lunes, 18 de septiembre de 2017

EL PODER DEL BUEN EJEMPLO


Poder del buen ejemplo


Un refrán dice “las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran”. El poder del testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad.

En una ciudad alemana bombardeada en la última Guerra Mundial, encontraron, entre las ruinas, un Cristo a quien le faltaban las manos y las piernas. Aquellos habitantes decidieron conservar así, sin manos y sin pies, a aquel Cristo, como recuerdo de la barbarie de la guerra, y de que somos nosotros los llamados a ser las manos y los pies de Cristo. Una excelente manera de describir nuestra misión de testigos: ser las manos y los pies de Cristo para llevar su mensaje de justicia, de fraternidad, de esperanza, de amor a cuantos nos rodean.

Tanto los buenos como los malos ejemplos moldean el ambiente en que vivimos. Ojalá que triunfen los que favorecen lo bueno, digno, noble. Porque si prevalece el egoísmo salvaje, llegaremos a una pérdida tal de los valores humanos que la vida será muy triste, que faltará lo más hermoso: el respeto, la comprensión, el amor. Amigo/a: aporta hoy tu granito de arena.


* Enviado por el P. Natalio

CAZADOR DE MONOS


Cazador de monos


Todo crecimiento va acompañado de renuncia, empezando por el nacimiento cuando el bebé, entre estridentes sollozos, deja el tibio claustro materno. Renuncia, desapego, corte, que te proyectan a una nueva etapa de maduración, a nuevos horizontes y a nuevas realidades que realizan tu persona. Es una ley de la vida y violarla significaría estancamiento y frustración.

Conocedor de cuánto les gustan las cerezas a los monos, un cazador inventó un sencillo método para cazarlos: colocó una cereza en el interior de un frasco de vidrio y lo dejó abierto en la selva. Cuando llegó el primer mono, metió la mano en el recipiente, decidido a atrapar el apetitoso fruto. Instintivamente, cerró el puño con firmeza y observó, con inesperada tristeza, que no podría lograr su objetivo a pesar de su afán. La mano había quedado atascada por la boca del frasco, aunque con el fruto alcanzado. El cazador se acercó rápidamente al mono, lo ató, le dio un fuerte y preciso golpe en el codo y logró sacar la mano sin la cereza, preparada e intacta para una nueva víctima golosa.

A veces en la vida puede ocurrirte algo muy similar: por no soltar algunos apegos queridos, quedarte anclado en una etapa provisoria, debilitado y vulnerable ante cualquier mínimo temporal devastador. Una simple apertura de mano, un soltar oportuno, puede hacerte percibir y lograr nuevas metas, para llevar adelante el plan de Dios sobre tu vida. Piénsalo y que te ayude a crecer.


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO PIDE REZAR POR LOS GOBERNANTES


El Papa Francisco pide rezar por los gobernantes, porque “no hacerlo es pecado”
 Foto: L'Osservatore Romano






VATICANO, 18 Sep. 17 / 04:42 am (ACI).- En la homilía pronunciada durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes, el Papa Francisco pidió a los cristianos que recen por sus gobernantes porque no hacerlo “es pecado”.

El Santo Padre también pidió a los gobernantes que recen para ser capaces de cumplir con su cometido y no cerrarse en sí mismos, ya que “los gobernantes que son conscientes de su responsabilidad ante el pueblo y ante Dios, rezan”.

En su enseñanza, el Pontífice animó a hacer examen de conciencia: “Los gobernantes, que se pregunten: ‘¿Rezo a Aquel que me ha dado el poder transmitido por el pueblo?’. Los que no son gobernantes, que se pregunten: ‘¿Rezo por todos los gobernantes?’. Y si descubrís que no habéis rezado por los gobernantes, llevadlo a la confesión, porque no rezar por los gobernantes es pecado”.

“Pero padre, ¿cómo puedo rezar por esta persona que hace tantas cosas malas?”, planteó el Papa como posible réplica a esa petición de oración por los que gobiernan, incluso si son malos gobernantes. En ese caso, “tiene incluso más necesidad de oración. Reza, haz penitencia por el gobernante”.

El Papa insistió: “No podemos dejar a los gobernantes solos. Debemos acompañarlos mediante la oración. Los cristianos deben rezar por los gobernantes”.

En la homilía, también se centró en el episodio evangélico en el que un centurión romano, un gobernante, reza por su siervo enfermo.

“Este hombre –indicó Francisco en referencia al centurión–, sentía la necesidad de la oración porque tenía la conciencia de no ser el padrón de todo, de no ser la última instancia. Sabía que sobre él había otro ante el que debía rendir cuentas. Tenía subalternos, los soldados, pero él mismo tenía la conciencia de ser un subalterno. Y esto es lo que le lleva a rezar”.

El gobernante que no reza “se cierra en su propia auto-referencialidad, o en la de su partido, en ese círculo del que no se puede salir y termina siendo un hombre cerrado en sí mismo. Pero cuando contempla los verdaderos problemas, desarrolla esa conciencia de ser un subalterno, de que hay otro con más poder que él”.

“¿Y quién tiene más poder que un gobernante?”, se preguntó el Santo Padre: “El pueblo, que le ha dado ese poder, y Dios, del cual procede el poder transmitido por el pueblo. Cuando un gobernante tiene esa conciencia de subalternidad, reza”.

La importancia de la oración del gobernante, insistió Francisco, reside en “la oración por el bien común del pueblo que ha confiado en él”. En este sentido, puso como ejemplo a Salomón, que no pedía a Dios oro o riquezas, sino sabiduría para gobernar. “Los gobernantes deben pedirle al Señor esa sabiduría”, afirmó el Papa.

¿Y qué pasa si el gobernante es agnóstico o ateo?, se preguntó el Pontífice. “Si no puede rezar, que confronte sus actos con su conciencia, con la sabiduría del pueblo, pero que no permanezca cerrado en el pequeño grupo del partido político”.

SAN JUAN MACÍAS, 18 SEPTIEMBRE


San Juan Macías
18 de Setiembre






Nació en Rivera de Fresno, en Extremadura, España, el 2 de marzo de 1585. Era muy niño cuando sus padres murieron, quedando él bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabajar como pastor. Después de un tiempo conoció a un comerciante con el cual comenzó a trabajar, en 1616 el mercader viajó a América y Juan junto con él.
Llegó primero a Cartagena y de ahí decidió dirigirse al interior del Reino de Nueva Granada, visitó Pasto y Quito, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el resto de su vida. Recién llegado obtuvo trabajo en una hacienda ganadera en las afueras de la capital y en estas circunstancias descubrió su vocación a la vida religiosa. Después de dos años ahorró un poco de dinero y se instaló definitivamente en Lima.

Repartió todo lo que tenía entre los pobres y se preparó para entrar a la Orden de Predicadores como hermano lego en el convento de dominicos de Santa María Magdalena donde había sido admitido. El 23 de enero de 1622 tomó los hábitos.

Su vida en el convento estuvo marcada por la profunda oración, la penitencia y la caridad. Por las austeridades a las que se sometía sufrió una grave enfermedad por la cual tuvo que ser intervenido en una peligrosa operación. Ocupó el cargo de portero y este fue el lugar de su santificación. El portón del monasterio era el centro de reunión de los mendigos, los enfermos y los desamparados de toda Lima que acudían buscando consuelo. El propio Virrey y la nobleza de Lima acudían a él en busca de consejos.

Andaba por la ciudad en busca de limosna para repartir entre los pobres. No se limitaba a saciar el hambre de pan, sino que completaba su ayuda con buenos consejos y exhortaciones en favor de la vida cristiana y el amor a Dios.

Murió el 16 de setiembre de 1645 y fue canonizado el 28 de setiembre de 1975 por Pablo VI.

SAN JOSÉ DE CUPERTINO, PATRONO DE ESTUDIANTES CON PROBLEMAS, 18 SEPTIEMBRE


Hoy 18 de septiembre es fiesta de San José de Cupertino, patrono de estudiantes con problemas



 (ACI).- “Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que le pide, recibe”, afirmaba San José de Cupertino, el franciscano que no era bueno en los estudios, pero que llegó a ser el patrono de los estudiantes. 

San José nació en 1603 en el pueblo llamado Cupertino (Italia) en una familia muy pobre. Cuando tenía 17 años pidió ser admitido en la orden franciscana, pero lo rechazaron. Entonces solicitó ingresar a los capuchinos, donde entró como hermano lego. 

Después de unos meses fue expulsado por ser muy distraído. Dejaba caer los platos que llevaba al comedor, se olvidaba los encargos asignados y parecía que siempre estaba pensando en otra cosa. 

San José buscó refugio en la casa de un familiar rico que también llegó a echarlo a la calle diciendo que el joven era un bueno para nada. Por ello su madre rogó a un pariente franciscano para que reciban al muchacho como mandadero en un convento. 

Los frailes lo aceptaron como obrero, lo pusieron a trabajar en el establo y el joven empezó a desempeñarse con gran destreza en todos los oficios que le encomendaban.

Con su humildad, amabilidad, espíritu de penitencia y de oración se fue ganando rápidamente el aprecio de los religiosos, quienes en 1625 por votación unánime lo admitieron como uno de sus miembros.

Lo pusieron a estudiar para el sacerdocio, pero cuando tenía exámenes San José se trababa y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y la única frase del Evangelio que el fraile sabía explicar era: “Bendito el fruto de tu vientre Jesús”.

El examinador dijo que abriría la Biblia y leería una frase al azar para escuchar la interpretación. José estaba asustadísimo y la providencia quiso que el pasaje escogido fuera el único que era capaz de explicar.

Además, en el examen definitivo para que las autoridades decidieran quiénes serían ordenados sacerdotes, el Obispo examinó a los diez primeros. Ellos respondieron tan maravillosamente que el Prelado no vio necesario seguir examinando a los demás. De esta manera San José, que era el siguiente en la lista, se libró de la prueba.

Por ello este Santo es considerado patrón de los estudiantes, especialmente de los que encuentran dificultades en los estudios como él.

Fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1628 y sabiendo que no tenía cualidades especiales para la predicación y enseñanza, entonces se dedicó a ofrecer penitencias y oraciones por los pecadores.

Por su intercesión en vida Dios obró muchos milagros y con ellos logró la conversión de muchos.

Partió a la Casa del Padre el 18 de septiembre de 1663. Fue beatificado en 1753 por Benedicto XIV y canonizado en 1767 por Clemente XIII.

PARA QUÉ SE PONEN FLORES EN EL ALTAR?


¿Para qué se ponen flores en el altar?
El uso litúrgico de las flores


Por: P. Jon Mikel de Arza Blanco, IVE | Fuente: Institudo del Verbo Encarnado // www.teologoresponde.com.ar 




Pregunta:

Somos catequistas y necesitamos tener datos sobre las flores que se ponen alrededor del Altar para la Santa Misa, saber su significado, como alegría y recepción, etc. Todos los datos que pueda enviarnos nos servirán. En Cristo Jesús, María Santísima y San José, modelo de Familia.

Respuesta:
Lo primero que hay que decir es que las flores en el altar tienen una función de ornamentación (así como los cirios, el mantel, el incienso, etc.), es un modo de honrar a Cristo, pues, el altar es Cristo.

Secundariamente, también honrar a sus miembros más gloriosos, que son los mártires, cuyas reliquias están depositadas en el altar, es decir, la Iglesia triunfante, Esposa de Cristo. Relaciónese esto con la corona de flores de naranjo que llevaba la novia en el matrimonio, y por qué no, con el mismo Cristo, ya que, por ejemplo, en el rito bizantino, también el esposo es coronado.

Según una antiquísima tradición, atestiguada ya en la Traditio Apostolica (año 215), atribuida a San Hipólito de Roma, los cristianos llevaban rosas y lirios como ofrenda al altar: “algunas veces ofrecían flores; se ofrecía, pues, la rosa y el lirio, y no otras” (Traducimos el texto de la edición de BOTTE, 1963, 78). Como nota el famoso liturgista italiano, Mons. Mario Righetti, “el pavimento a mosaico de la basílica de Aquilea, construido en los primeros años del s. IV, lleva también un panel que representa las mujeres que ofrecen a la Iglesia flores sueltas y a festones”. (M. RIGHETTI, Storia Liturgica, I, 544). Desde el s. IV, y probablemente antes, los sepulcros de los mártires, conforme al uso universal, que de este modo honraba todas las tumbas, eran adornados con perfume de flores, que llegaba también a la mesa del altar que custodiaba las reliquias. De aquí que cantara Prudencio († 410 ca.): “Violis et fronde frequenti/Nos tecta fovebimus ossa” (Cathemerinon, X, v. 169). Que podríamos traducir: “Con asiduas violetas y frondas/honraremos los huesos cubiertos”. San Jerónimo elogiaba a Nepociano que cuidaba diligentemente la decoración floral de las basílicas y lugares de los mártires, con diversas flores, ramas de árboles y sarmientos (Cf. Epist. LX ad Heliodorum).

A falta de ramos de olivo y de palmeras, se bendijeron flores (y aún se bendicen) en los países septentrionales el Domingo de Ramos (de aquí, “Pascua Florida”). Esta circunstancia dio nombre a la península de “Florida” en los Estados Unidos, precisamente por este uso litúrgico, ya que los españoles llegaron allí para esa fecha en el año 1513 (Cf. M. RIGHETTI, Idem, II, 184). Una costumbre característica de la época medieval el día de Pentecostés, era la de hacer llover rosas, durante el canto de Tertia o de la Sequentia de la Misa, que recreaban simbólicamente las lenguas de fuego y los dones del Espíritu Santo, por eso se conoce esta solemnidad también con el nombre de “Pascua rosada” (Cf. Ibidem, II, 316).

En fin, sirvan estos datos históricos para atestiguar el uso litúrgico de las flores.

Vayamos ahora a las normas de la Ordenación General del Misal Romano: el principio es que “en la ornamentación del altar se guardará moderación” (OGMR, 305). Hay templos en los que uno no sabe si se encuentra en una florería, un vivero, o una selva. En el afán de adornar, se convierte en principal aquello que es accesorio, y pierde visibilidad lo más importante, que es el altar, o incluso, se dificulta la movilidad del sacerdote en el desenvolvimiento del rito. Ahora bien, hay tiempos litúrgicos en los que la moderación debe ser aún mayor, como en el Adviento, o incluso no deben ponerse flores, como durante la Cuaresma (excepto el IV domingo, conocido como domingo de “Laetare” – “Alégrate”, como un anticipo de la alegría pascual, que ya está próxima). Las solemnidades y fiestas, por supuesto, requieren de mayor abundancia floral (Cf. OGMR, 305). Entre paréntesis, a veces se ve un lunes cualquiera del año la iglesia llena de flores que quedaron del matrimonio celebrado el día anterior, esto no se condice con la función de manifestar la alegría festiva que reservamos para las ceremonias más solemnes, porque no puede ser fiesta todos los días, con lo cual se perdería el verdadero sentido de la fiesta, que exige que haya algún exceso significativo.

Sin embargo, la Ordenación vuelve a insistir: “el empleo de las flores como adorno del altar ha de ser siempre moderado, y se colocarán, más que sobre la mesa del altar, en torno a él” (OGMR, 305). Esto último tiene un motivo práctico o funcional, que es, precisamente, para que no se entorpezca la visibilidad de los fieles sobre los diferentes ritos que realiza el sacerdote, pero, hay un motivo más de fondo, y es que el altar no es solamente la mesa de un banquete, sino sobre todo, el ara del sacrificio, como se deduce de lo que dice la misma OGMR: “El altar, en el que se hace presente el sacrificio de la cruz bajo los signos sacramentales, es, además, la mesa del Señor, para cuya participación es convocado en la Misa el pueblo de Dios…” (OGMR, 296).
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Preguntas o comentarios al autor: teologoresponde@ive.org
Visita Ediciones del Verbo Encarnado:http://www.iveargentina.org 

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 18 SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 18



Por un instante la oración creación entera se detuvo y dirigió su mirada a los labios de una doncella de Nazaret. El saludo del ángel de Dios flotaba aún en el aire de aquella primavera inconcebible para la carne, en la que el Dios eterno se haría uno de nosotros.
Todas las potencias celestiales miraron a la débil muchacha y esperaron: no satisfecho Dios con enviar a su Hijo único a morar en la tierra, hombre igual a los hombres en todo menos en el pecado, hace depender su plan de los labios de la joven. ¡Y la joven acepta a Dios en su seno!

Nuestra Señora del Sí, que al pronunciarlo derramaste alegría sobre todo lo que vive, ayúdame a decir siempre “sí” a la voluntad de Dios sobre mi vida.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 18 SEPTIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Lunes de la 24ª semana del Tiempo Ordinario
18 de septiembre 





Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Este es el testimonio dado en el tiempo oportuno, y de este testimonio –digo la verdad, no miento– yo he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad. Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones.

Palabra de Dios


Salmo 27

R/. Salva, Señor, a tu pueblo

Escucha, Señor, mi súplica 
cuando te pido ayuda 
y levanto las manos hacia tu santuario. R/.

El Señor es mi fuerza y mi escudo, 
en él confía mi corazón; 
él me socorrió y mi corazón se alegra 
y le canta agradecido. R/.

El Señor es la fuerza de su pueblo, 
el apoyo y la salvación de su Mesías. 
Salva, Señor, a tu pueblo 
y bendícelo porque es tuyo; 
apaciéntalo y condúcelo para siempre. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (7,1-10):

En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaum. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado, a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a curar a su criado. 
Ellos presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga.» 
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "ve", y va; al otro: "ven", y viene; y a mi criado: "haz esto", y lo hace.»
Al oír esto, Jesús se admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.»
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 18 de septiembre de 2017

Queridos hermanos:

Tanto la primera lectura como el salmo nos invitan a orar con insistencia y humildad: orar por todos los hombres ya que a todos quiere salvar Dios. En estos textos destaca ese espíritu abierto, sin discriminaciones ni fanatismos, que debe distinguir a los verdaderos discípulos de Jesús.

El texto de Lucas en el evangelio de hoy tiene unos matices peculiares que lo distinguen  de la narración de Mateo (8, 5-13). En la narración de Lucas el interés se centra en la actitud del centurión, un pagano cuya fe contrasta con el rechazo que Jesús encuentra en Israel. Y Jesús elogia su fe, aunque el soldado no aparezca físicamente en escena.

Lucas ve en este episodio el preludio de la entrada de los  paganos en la iglesia, que narrará ampliamente en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

La fe del centurión consiste en aceptar sin reservas  la autoridad de Jesús en su vida. Y la curación del criado sirve para poner de relieve la fe y la actitud interior de este oficial romano. A nosotros nos sorprende no sólo el amor que siente por aquella nación que le era extraña, Israel,  y que tanto ponderan los ancianos que lo recomiendan a Jesús, sino también el amor concreto a su prójimo. Si tiene a su siervo en tan gran estima, esto significa que lo aprecia como persona y no sólo como criado. A este doble afecto, por el pueblo judío y por el siervo, responderá el amor de Jesús que se extiende sobre los que están cerca y los que están lejos. El amor y la fe se conjugan perfectamente en este soldado.

NOVENA A SAN VICENTE DE PAUL, DEL 18 AL 26 SEPTIEMBRE


Novena a San Vicente de Paúl
Del 18 al 26 de Septiembre



“Si se invoca a la Madre de Dios y se la toma como Patrona en las cosas importantes, no puede ocurrir sino que todo vaya bien y redunde en gloria del buen Jesús, su Hijo”, decía San Vicente de Paul, patrono universal de las obras de caridad. 

Cercanos a la fiesta de este gran servidor de los pobres, que se celebra cada 27 de septiembre, aquí una novena en honor al fundador de la Congregación de la Misión (Vicentinos) y las Hijas de la Caridad:



Primer Día de la Novena a San Vicente de Paul

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Primer día
Lectura Bíblica: Juan 1,35-51.

Palabras de San Vicente:

"Era el mes de enero de 1617 cuando sucedió esto; y el día de la conversión de San Pablo, la señora Gondí me pidió que tuviera un sermón en la Iglesia de Folleville para exhortar a los habitantes a la confesión general. Así lo hice, les hablé de su importancia y utilidad y luego les enseñé la manera de hacerlo debidamente. Dios tuvo tanto aprecio de la confianza y de la buena fe de aquella señora, que bendijo mis palabras, y todas aquellas gentes se vieron tan tocadas de Dios que acudieron a hacer su confesión general. Fuimos luego a las otras aldeas y nos sucedió lo mismo. Se reunían grandes multitudes y Dios nos concedió su bendición por todas partes. Aquel fue el primer sermón de misión y el éxito que Dios le dio el día de la conversión de San Pablo; Dios hizo esto no sin sus designios en tal día".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




Segundo Día de la Novena a San Vicente de Paul


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Segundo día
Lectura Bíblica: Lucas 4,14-22.

Palabras de San Vicente:

"Dar a conocer a Dios a los pobres, anunciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el Reino de los cielos, y que este Reino es para los pobres. Sí, evangelizar a los pobres es un oficio tan alto que es, por excelencia, el oficio del Hijo de Dios".

"El pobre pueblo se condena por no saber las cosas necesarias para la salvación y no confesarse. Si su Santidad supiese esta necesidad, no tendría descanso hacer todo lo posible para poner orden en ello".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Tercer Día de la Novena a San Vicente de Paul

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Tercer día
Lectura Bíblica: Mateo 1,13-20.

Palabras de San Vicente:

"La Iglesia tiene bastantes personas solitarias, gracias a Dios, y demasiadas inútiles, y otras muchas más que la desgarran. Lo que necesita es hombres y mujeres evangélicos, que se esfuercen en purgarla, en iluminarla y en unirla a su Divino Esposo".

"No podemos asegurar mejor nuestra felicidad eterna que viviendo y muriendo en el servicio a los pobres, en los brazos de la providencia y en una renuncia actual a nosotros mismos, para seguir a Jesucristo".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Cuarto Día de la Novena a San Vicente De Paul



Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Cuarto día
Lectura Bíblica: Juan 2,1-12.

Palabras de San Vicente:

"Dios mantuvo siempre en mí una esperanza de liberación gracias a las asiduas plegarias que le dirigí a Él y a la Santa Virgen María, por cuya intercesión yo creo firmemente que he sido liberado".

"Y porque la Madre de Dios ha sido invocada y tomada como patrona para las cosas importantes, y todo resulte y redunde para gloria del buen Jesús, su Madre María será la protectora especial de todas las obras de caridad".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




Quinto Día de la Novena a San Vicente de Paul


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Quinto día
Lectura Bíblica: Juan 7,25-33.

Palabras de San Vicente:

"¿Qué es el Espíritu de nuestro Señor? Es un espíritu de perfecta caridad, lleno de una estima maravillosa a la divinidad y de un deseo infinito de honrarla dignamente, un conocimiento de las grandezas de su Padre, para administrarlas y ensalzarlas incesantemente".

"Los misioneros deben estar llenos del espíritu de compasión, ya que están obligados por su estado y por su vocación a servir a los más miserables, a los más abandonados y a los más hundidos en miserias corporales y espirituales".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




Sexto Día de la Novena a San Vicente de Paul


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Sexto día
Lectura Bíblica: Mateo 6,25-34.

Palabras de San Vicente:

"Las obras de Dios tienen su momento; es entonces cuando su Providencia las lleva a cabo y no antes ni después. El Hijo de Dios veía cómo se perdían las almas y, sin embargo, no adelantó la hora que se había ordenado para su venida. Aguardemos con paciencia y actuemos".

"¿Y qué vamos a hacer nosotros, sino querer lo que quiere la Divina Providencia y no querer lo que ella no quiere? Esta mañana me ha venido durante mi pobre oración un gran deseo de querer todo lo que acontece en el mundo, tanto de malo como de bueno, todas las penas en general y en particular, puesto que Dios las quiere, ya que las envía".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




Séptimo Día de la Novena a San Vicente de Paul


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Séptimo día
Lectura Bíblica: Marcos 16,9-20.

Palabras de San Vicente:

"El celo consiste en un puro deseo de hacerse agradable a Dios y útil al prójimo. Celo de extender el Reino de Dios, celo de procurar la salvación del prójimo. ¿Hay en el mundo algo más perfecto? Si el amor de Dios es fuego, el celo es la llama; si el amor de Dios es un sol, el celo es su rayo. El celo es lo más puro que hay en el amor de Dios".

"Es cierto que yo he sido enviado, no sólo para amar a Dios, sino para hacerlo amar. No me basta amar a Dios, si no lo ama mi prójimo. He de amar a mi prójimo, como imagen de Dios y objeto de su amor, y obrar de suerte que a su vez los hombres amen a su Creador, que los conoce y reconoce como hermanos, que los ha salvado, para que con una caridad mutua también ellos se amen entre sí por amor de Dios, que los ha amado hasta el punto de entregar por ellos a la muerte a su único Hijo".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




Octavo Día de la Novena a San Vicente de Paul


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Octavo día
Lectura Bíblica: Lucas 11, 9-13.

Palabras de San Vicente:

"La Iglesia es como una gran mies que requiere obreros, pero obreros que trabajen. No hay nada tan conforme con el Evangelio como reunir, por un lado, luz y fuerzas para el alma en la oración, en la lectura y en el retiro y, por otro lado, ir luego a hacer partícipes a los hombres de este alimento espiritual. Esto es lo que hizo nuestro Señor y, después de Él, sus apóstoles".

"La oración es una elevación del espíritu a Dios, por la que el alma se despega como de sí misma para ir a buscar a Dios. Es una conversación del alma con Dios, una comunicación mutua, en la que Dios dice interiormente al alma lo que quiere que sepa y que haga, y donde el alma dice a su Dios lo que él mismo le da a conocer que tiene que pedir".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Noveno Día de la Novena a San Vicente de Paul

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de San Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. Así sea.

Noveno día
Lectura Bíblica: Mateo 10,16-26.

Palabras de San Vicente:

"La sencillez es la virtud que más aprecio y en la que pongo más atención en mi conducta, según creo; y, si me es permitido decirlo, diría que en ella he realizado algunos progresos, por la misericordia de Dios".

"Por lo que a mí se refiere, no sé, me parece que Dios me ha dado un aprecio tan grande de la sencillez, que la llamo mi evangelio. Siento una especial devoción y consuelo al decir las cosas como son".

Preces:

Al recordar a San Vicente de Paúl, invoquemos la tierna bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre el espíritu de nuestro Padre y digámosle confiadamente: "Inflámanos en tu amor, Señor"

- Tú que enviaste a tu Hijo para que trajera buenas noticias a los pobres, que jamás deje la Iglesia de anunciar esa palabra salvadora.

- Que aprendamos a amar realmente y sin preferencias a nuestro pueblo y a todo ser humano, y a trabajar por la convivencia humana en la paz y el bienestar.

- Tú que perfeccionaste la ley con el amor, muévenos a compartir el gozo con los alegres y la pena de los tristes, para que nuestro amor revierta más y más en bien de todos.

- Tú que hiciste a todos según tu imagen, que nuestro esfuerzo contribuya a extirpar tantas injusticias.

- Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los necesitados, lleguen a contemplarte cara a cara por siempre en tu Reino.

(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Letanías a San Vicente

Dios Padre Misericordioso............... Ten Piedad de nosotros

Dios Hijo sacramento de amor

Dios Espíritu Santo, fuente de caridad

Santísima Trinidad, modelo de fraternidad y comunión

San Vicente adorador del Padre .....................  Ruega por nosotros

San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres

San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo

San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios

San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth

San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios

San Vicente patrono universal de las obras de caridad

San Vicente renovador de la Iglesia

San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres

San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser

San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio

San Vicente organizador del apostolado de los laicos

San Vicente fundador de la Congregación de la Misión

San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac

San Vicente co-fundador de las Hijas de la Caridad

San Vicente renovador del clero y de la vida consagrada

San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral

San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios

San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión evangelizadora

San Vicente gigante de la caridad

San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

San Vicente ejemplo de vida cristiana

San Vicente modelo de esperanza dinámica

San Vicente espejo de amor y de justicia social

Padre misericordioso y justo, que nos diste a Jesucristo evangelizador de los pobres, concédenos por la fuerza del Espíritu Santo ser dignos hijos y seguidores de San Vicente de Paúl, gastando nuestra vida en la evangelización de los pobres. Te lo pedimos por Jesucristo pobre, misionero de los pobres. Amén.

Oración final

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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