñame, Señor, a amarte cada día
y a dar testimonio de tu amor.
Ayúdame a ser un buen estudiante,
a ser servicial en la Iglesia,
con mi familiay en todo lugar.


Virgen María,
haz que sea un buen Acólito;
humilde, auténtico y puntual.
Enséñame a rezar
y a parecerme a tu hijo Jesús.


Amén

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 31 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 31



Madre, no permitas que me desoriente en mi camino; no dejes que el cansancio se apodere de mí con exceso, de suerte que me detenga, sin adelantar.

Que tampoco me deslumbre el paisaje del camino y me haga olvidar el término y la meta a donde me dirijo.

Madre, que camine siempre con la vista levantada y clavada en la meta final, que es la posesión de tu Hijo Jesús, sin desviarme a derecha o izquierda, respondiendo siempre a las exigencias del amor de Dios y del amor a los hermanos.

Y que en ese camino te lleve siempre a ti, Madre mía, como la más cálida y tranquilizante compañía.

“Madre, perseveras de manera admirable en el misterio de Jesucristo, porque estás siempre donde quiera están los hombres, tus hermanos, donde quiera está la iglesia” (san Juan Pablo II). Por eso te pedimos que alientes nuestro caminar a lo largo de la vida.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 31 DE MARZO DEL 2017


Experiencia de un Dios vivo y real que me ama.
San Juan 7, 1-2. 10. 25-30. IV Viernes de Cuaresma


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero, Señor, estar contigo en este rato. Sé que me estabas esperando y que me amas sin medida. Te pido, Señor, que aumentes mi fe, mi esperanza y mi amor. Dame la gracia de vivir esta cuaresma de la mejor manera para prepararme bien para esta Semana Santa. No permitas que sea una cuaresma más de mi vida, sino que sea el tiempo propicio para encontrarme contigo y dejarme transformar por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 7, 1-2. 10. 25-30
En aquel tiempo, Jesús recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada de los Campamentos.
Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén para la fiesta, llegó también él, pero sin que la gente se diera cuenta, como incógnito. Algunos, que eran de Jerusalén, se decían: "¿No es éste al que quieren matar? Miren cómo habla libremente y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie sabrá de dónde viene".
Jesús, por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó: "Con que me conocen a mí y saben de dónde vengo… Pues bien, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes no lo conocen. Pero yo sí lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado". Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Hoy contemplo en el Evangelio el contraste que vive el pueblo al verte en Jerusalén. Es un pueblo que admira tu valentía, tu arrojo; admiran tu sabiduría y tu poder, pero a la vez no creen que seas el Mesías porque no cumples con sus expectativas. Creen que los jefes del pueblo sí pudieron haberte aceptado como su rey y señor, pero no así ellos. Ellos saben… ¿qué saben?
Eso también puede pasar en mi vida. Me asombro de Ti por ser el Dios Todopoderoso, Creador de cielo y tierra. Me maravillo de Ti en los momentos de bienestar, de salud, de prosperidad. Me admiro de tu poder, de tu acción en el mundo, de la sabiduría de tus palabras. Pero al final, no cambia nada en mi vida. Eres tal vez un Dios que no llena del todo mis expectativas (porque quizás ni las tengo), que veo lejano a mi vida, que no me comprende.
Me puedo sorprender de que otros se conviertan o cambien de vida, que dejen sus vicios y malos pasos, que se acerquen más a Ti, pero nunca repercute esto en mi vida. Incluso puedo creer que era algo que ellos necesitaban pero que a mí poco me toca. Ayúdame, Señor, porque estas cosas no las quiero, pero me acompañan sin notarlo.
Al igual que el pueblo de aquel tiempo, puedo saber mucho o poco de Dios, puedo conocer sus mandamientos, cumplirlos con esfuerzo y admirarme de tu poder, pero al final el conocimiento, el cumplimiento, la admiración no bastan. Se necesita una experiencia. Experiencia que el pueblo tenía ante sus ojos, pero que no veía, que mejor dicho, no vivía.
Concédeme la gracia, Señor, de hacer una experiencia profunda de Ti y de tu amor. Experiencia de un Dios vivo y real, un Dios que me ama, me conoce y me comprende. Experiencia y no sólo conocimiento o admiración. Concédeme, Señor, esta gracia en esta cuaresma.
La fe: eso significa vida de fe, porque la fe es vivida; caminar por el camino de la fe y dar testimonio de la fe. La fe no es recitar el «Credo» el domingo, cuando vamos a misa: no es solo esto. La fe es creer lo que es la Verdad: Dios Padre que ha enviado a su Hijo y al Espíritu que nos vivifica.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Rezaré un Padrenuestro con fervor y atención por la conversión de los pecadores.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

FELIZ VIERNES!!!


jueves, 30 de marzo de 2017

ENCUENTRO CON DIOS


Encuentro con Dios



Nada hay más decisivo en la vida del hombre que el encuentro con Dios. No hay bienes materiales en este mundo que puedan sofocar en tu interior la nostalgia de Dios. Escucha esas voces profundas de vida más plena, desbordante de sentido. Enfréntate con ese anhelo de Dios que no podrán acallar todos los ruidos del mundo.

El conocido escritor ruso, León Tolstoi, describía así su reencuentro con la fe: “Hace cinco años la fe vino a mí. Creí en la enseñanza de Jesús y toda mi vida experimentó una repentina transformación. Lo que antes había deseado, ya no lo deseé más y comencé a desear lo que nunca había deseado. Lo que antes me parecía verdadero ahora era falso, y lo falso del pasado lo reconocí como verdadero. Claro y preciso testimonio de lo que acontece cuando uno se encuentra con Jesús.

Jesús es capaz de cambiar nuestra vida y darle la alegría que anhelamos. Tú también puedes tener una experiencia similar, una vivencia transformante llena de luz, de energía y felicidad. Busca al Señor de corazón, escucha su voz, y decídete valientemente encontrarlo y quedarte con él. Ponte ahora mismo en camino. “Habla, Señor, que tu servidor escucha”. (APC).


* Enviado por el P. Natalio

HE DEFRAUDADO AL SEÑOR? PAPA FRANCISCO NOS PREGUNTA


Papa Francisco invita a preguntarse en Cuaresma: ¿He defraudado en algo al Señor?
Por Álvaro de Juana
Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 30 Mar. 17 / 04:47 am (ACI).- En la homilía del Papa Francisco en la Misa de Santa Marta, el Papa Francisco pidió a los fieles preguntarse si han defraudado a Dios y si son esclavos de algunos ídolos que lo alejan de Él.

Las palabras del Santo Padre se centraron en esta ocasión en el “sueño y la desilusión de Dios” y al comentar la lectura del Libro del Éxodo recordó que el pueblo le “traiciona” y así Dios “comienza a sentirse defraudado”.

Se trata del pasaje de la Biblia en el que Dios llama a Moisés para entregarle las Tablas de la Ley, pero mientras, el pueblo “no tuvo paciencia” y fabrica un becerro de oro. Un dios “para divertirse” con el que se “olvidaron de Dios que los salvaba”.

“Olvidar a Dios que nos ha creado, que nos ha hecho crecer, que nos ha acompañado en la vida: esta es la desilusión de Dios. Y muchas veces en el Evangelio, Jesús en las parábolas, habla de aquel hombre que planta una viña y después falla, porque los operarios la quieren para ellos”.

“¡En el corazón del hombre siempre existe esta inquietud!”, exclamó. “No está satisfecho de Dios, del amor fiel. El corazón del hombre está siempre dirigido a la infidelidad. Y esta es la tentación”, añadió.

Dios, “por medio de un profeta, reprobará a este pueblo” que “no es constante, no sabe esperar, se ha pervertido”.

“Dios se desilusiona: la infidelidad del pueblo. Y también nosotros somos pueblo de Dios y conocemos bien como es nuestro corazón y cada día tenemos que retomar el camino para no irnos lentamente hacia los ídolos, hacia las fantasías, hacia la mundanidad, hacia la infidelidad”.

“Creo que hoy nos hará bien pensar en el Señor defraudado: ‘Dime Señor, ¿te sientes defraudado por mí?’. Seguro que en algo sí, pero pensad y haceros esta pregunta”, dijo en la homilía.

Sin embargo, Dios “tiene un corazón tierno, un corazón de padre”. Por ello, invitó a pensar “si Dios llora por mi” y “si yo me he alejado del Señor”.

“¿Cuántos ídolos tengo que no soy capaz de quitarme de encima y que me esclavizan? Esa idolatría que tenemos dentro. Y Dios llora por mí”.

“Pensemos hoy en esta desilusión de Dios que nos ha hecho para el amor y sin embargo nosotros vamos a buscar amor, bienestar, pasarlo bien en otros lugares y no en Su amor”, pidió.

“Si nos alejamos de este amor que nos ha criado. Y este es un pensamiento de Cuaresma. Nos hará bien. Y esto hacerlo todos los días; un pequeño examen de conciencia: ‘Señor, sabes que has tenido muchos sueños sobre mí, yo sé que me he alejado, pero dime dónde, cómo, para regresar’. Y la sorpresa será que Él siempre nos espera, como el padre del hijo pródigo, que lo vio venir desde lejos porque lo esperaba”.

Lectura comentadas por el Papa: 

Primera lectura

Éxodo 32:7-14
7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado.
8 Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."»
9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: "¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?
12 ¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo.
13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»
14 Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.

CARITAS ESPAÑA ENVÍA AYUDA A PERÚ ANTE INUNDACIONES CAUSADAS POR EL NIÑO COSTERO


Cáritas España envía ayuda a Perú ante inundaciones causadas por El Niño Costero
 Foto: ANDINA/Óscar Farje Gomero.




MADRID, 29 Mar. 17 / 09:38 am (ACI).- Caritas España lanzó una alerta humanitaria para ayudar a Perú ante las graves inundaciones que ocurren en el país y que han dejado cientos de miles de afectados en todo el territorio a causa del fenómeno de El Niño Costero.

Las inundaciones han afectado los departamentos de Lima, Ica, Arequipa, Piura, Tumbes, Chiclayo, Ancash y La Libertad, siendo Trujillo la ciudad más golpeada por la naturaleza.

Hasta ahora, Cáritas Perú ha canalizado ya 89 toneladas de suministros de emergencia a las poblaciones afectadas y ha atendido a más de 2.000 familias damnificadas.

Según los últimos datos oficiales de Cáritas, se han registrado ya 75 fallecidos, 263 heridos, 20 desaparecidos y hay más de 700 mil personas entre damnificados y afectados.

Asimismo, un total de 10.538 viviendas han quedado colapsadas, 159 puentes destruidos y 1.903 kilómetros de carreteras gravemente dañadas.

Desde Cáritas España se han abierto varias cuentas bancarias para canalizar la solidaridad de los donantes españoles hacia las necesidades de los damnificados por esta emergencia.

Puede consultar las cuentas para ayudar AQUÍ.

Respuesta Cáritas Perú

Cáritas del Perú, además de reforzar sus equipos de respuesta a la emergencia en las zonas siniestradas, también lanzó una campaña nacional de solidaridad bajo el lema “El Perú da la mano”.

Con esta campaña pretende recabar el apoyo de la ciudadanía y de las entidades privadas para cubrir las necesidades más urgentes de los damnificados.


La Conferencia Episcopal Peruana pidió también que se celebrara, el pasado domingo 19 de marzo, un Día de Oración y Solidaridad con todos los damnificados.

Los Prelados manifestaron su “solidaridad y cercanía con todos los hermanos y hermanas que sufren a consecuencia de estos fenómenos naturales, tanto por la muerte de algún ser querido como por la pérdida de todo lo que tenían para vivir”.

También animaron a todos los peruanos a colaborar “con ayuda material que ha de ser entregada en las zonas más golpeadas de nuestra patria”.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 30 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 30


Santa María de los colores, de esos colores en los que se despliega la gracia, porque la gracia es vida, es color y dinamismo, es resplandor, alegría y claridad.

Santa María de los colores y de las flores, de la aurora y del plumaje de las aves, de la limpieza del alma y de la blancura de la pureza. Santa María del dorado amor… ¡Qué distinto vivir la vida en blanco y negro, en la monotonía de un pasar sin ilusión, o vivirla llena de colores, de brillos y claridades, de ilusiones e ideales, de amor!

Madre, ayúdanos a confirmar en la fe a nuestros hermanos.



* P. Alfonso Milagro

MARÍA DE BETANIA SIGUIÓ A CRISTO POR AMOR


María de Betania siguió a Cristo por amor
Jesús, cuando ve un alma generosa no la deja en buenos deseos sino que la une a Él.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Reflexionaremos en el gesto que tiene María de Betania con Jesucristo nuestro Señor cuando ella unge a Jesús, según narra San Juan. Este Evangelio, en el que María realiza la unción de Jesús, nos habla de una mujer que ha puesto totalmente, sin reticencias de ningún tipo y con mucha firmeza, su corazón en Jesucristo. Lo que la lleva a dar testimonio público de agradecimiento para nuestro Señor.

Esta mujer se presenta ante el mundo como fiel seguidora de Jesucristo. Es un gesto de amor, de gratitud, pero que en el fondo, es un gesto profundo de compromiso; porque la unción compromete a María a estar cada vez más cerca de Cristo.

¿Cuáles son los detalles que María de Betania muestra? Delante de todos, toma una libra de perfume de nardo puro, muy caro, unge los pies de Cristo y los seca con sus cabellos. No mide su gratitud con Aquél que es objeto de su amor. Es alguien que está convencida del bien que Cristo ha hecho en su vida, porque Cristo ha hecho un cambio profundo en ella. Detrás de todo está la sensibilidad profunda que la lleva a no medir su gratitud.

El gesto de la mujer, que es el gesto de una profunda gratitud, es el fruto de un corazón comprometido, que no sólo quiere recibir, sino dar agradecimiento. Esta dimensión cambia totalmente el gesto, porque hace de un gesto común, un detalle de amor, de donación personal, de compromiso.

Siendo Jesús un hombre discreto, que no gusta de honores, deja que María lo haga, porque Jesús ve en su corazón el compromiso personal que ella tiene con Él. Dice Jesús: “Déjala que lo guarde para el día de mi sepultura”, la estoy uniendo al misterio más grande, que es mi donación personal por la salvación de los hombres. Jesús une ese darse de María de Betania al misterio de su cruz, al gesto de su don personal en la cruz; hace que esa mujer se asocie al don que Él va a dar en la cruz. Jesús llama de esta forma al amor a María de Betania: la llama a seguirlo con decisión hasta la sepultura; hasta compartir con Él el misterio de su pasión.

Así es Jesús. Jesús, cuando ve a un alma generosa no la deja en buenos deseos sino que la une a Él. Esto es lo que el Señor ve en todas las almas a las que llama a un mayor compromiso, a las que pide un paso más de entrega: ve un corazón como el de María de Betania.

“A Mí no siempre me tendréis”. Ésta es la segunda dimensión con la que Jesús mira a María de Betania. La dimensión de una mujer que ha captado que seguir a Cristo es un compromiso exigente, firme, sin remilgos. María quizá no había entendido quién era Cristo, pero había experimentado que seguirlo a Él no puede dejar indiferente su vida, que para seguirlo tiene que transformar hasta las fibras más íntimas de su corazón. Es un implícito acto de adoración a Cristo, de adoración a Alguien que la une a su misterio doloroso, a su misterio de don al hombre, a Alguien que se convierte para ella en una persona.

Cristo es una persona que me ha unido a su misión redentora y que además es mi Señor. Al ser llamados, no nos podemos quedar con el buen deseo de amarlo, tenemos que llegar a la dimensión de que Cristo es el Señor, el Creador Todopoderoso, y que, además, me ha querido unir a su don a la humanidad, al misterio de salvación que es su entrega por cada uno de los hombres.

Si es grande el misterio de su llamada, es más grande el misterio de la respuesta de María, que se entrega en ese momento, se pone a su disposición ante la llamada a hacer del amor a Cristo un amor personal, y hacer de la decisión por Cristo una opción y una decisión eficaz, sin otro límite que el del propio corazón. Esta opción nace de la conciencia profunda de haber hecho la experiencia profunda de Cristo en su alma.

El gesto de María no tendría sentido si no fuera fruto del conocimiento personal de su opción por Cristo. Los gestos debemos llenarlos de sentido. Nuestra opción por Cristo debe tener un sentido en todas partes: en casa, en el apostolado, en la sociedad, porque los mismos gestos tienen diferente contenido, porque es una opción ofrecida a Jesucristo nuestro Señor por amor a Él.

Cada uno de nosotros tiene que ser consciente de que, por el bautismo, es una persona más unida a Cristo, porque en cada gesto, en cada detalle que hace, hay una particular donación de su vida a Jesucristo.

En nuestras vidas hay los mismos gestos, pero el amor es diferente, porque amamos con más profundidad, porque hemos sido unidos más a la sepultura del Señor, a la redención de Cristo, al misterio de la salvación de la humanidad.

Cristo es dado a la humanidad. En cierto sentido, María de Betania, por su experiencia de Cristo, es también dada a Cristo. María es de Cristo porque ha tocado, ha descubierto la dimensión personal del Señor, y para ella ser cristiana no es pertenecer a una religión, sino enamorarse de una persona, tener arraigada en el corazón a una persona. Ser cristiano es seguir a Cristo, es amar a una persona, seguirla y vivir según esa persona. Es un compromiso distinto, sobre todo cuando vemos que el compromiso nace de dos dones: el don de Cristo a mi vida y el don de mi vida a Cristo para la salvación de la humanidad, en mi ambiente, en mi casa, con los míos.

Pidámosle a Jesucristo que la unción en Betania tenga sentido en nuestras vidas, porque de la opción personal por Cristo depende todo lo que hagamos. Debemos ver a María de Betania como la mujer que ve a su Señor, se une a Él, se acerca a Él y lo experimenta personalmente.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 30 DE MARZO DEL 2017

Cristo nos revela al Padre
San Juan 5, 31-47. IV Jueves de Cuaresma



Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero Señor estar contigo en este rato. Sé que me estabas esperando y que me amas sin medida. Te pido, Señor, aumentes mi fe, mi esperanza y mi amor. Dame la gracia de vivir esta cuaresma de la mejor manera para prepararme bien para esta Semana Santa. No permitas que sea una cuaresma más de mi vida, sino que sea el tiempo propicio para encontrarme contigo y dejarme transformar por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 5,31-47
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Hoy, Señor, me hablas de una verdad que bien meditada puede cambiar algo en mi relación contigo. Es cierto que nunca he escuchado la voz del Padre ni visto su semblante. Pero me recuerdas que Tú has venido a suplir esta carencia. Bien sabes, Jesús, que como ser humano que soy, necesito de los sentidos para poder conocer algo. ¡Qué difícil es creer en alguien que no se ve, que no se toca, que no se oye con los sentidos externos!
Sin embargo Tú viniste para resolver ese problema. Desde que te hiciste hombre es más fácil conocer a Dios. Un Dios hecho hombre. Esto es maravilloso porque eres un Dios que habla nuestro lenguaje, que experimenta nuestras emociones, que padece nuestras penas. Eres un Dios que escucha nuestra naturaleza, que camina por nuestros caminos y que come los frutos de nuestra tierra. Gracias, Señor, por haber venido a revelar el rostro de tu Padre, de mi Padre Dios.
Pero puedo pensar que aun así no puedo conocer tu actuar humano. Y para resolver este nuevo interrogante has querido dejarnos el Evangelio, la Sagrada Escritura. En ellos puedo encontrar tu humanidad que interpela mi vida. En los Evangelios de verdad puedo conocerte, experimentarte y amarte.
Concédeme la gracia, Señor, de hacer una experiencia profunda de Ti y de tu amor. Experiencia de un Dios vivo y real, un Dios que me ama, me conoce y me comprende. Experiencia lograda con ayuda de la Sagrada Escritura. Concédeme, Señor, esta gracia en esta cuaresma.
El cristiano, con la fuerza del Espíritu, da testimonio de que el Señor vive, que el Señor ha resucitado, que el Señor está entre nosotros, que el Señor celebra con nosotros su muerte, su resurrección, cada vez que nos acercamos al altar; y lo hace en su vida cotidiana, con su modo de obrar. Es el testimonio continuo del cristiano. Al mismo tiempo, el cristiano debe ser consciente de que a veces este testimonio provoca ataques, provoca persecuciones: son las pequeñas persecuciones, como las de las habladurías y las críticas, pero también las persecuciones de las que la historia de la Iglesia está llena.

(Homilía de S.S. Francisco, 2 de mayo de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy leeré un pasaje evangélico y contemplaré aspectos humanos de Cristo que puedo imitar.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

FELIZ JUEVES!!


miércoles, 29 de marzo de 2017

GIME EL DESIERTO


Gime el desierto



¿Ha perdido “actualidad” la palabra pecado? Pareciera que sí. Sin embargo es una radical experiencia humana. Basta mirar con sinceridad dentro de nosotros para descubrir una cuota de egoísmo y de fragilidad que nos induce a hacer el mal que deberíamos evitar y a no hacer el bien que estamos llamados a practicar.

Refieren los viajeros que, cuando el viento a la caída de la tarde roza la arena del desierto, se oye a lo lejos algo así como un suspiro prolongado: “Escucha” –dice entonces la voz del beduino–  “el desierto se lamenta, porque quisiera ser pradera“. En cuántos hombres, caídos por el pecado, existe la añoranza de lo que podrían ser y no son...

Nunca el hombre es tan grande como cuando cae de rodillas y pide ser purificado, cuando, desde lo profundo del alma grita: “¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad; por tu gran compasión, borra mis faltas!”, (Sal 51, 3) ¡Cuánta paz trae una confesión hecha con humilde arrepentimiento!


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO INVITA A CREER EN DIOS PARA SALIR DE LA DESESPERACIÓN Y LA MUERTE


Papa Francisco invita a creer en Dios para salir de la desesperación y la muerte
Por Álvaro de Juana
Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa





VATICANO, 29 Mar. 17 / 03:46 am (ACI).- En la catequesis de este miércoles en la Audiencia General, el Papa Francisco recordó la figura de Abraham, “Padre de la fe”, que creyó contra toda esperanza, se fió y descubrió que Dios hace salir de la desesperación.

Abraham también “es padre en la esperanza y esto porque en su historia podemos ya acoger el anuncio de la resurrección, de la vida nueva que vence el mal y la misma muerte”.

“El Dios que se revela a Abraham es el Dios que salva, el Dios que hace salir de la desesperación y de la muerte, el Dios que llama a la vida. En la historia de Abraham todo se convierte en un himno al Dios que libera y regenera, todo se convierte en profecía”.

El Papa comentó la carta de San Pablo a los Romanos en la que dice que Abraham “apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza”, dado que Dios le había prometido descendencia a pesar de que ya era anciano y su mujer estéril.  “En este punto, Pablo nos ayuda a probar a fuego la unión estrechísima entre la fe y la esperanza”, añadió.

“Nuestra esperanza no se rige por razonamientos, previsiones y reaseguraciones humanas, y se manifiesta allí donde no hay esperanza, donde no hay nada en lo que esperar, como sucede al mismo Abraham frente a su muerte inminente y la esterilidad de su mujer Sara”.

Francisco aseguró que “la esperanza se radica en la fe y es por eso que es capaz de ir más allá de toda esperanza. Sí, porque no se basa en nuestra palabra, sino en la Palabra de Dios”.

“En este sentido estamos llamados a seguir el ejemplo de Abraham, el cual, puesto frente a la evidencia de una realidad que parece destinada a la muerte, se fía de Dios”.

“Una esperanza basada en una promesa que desde el punto de vista humano parece incierta e imprevisible, pero que no viene a menos ni si quiera frente a la muerte, cuando el que lo promete es el Dios de la Resurrección y de la vida”.

El Santo Padre concluyó pidiendo a Dios “la gracia de basarnos no tanto en nuestras seguridades, en nuestras capacidades, sino en la esperanza que viene de la promesa de Dios, como verdaderos hijos de Abraham”. Así “nuestra vida asumirá una nueva luz, en la conciencia de que Aquél que ha resucitado a su Hijo nos resucitará también a nosotros y nos hará de verdad una sola cosa con Él, junto a todos nuestros hermanos en la fe”.
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