Mostrando entradas con la etiqueta EDUCACION RELIGIOSA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EDUCACION RELIGIOSA. Mostrar todas las entradas

domingo, 9 de enero de 2022

CON ESTE ALFABETO DEL NIÑO JESÚS PUEDES EVANGELIZAR A TUS HIJOS



Con este "alfabeto" del Niño Jesús puedes evangelizar a tus hijos

POR DAVID RAMOS | ACI Prensa




Un antiguo “alfabeto” del Niño Jesús puede resultar muy útil para ayudar en la evangelización de los más pequeños en casa, desde temprana edad.

El alfabeto fue realizado por el sacerdote francés Jules de Bellune, canónigo de la Diócesis de Tour, a fines del siglo XIX. Ha sido compilado y traducido para la Enciclopedia Católica de ACI Prensa.

El sacerdote francés explica a los más pequeños que “este es un libro que les enseñará a conocer y amar al Niño Jesús”.

Se trata, indica, de “un alfabeto en el que cada letra les presentará la imagen del Divino Niño y les recordará una de sus virtudes o de sus perfecciones”.

Al tiempo que “una explicación inspirada por el Evangelio, Nuevo Testamento, acompaña por doquier la imagen de Jesús”, el sacerdote francés alienta a los niños a leer “estos textos piadosos con respeto y amor”.

“Sus queridos padres les ayudarán a comprenderlas, y las guardarán en sus corazones como una gota de perfume caída en el fondo de un vaso”, expresa.

“Léanlas como salidas de la boca de Jesús Cristo mismo, que quiere, según la simplicidad de su edad, nutrirlos tiernamente con la palabra de vida”, anima.

En la letra “A”, por ejemplo, Jules de Bellune recuerda la palabra “Amor”, alentando a los niños a que “amen a Dios más que a todas las cosas; Él es su creador. Amen a sus padres, que ocupan cerca de ustedes el lugar de Dios”.

La letra “D”, indica, es de “Dulzura”, animando a los pequeños a que “sean dulces como Jesús y serán amados como Jesús”.

La “R”, dice, es de “Realeza”. “El Rey de las almas, es Jesús: obedezcan siempre a este rey tan Grande y tan Bueno”, aconseja el sacerdote francés.


Para acceder al Alfabeto del Niño Jesús, puede ingresar a: 

https://ec.aciprensa.com/wiki/Catequesis_para_ni%C3%B1os:_Alfabeto_del_ni%C3%B1o_Jes%C3%BAs




“A” de Amor: Mis queridos niños, amen a Dios más que a toda las cosas; Él es su creador. Amen a sus padres, que ocupan cerca de ustedes el lugar de Dios.


“B” de Bondad Serán buenos si se parecen a Jesús, la Bondad misma, y si le obedecen.



“C” de Caridad: la caridad es una virtud venida del cielo, que nos hace amar a Dios por Él mismo y al prójimo por amor a Dios


“D” Dulzura: sean dulces como Jesús y serán amados como Jesús.


“E” La esperanza cristiana nos da una firme confianza de que iremos un día al cielo, con los auxilios de Dios.


“F” La fe es una virtud mediante la cual creemos firmemente todo lo que la Iglesia nos enseña de parte de Dios.


"G" La generosidad. Ser generoso es repartir con alegría en torno de sí los bienes que se ha recibido de Dios



"H" Humildad. Dios detesta el orgullo:ama a los niños humildes que reconocen sus propios errores y sus debilidades


"I" Inocencia: Nada es más hermoso que la inocencia, es decir la blancura de un alma sin tacha.


"J" Justicia: La Justicia es dar a cada uno lo suyo.



"K" ¡Kyrie Eleison!: "¡Señor ten piedad de nosotros!", Pidamos a Dios a menudo, como dice el sacerdote en el altar, que tenga piedad de nosotros.



"L" Luz: La más bella de todas las luces, es la luz de la verdad.


"M" Mortifiquen sus defectos, es decir, combátanlos para poder corregirlos.


Naíf: Ser naíf es ser simple. Sean simples como las palomas, es el consejo de Jesús.


"O" Obrero: Jesús quiso ser obrero para enseñarnos a amar el trabajo y honrar a los trabajadores.


"P" Pureza: es el brillo de un corazón sin pecado.


"Q" Quietud: La quietud es la paz que da una buena conciencia.


"R" de Realeza: El Rey de las almas, es Jesús: obedezcan siempre a este rey tan Grande y tan Bueno.


"S" de Sumisión: ¿Quieren ser felices? Obedezcan a Dios, a sus padres y a sus maestros.


"T" Trinidad: Un solo Dios en tres personas, es el gran misterio de la fe.


"U" de Unidad: Todas las almas se unen por la caridad, que es el vínculo de los corazones.



"V" de Vocación: Cada uno de nosotros tiene un camino seguro que llega al cielo. A eso llamamos vocación.



"X" Primera letra del nombre de Cristo en la lengua griega. El nombre de Jesús es un nombre adorable ¡pronunciémoslo!


"Y" de Yoles o barco pequeño. Tu alma es una barquilla que hay que conducir al cielo.


"Z" Zelo, zelare, zelavi, zelatus: Deseo ardiente de dar a conocer a Dios, y de que sea amado.

miércoles, 20 de mayo de 2015

MISSIO CANÓNICA DE LOS PROFESORES DE RELIGIÓN

Missio Canónica de los profesores de religión
El profesor de religión y moral católica es, sobre todo, un creyente católico y testigo de su fe, que quiere enseñar en nombre de la Iglesia la Buena Noticia de la salvación de Dios que se ha manifestado en Cristo y su Evangelio 


Por: Mons. Casimiro López Llorente 




Queridos profesores y profesoras de Religión:

1.Estamos celebrando vuestra ‘missio canónica’. En esta celebración recibiréis el envío y el encargo para enseñar en nombre de la Iglesia la Religión y Moral católicas en los distintos niveles formativos de la escuela pública y privada. Si bien sois nombrados por la Administración educativa, vuestra tarea es un verdadero ministerio eclesial al que sois enviados por la Iglesia; participáis así en el ámbito del anuncio de la Palabra de Dios del ministerio apostólico, cuya plenitud reside en el ministerio episcopal. Como los mismos apóstoles y sus sucesores, los Obispos, también vosotros sois enviados hoy por el mismo Señor a través de mis manos al anuncio de la Buena Nueva a vuestros alumnos.

Esta celebración os debe llevar a todos a adquirir una conciencia más viva de esta vuestra condición de enviados por Cristo y por su Iglesia al mundo escolar. Y como enviados habéis de ser servidores fieles y solícitos del Señor y de su Palabra tal como nos llega a través de la tradición viva de la Iglesia, en bien de la educación integral de vuestros alumnos. Se trata de un verdadero don, recibido en último término de Dios, y una tarea, que, en palabras de San Pablo, no es otra sino evangelizar sin alardes literarios para que no se desvirtúe la cruz de Cristo (1 Cor 1, 17). Porque no sois dueños, sino servidores de la Palabra; y de quien sirve se pide que sea fiel a la tarea encomendada y solícito para que la Palabra llegue plena e íntegra al destinatario.

De nuevo quiero expresaros a los profesores de religión mi más sincero agradecimiento por la acogida del don que recibís en la ‘missio’; y os agradezco la entrega generosa que día a día demostráis en vuestros respectivos ambientes educativos. Lleváis a cabo una hermosa tarea, que ayuda a vuestros alumnos a crecer en el conocimiento de Dios, de Jesucristo y de su Evangelio, que les ayudará a dirigir sus vidas por el camino que Dios les ha señalado, confiriéndolas así sentido y unidad.

2. No sabemos todavía cómo quedará regulada la Clase de religión católica ni el estatuto de los profesores de Religión en los decretos que apliquen la LOE. No es este momento de entrar en estas cuestiones.

Hoy deseo resaltar el carácter confesional, en nuestro caso católico, que necesariamente ha de tener la enseñanza religiosa para responder al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones religiosas y morales. Los padres, al escoger la formación religiosa y moral católica para sus hijos, depositan en la Iglesia Católica su confianza para que sus hijos reciban la formación adecuada tal y como la entiende la Iglesia católica. Depende, pues, de la autoridad de la Iglesia determinar la formación religiosa católica, sus contenidos y su pedagogía; y compete al Obispo diocesano organizarla y ejercer vigilancia (CIC. c.804).

Para ello, el Ordinario del lugar debe cuidar que los profesores de religión destaquen por su recta doctrina, por su aptitud pedagógica y por el testimonio de vida cristiana (CIC c. 804 & 2). El derecho de los padres a pedir esta enseñanza para sus hijos implica que se les garantice la idoneidad de sus profesores. Sin ello quedaría mermado el derecho de los padres a la formación religiosa y moral por la que han optado.

La formación religiosa católica, que impartís, pide que estéis identificados con lo que enseñáis. Vuestra libre opción para ser profesores de religión no puede basarse en el mero deseo de completar un horario ni tampoco en tener un puesto de trabajo seguro y remunerado. No os podéis limitar tampoco a ser meros especialistas conocedores de la materia. El profesor de religión y moral católica es, sobre todo, un creyente católico y testigo de su fe, que quiere enseñar en nombre de la Iglesia la Buena Noticia de la salvación de Dios que se ha manifestado en Cristo y su Evangelio; es un profesor que quiere transmitir la realidad viva de Dios, que posibilita la dignidad, grandeza, verdad y libertad del hombre, es decir su salvación, y que le hace protagonista en la construcción de su Reino y da sentido a su vida.

Como profesores de religión participáis de una manera específica de la misión evangelizadora de la Iglesia. La Iglesia ha sido elegida por Dios para continuar la misión de Jesucristo, que no es otra que evangelizar, hacer presente y operante a Cristo y su Evangelio, para que el Reino crezca como el grano de mostaza y transforme al hombre y a la sociedad.

Si ya por ser cristianos sois llamados y enviados a proclamar a Cristo y su Evangelio de palabra y por el testimonio de vida, como profesores de religión sois elegidos y enviados por el Obispo para enseñar en nombre suyo y de la Iglesia. En vuestra misión proclamáis con vuestra vida, con vuestra palabra y con vuestra especifica enseñanza la comunión con Dios en el seno de la Iglesia que os otorga esta dignidad de enseñar. En vuestra tarea trasmitís no sólo conocimientos sino ante todo vida, la vida que hace posible ese proyecto que da sentido, dignidad y libertad. La naturaleza misma de la formación religiosa católica y la naturaleza del profesor de religión, como cristiano católico elegido para participar en la misma misión de la Iglesia, exigen que exista coherencia entre la vida y lo que se enseña.

La enseñanza de la religión católica se imparte en nombre de la Iglesia, que envía a través del Obispo. Ello implica no sólo que sus contenidos y métodos respondan a la doctrina y moral católica, pero también que sea impartida desde una actitud y vida confesantes. El profesor de religión y moral católica no imparte su propia enseñanza ni una formación entendida a su manera sino la enseñanza católica y la formación cristiana tal como la entiende la Iglesia y la demandan los padres.

3. No se me oculta la situación harto difícil en la que debéis llevar a cabo vuestra tarea educativa. La palabra de Dios, que hemos escuchado, es fuerza en la dificultad. Dios no se cansa ni fatiga, el reanima al cansado y reconforta al débil (cf. Is 40, 27-31). ‘La debilidad de Dios es más fuerte que los hombres’, nos dice San Pablo. Porque la semilla de la Palabra siempre encuentra una tierra buena y da su fruto; la Palabra de Dios nunca vuelve vacía a Él. Las enseñanzas de Jesucristo, su vida y su persona son fuente de valores, de vida y de cultura.

La educación y maduración en la fe y vida cristiana se realiza, de otro lado, por diversos cauces, entre los que destacan la familia, la parroquia y la escuela; todos ellos, con objetivos y medios diferentes, han de ser convergentes en la acción educativa de niños, adolescentes y jóvenes. Cuando se prescinde de una de estas vías, se producen vacíos, rupturas y desajustes lamentables en el proceso de maduración y de educación en la fe.

Ante una cultura que en muchos casos presenta antivalores erigidos como nuevos ídolos o referentes vitales, el anuncio del acontecimiento de Jesucristo en la Iglesia, va contra corriente y exige una respuesta personal y comprometida. Ante los síntomas de debilitamiento de la fe, dudas y desorientación en el camino, los testigos de la Palabra, -y vosotros y vosotras estáis llamados y enviados a serlo-, deben estar a la escucha de Aquel, que los envía: El es la Palabra viva, la fuerza y la esperanza.

La enseñanza religiosa se enfrenta hoy a nuevos retos en la transmisión de la fe a las nuevas generaciones. Lo que se nos pide es que la enseñanza en la nueva evangelización no sea sólo hablar de Cristo sino en cierto modo hacerlo ver. En este sentido, la fe y la razón deben ir unidas al testimonio, a fin de que la transmisión de la fe pueda ser personalizada y vivida. Del Evangelio emerge el rostro de Cristo que hoy debemos transmitir con la humildad y disponibilidad de aquel que sabe que el hecho revelado y recibido en la comunidad de creyentes es gracia que viene del Padre.

Hoy es necesaria una propuesta de la fe que integre la fe y la vida, que dialogue con la cultura y que promueva una nueva síntesis que muestre la fuerza humanizadota de la fe. Así se comprende que el anuncio de la fe debe ir unido a la educación del ser humano, para que el mensaje de la fe pueda ser acogido en la vida, pueda generar cultura, y entre en la historia. La prioridad de la Iglesia debe centrarse, por ello, en el anuncio de Cristo. El mismo se presenta ante el corazón y la libertad de todos como una compañía humana que se puede ver, tocar y escuchar, y que nos recuerda que la vida tiene un sentido y nos llama a descubrir nuestra dignidad de hijos de Dios. La transmisión de la fe conlleva la renovación de la fe de los cristianos, redescubrir la sencillez del mensaje de la fe y conquistar la verdadera libertad cristiana en un mundo que quiere imponer sus valores.

4. Jesús nos pide como a Pedro: “Rema mar adentro, y echad las redes para pescar” (Lc 5,4). Puede que como Pedro seamos escépticos, en la situación cultural que nos encontramos. Pero, como Pedro, decimos esta tarde: “puesto que tú lo dices, echaremos las redes” (Lc 5,5). Volvamos nuestra mirada al Señor, confiemos en su palabra y en su presencia en medio de nosotros. El os dice esta tarde: “remad mar adentro” y “echad de nuevo las redes” en vuestra hermosa tarea de anunciar a Cristo y su evangelio en la escuela: Cristo y la Iglesia os llama y os envía. Frente a cansancios y temores, ante una situación religiosamente adversa o simplemente indiferente a la propuesta del Evangelio, acojamos la invitación del Señor, fiémonos de su palabra y se hará posible lo que humanamente parece impensable. Fiados de su palabra avivemos nuestra confianza en Él y retomemos el aliento necesario para el camino.

¡Que Santa María, la Virgen, que supo acoger con fe y obediencia la Palabra de Dios y transmitirla a los demás sea vuestro modelo en vuestra misión! ¡Que ella os aliente, os conforte y os proteja! Amén.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...