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jueves, 14 de mayo de 2020

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA



Oración a Jesús Eucaristía




Jesús Eucaristía, centro de toda mi existencia
Que mi primer pensamiento al despertarme vaya
hacia Ti y te salude en tu Sagrario.

Que mis ocupaciones, deberes de estado y
Aún lo menores movimientos de todo el día
se vean vivificados por esta fuerza misteriosa
Y eficaz que brota de esta Hostia Santa.

Para ti quiero vivir
unir mi existencia a tu oblación amorosa
en ti quiero vivir, y ofrecerme constantemente
bajo la Acción del Espíritu Santo, en tu unión,
como una alabanza al Padre de los cielos.

Jesús Eucaristía, quiero vivir mi existencia
contigo en una unión indestructible, en
una donación mutua de amor generoso, de
entrega sin condiciones, en una unión de
afectos, anhelos y esperanzas.

Que por ti trabaje hasta agotar mis fuerzas
Que por ti me esfuerce en secundar en mi
alma la acción transformante del Espíritu
Santo. Que por ti me afane en ser delicado
En el cumplimiento, en mi vida de la voluntad
Del amadísimo Padre.

Y cuando el momento del descanso llegue, sea para ti, Jesús Eucaristía mi último pensamiento.

Amén

jueves, 22 de febrero de 2018

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO




Jesús, Yo creo que estas realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía. Jesús, yo creo que estás presente en la Eucaristía con todo tu cuerpo, con toda tu sangre, tu alma, tu divinidad, todo tu poder, toda tu sabiduría, todo tu amor infinito hacia nosotros. Yo creo que estás en la Eucaristía vivo y lleno de amor hacia cada uno de nosotros.

Señor Jesús, queremos pedirte perdón por todos nuestros pecados. Jesús, perdona nuestras faltas de amor a Ti y a tu Madre, la Virgen María; perdona nuestras faltas de caridad hacia el prójimo. Concédenos tu ayuda para arrepentirnos de nuestros pecados y de recibir con frecuencia tu perdón en la Confesión. 

Señor Jesús, te damos gracias por la vida que nos has dado,  ayúdanos a transformar el tiempo que nos das en un tesoro de eternidad. Gracias por todos los favores y ayudas divinas que nos concedes para el bien de nuestro cuerpo y de nuestra alma. Gracias, Jesús, Salvador nuestro, por el amor infinito que nos tienes, gracias por nacer por nosotros, gracias por haberte hecho hombre por nosotros, gracias por morir en la cruz para salvarnos, gracias por tu amor en la Eucaristía, gracias porque te haces alimento de nuestras almas, gracias porque nos das cada día tu vida divina. Gracias por todo.

- Te pedimos, Dios todopoderoso, que derrames tus bendiciones y gracias sobre toda la Iglesia: por el Papa, por todos los Obispos, Sacerdotes, almas consagradas y todo el Pueblo de Dios, ayúdanos a crecer en la fe, en la esperanza y en el amor a Ti y al prójimo.

- Salvador nuestro, te pedimos por todos los hombres del mundo, de forma especial por aquellos que están más alejados de ti, por los que se encuentran en el pecado, por los que viven momentos de sufrimiento, de enfermedad, de soledad; ayúdalos con tu gracia para comprendan que Tú eres el único Camino hacia el cielo, la Verdad que nos ilumina y la Vida Eterna.

- Jesús, Hijo de Dios Vivo,  ayúdanos continuamente a poner nuestro corazón y nuestra vida en tu Corazón y en el corazón de tu Madre, la Virgen María, para que seamos un solo corazón y transformemos el maravilloso tiempo que nos das en un tesoro para el cielo.

- Jesús resucitado, te pedimos que abras las puertas del paraíso a las benditas almas del Purgatorio para que vivan eternamente felices contigo en el gozo del cielo.


Amén

jueves, 19 de mayo de 2016

ORACIÓN A CRISTO, SUMO SACERDOTE


Oración a Cristo, sumo Sacerdote.


Señor, Jesucristo, nuestro magnifico y supremo Sacerdote. Por tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección por los sacramentos del Bautismo y Confirmación, para unirnos en el ofrecimiento del sacrificio de Ti mismo por la participación de tu Sacerdocio en la Eucaristía. Así pertenecemos a tu Reino en la tierra, haciendonos tu pueblo santo.

Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Amor y Vida que nos una a ti, Sacerdote y Víctima, para que el plan de salvación para todos los pueblos se establezca dentro de nosotros.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Sabiduría y unión, que a todos nos unifique en tu Cuerpo Místico, la Iglesia, para ser tus testigos en el mundo.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tu cruz remedie nuestros males, tu Resurrección nos renueve, tu Espíritu Santo nos santifique, tu Realeza nos glorifique y nos redima tu Sacerdocio, para que podamos unirnos contigo como tu lo estas con el Padre en el Espíritu Santo.

Señor, Jesús, reúnenos a todos en tu Persona –Víctima, Sacerdote, Rey – por el banquete salvador de la Eucaristía que Tu y nosotros ofrecemos en el altar del Sacrificio, ahora y durante todos los días de nuestra peregrinación por este mundo. Cuando nos llames a tu Reino celestial, entonces podamos participar con todos los santos de tu gloria, amor y vida en unión con el Padre y el Espíritu Santo por toda la eternidad. Amén.


jueves, 13 de febrero de 2014

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA

Oh, Jesús, Pan Vivo bajado del Cielo,
¡Cuán inmensa es tu bondad!
Para sostener nuestra fe
en la Presencia Real de tu Cuerpo y de tu Sangre;
de tu Alma y Divinidad
en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía,
te dignaste cambiar totalmente, con un Milagro inaudito,
las especies consagradas del Pan 
¡En Carne y en Sangre!

Aumenta cada día nuestra fe en ti, Señor,
presente en el Santísimo Sacramento.
Haz que, ardiendo de amor por ti,
vengamos a buscar, solo a tus pies:
la fortaleza en los peligros, en las necesidades
y en las angustias.
Oh, divino prisionero de nuestros Tabernáculos,
Oh, inagotable Fuente de toda gracia:
Excita en nostros el hambre y la sed
del Alimento Eucarístico a fin de que,
según tu Palabra, gustando este Pan Celeste,
podamos disfrutar la verdadera vida
ahora y siempre.

-AMÉN-


jueves, 30 de enero de 2014

ORACIÓN AL AMOR DE LOS AMORES: JESÚS EUCARISTÍA


AL AMOR DE LOS AMORES JESÚS SACRAMENTADO
ORACIÓN DE SANTA TERESA DE LISIEUX

Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.

Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

jueves, 16 de enero de 2014

EL GOZO DE ESTAR JUNTO A TI


El gozo de estar junto a Ti


Jesús Eucaristía:
Venir a Visitarte, me colma el alma e alegría
inmensa, porque es venir a conversar con el
Amigo, porque es venir y colmarse de luz, de
paz y de un gozo que no me cabe en el alma.

Venir a visitarte, y postrarme a tus pies
es para mí causa de inmensa honra, pues me
siento más favorecido que si uno de los grandes
de este mundo me concediera audiencia y me
otorgara toda clase de favores.

Y es natural que mi alma se dilate en ese gozo
santo, al sentirme cerca de tí, Jesús Eucaristía,
al experimentar que bondadosamente me amas y que
te agrada que venga a visitarte.

¡Que gozo! ¡Que alegría! ¡ Que inmenso júbilo
poder estar aquí en tu presencia! Jesús Eucaristía.

Es el gozo de quien sabe que está junto a su
Redentor, cerca de Aquel que todo lo puede, todo
lo sabe y que desea curar nuestros males, aliviar
nuestras heridas y derramar su consuelo divino en
nuestros corazones.

Es un gozo que supera toda alegría humana, porque
simplemente es el gozo de Dios, que se comunica
con plenitud a nuestras almas.

¡Gracias, Jesús Eucaristía! Mil gracias por
concederme esta alegría íntima y profunda de
vivir estos momentos de oración cerca de Tí,
bajo el influjo de tu amor misericordioso que
nos ama, nos purifica y nos santifica.

¡Un momento cerca de tí, vale más que miles de
años lejos de tu santificadora presencia.

¡Te amo, Jesús Eucaristía! y gracias por permitirme
vivir estos momentos cerca de tí.

Amén.

DÉJAME VER TU GRANDEZA, SEÑOR


Déjame ver tu grandeza, Señor.


Señor:
Me acaricias con la brisa,
me besas con la luz del sol,
me meces en las olas de Tus playas,
me mimas con las gotas de la lluvia,
me consuelas con Tu Palabra,
me perdonas en el Sacramento de la Reconciliació n
y me das Vida con la Eucaristía.

¡Si supiéramos la grandeza del Sagrario!
Te das por amor en la Eucaristía,
Te inmolas constantemente por mí.
Aumenta mi amor por Tí
y déjame ver Tu Grandeza
y sentir Tu Amor.
¡Amén!

jueves, 9 de enero de 2014

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Te doy gracias Señor
Padre Santo, 
Dios Todopoderoso y eterno
porque aunque soy un siervo pecador
y sin mérito alguno,
has querido alimentarme 
misericordiosamente 
con el cuerpo y la sangre 
de tu hijo Nuestro Señor 
Jesucristo.

Que esta sagrada comunión
no vaya a ser para mi 
ocasión de castigo 
sino causa de 
perdón y salvación.

Que sea para mi armadura 
de fe, escudo de buena voluntad;
que me libre de todos mis vicios
y me ayude a superar 
mis pasionres desordenadas; 
que aumente mi caridad 
y mi paciencia 
mi obediencia y humildad,
y mi capacidad para hacer el bien.

Que sea defensa inexpungable
contra todos mis enemigos,
visibles e invisibles;
y guía de todos 
mis impulsos y deseos

Que me una más intimamente a ti,
único y verdadero Dios
y me conduzca con seguridad 
al banquete del cielo,
donde tu, con tu hijo
y el Espíritu Santo, 
eres luz verdadera,
satisfacción cumplida
gozo perdurable
y felicidad perfecta.

Por Cristo, Nuestro Señor

Amén


jueves, 19 de diciembre de 2013

MI VISITA A JESÚS SACRAMENTADO


MI VISITA A
JESÚS SACRAMENTADO


Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre, de San Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la Eucaristía.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Ángel de mi Guarda, ve y visita en mi nombre todos los Sagrarios del mundo.

Amén.

jueves, 21 de noviembre de 2013

ORACIONES PARA VISITAR A JESÚS SACRAMENTADO


MI VISITA A JESÚS SACRAMENTADO

Actos de adoración:
Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre, de San Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la Eucaristía.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Ángel de mi Guarda, ve y visita en mi nombre todos los Sagrarios del mundo.
Di a Jesús cosas que yo no sé decirle, y pídele su bendición para mí.



Actos de fe:
Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
Creo que estás, por mi amor, en el Sagrario noche y día.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos al cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen. (Comunión espiritual).



Actos de esperanza:
Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el cielo.
Espero en Ti, porque eres mi Padre. Todo lo he recibido de tu bondad. Sólo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi Redentor.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has comunicado tu filiación divina.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado que me defiendes ante el Padre.
Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constante en la Eucaristía.
Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu Pasión y muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en Ti bajo pena de condenación eterna.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!



Actos de caridad:
Te amo, Jesús mío, y te amo con todas las veras y como a nadie.
Porque Tú me has amado infinitamente,
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme
Porque Tú no has podido amar más.
Porque Tú me has hecho participante de tu divinidad y quieres que lo sea de tu gloria.
Porque Tú te entregas del todo a mi en la Comunión.
Porque Tú me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu Sangre.
Porque Tú estás siempre por mi amor en la Santa Eucaristía.
Porque Tú me recibes siempre en audiencia sin hacerme esperar.
Porque Tú eres mi mayor Amigo.
Porque Tú me llenas de tus dones.
Porque Tú me tratas siempre muy bien, a pesar de mis pecados e ingratitudes.
Porque Tú me has enseñado que Dios es Padre que me ama mucho.
Porque Tú me has dado por Madre a tu misma Madre.
¡Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más y más!
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.
Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti.
Te amo por los que no te visitan.
Te amo por los que te ofenden e injurian.
¡Que pena por esto!
Te amo y te digo con aquel tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno, inmenso e infinito que tienes a tu Padre celestial! ¡Oh Padre adorable! Te ofrezco el amor eterno, inmenso e infinito de tu amado Hijo Jesús, como mío que es. Te amo cuando tu Hijo te ama. (S. Juan Eudes).



Actos de contrición:

¡Jesús mío, misericordia!
Jesús mío; te pido perdón por los muchos pecados que he cometido durante mi vida.
Por los de mi niñez y adolescencia.
Por los de mi juventud.
Por los de mi edad adulta.
Por los que conozco y no conozco.
Por lo mucho que te he disgustado con ellos.
Por lo mal que me he portado contigo.
Siento mucho haberte ofendido.
¡Perdóname, perdóname, perdóname!
Perdóname según tu gran misericordia.
Perdóname por lo ingrato que he sido para Ti.
Perdóname y no quieras ya acordarte de mis pecados.
Perdóname y limpia mi alma de toda basura e infidelidad.
Perdóname y ten misericordia de este pobre pecador.
Perdóname, porque estoy muy arrepentido.
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante con tu divina gracia.
Perdóname y aparta tu rostro de mis ingratitudes.
Perdóname, que me causan mucho miedo mis pecados.
Perdóname, porque me reconozco pecador y reo.
Perdóname, porque no obstante Tú sabes que te quiero mucho.
Jesús, sé para mí Jesús.
Madre mía, intercede por mí ante tu divino Hijo Jesús.
¡Dulce Corazón de María, sé mi salvación!



Actos de gratitud:
Oh Jesús, te doy rendidas gracias por los beneficios que me has dado.
Yo no sabré nunca contarlos sino en el cielo, y allí te los agradeceré eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo Jesús.
Espíritu Santo que me inspiráis estos sentimientos, a Ti sea dado todo honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias sobre todo por haberme redimido.
Por haberme hecho cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre.
Por haberme dado un grande amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por Protector a San José, tu Padre adoptivo.
Por haberme dado al Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida para hacer penitencia.
Por tener estos deseos de amarte y de vivir y morir en tu gracia.



Actos de súplica:

Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio. Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.
Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.
A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.
Que pagues a mis bienhechores
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.
Amén.

jueves, 31 de octubre de 2013

ORACIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS


Oración al Sacratísimo 
Corazón Eucarístico de Jesús


Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, Yo Confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a tu Infinita Misericordia, por que ya se han agotado mis recursos humanos y ahora sólo me cabe volverme con confianza a tu Infinita Compasión, porque sé que TU no desoirás mi súplica. Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.

            ¡Toma Señor! Mi problema.

            ¡Toma, mi corazón ! Yo confío en Tí, Corazón Eucarístico de Jesús.

            ¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!       

            ¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!

jueves, 10 de octubre de 2013

VISITA A JESÚS SACRAMENTADO - JUEVES EUCARÍSTICO


VISITA A JESÚS SACRAMENTADO

¡Oh Jesús de mi alma, encanto único de mi corazón!, heme aquí postrado a tus plantas, arrepentido y confuso, como llegó el hijo pródigo a la casa de su padre. Cansado de todo, sólo a Ti quiero, sólo a Ti busco, sólo en Ti hallo mi bien. Tú, que fuiste en busca de la Samaritana; Tú, que me llamaste cuando huía de Ti, no me arrojarás de tu presencia ahora que te busco.

Señor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes...; te busco y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi dolor. ¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor?

Pero no me cansaré, ni el desaliento cambiará el afecto que me impulsa hacia Ti. ¡Oh buen Jesús! Ahora que te busco y no te encuentro recordaré el tiempo en que Tú me llamabas y yo huía... Y firme y sereno, a despecho de las tentaciones y del pesar, te amaré y esperaré en Ti.

Jesús bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque mi corazón, cuando los hombres me abandonen, cuando el tedio me persiga y la desesperación clave su garra en mí, al pie del Sagrario, cárcel donde el amor te tiene prisionero, aquí y sólo aquí buscaré fuerza para luchar y vencer.

No temas que te abandone, cuando más me huyas, más te llamaré y verteré tantas lágrimas que, al fin, vendrás... Sí..., vendrás, y al posarte, disfrutaré en la tierra las delicias del cielo.
Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin Ti nada soy, nada puedo, nada valgo... Fortaléceme, y desafiaré las tempestades.

Jesús, mío, dame humildad, paciencia y gratitud, amor..., amor, porque si te amo de veras, todas las virtudes vendrán en pos del amor.

Te ruego por los que amo... Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes, de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles, conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos.

Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.

Y a mí, que te acompaño cuando te abandonan otros, porque he oído la voz de la gracia; a mí, que no te amo por el cielo, ni por el infierno te temo; a mí, que sólo busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de amarte, auméntame este amor y dadme fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo.

Adiós, Jesús de mi alma salgo de tu presencia, pero te dejo mi corazón; en medio del bullicio del mundo estaré pensando en Ti, y a cada respiración, entiende. oh Jesús, que deseo ser tuyo.

Amén.

jueves, 3 de octubre de 2013

ORACIONES A JESÚS SACRAMENTADO


Oración a Jesús Sacramentado

De nuevo aquí me tienes Jesús mío,
Confuso y humillado ante tu altar.
Sin saber que decirte ni que hablarte.
Ansioso solamente de llorar.
Vengo del mundo, vengo del combate,
Cansado de sufrir y de luchar.

Traigo el alma llena de tristezas,
Y hambriento el corazón de soledad.
De esa soledad dulce, divina,
Que alegra tu presencia celestial.

Donde el alma tan solo con mirarte,
Te dice lo que quiere sin hablar.
Mis miserias Señor aquí me traen,
Mírame con ojos de piedad.

Soy el mismo de siempre, dueño mío,
Un abismo infinito de maldad,
Un triste pecador siempre caído,
Que llora desconsolado su orfandad.
Y gime bajo el peso de sus culpas,
Y ansía recobrar su libertad.

Soy un alma sedienta de ventura,
Un corazón que muere por amar.
Y abrazarse a la llama inextinguible,
Del fuego de tu eterna caridad.

Concédeme Señor que a ti me acerque,
Permite que tus pies llegue a besar.
Déjame que los riegue con mi llanto,
Y sacie en ellos mi ardoroso afán.

Oh, que bien se está aquí mi dueño amado,
Ante las gradas de tu santo altar.
Bebiendo de la fuente de aguas vivas,
Que brota de tu pecho sin cesar.

Quién pudiera vivir eternamente,
En aquella divina soledad.
Gozando de tu amor y tu hermosura,
En un éxtasis dulcísimo de paz .




Oración a Jesús Sacramentado

Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma
con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar
tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrá
todade Tí, nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

Amen.

jueves, 19 de septiembre de 2013

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


Oración a Jesús Eucaristía

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía solo la Divinidad, pero aquí se esconde la humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!

Pan vivo que da la vida al hombre: concede a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno: límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria.
Amén.

jueves, 29 de agosto de 2013

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma
con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar
tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrá
todade Tí, nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

jueves, 22 de agosto de 2013

AYÚDAME, SEÑOR...


AYÚDAME, SEÑOR...

Ayúdame Señor, que mis fuerzas flaquean,
Ayúdame, Tu que tanto conoces mi pesar,
Ayúdame a no perder nunca la sonrisa
Y a regalar siempre alegría a los demás.

Ayúdame Señor, a perdonar a quien me hiere,
Y a olvidar las injusticias que hacen mal,
Ayúdame a mitigar el dolor del que sufre
Y a extender mi mano con dulzura y mucha paz.

Ayúdame Señor, a no pecar preparando el camino
Que a Ti me lleve en poco tiempo mas,
Y a sembrar el sendero que hacia Ti hoy transito
Con semillas de amor, de fe y de humildad. Amén


jueves, 8 de agosto de 2013

ORACIÓN PERSONAL PARA LA COMUNIÓN ESPIRITUAL


ORACIÓN PERSONAL PARA LA COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.

Creo, Jesús mío, que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. 
Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma.
Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado,
ven a lo menos espiritualmente a mi corazón. 

(Pausa en silencio para adoración)

Como si ya te hubiese recibido, os abrazo y me uno todo a Ti.
No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén.

ALMA DE CRISTO



ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 1 de agosto de 2013

QUINCE MINUTOS CON JESÚS SACRAMENTADO


 Quince minutos con Jesús Sacramentado

No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme; basta que me ames mucho. Háblame sencillamente, como hablarías al más íntimo de tus amigos, como hablarías a tu madre, o a tu hermano.

¿Necesitas hacerme alguna súplica en favor de alguien? Dime su nombre, sea el de tus padres, el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras hiciese yo realmente por ellos. Pide mucho, muchas cosas; no vaciles en pedir, me gustan los corazones generosos, que llegan a olvidarse de sí mismos para atender las necesidades ajenas.
Háblame con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar; de los enfermos a quienes ver padecer; de los extraviados que anhelas devolver al buen camino; de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos al menos una palabra; pero palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón.

¿Necesitas alguna gracia? Haz, si quieres, una lista de lo que necesitas, y ven, léela en mi presencia. Dime con sinceridad que sientes orgullo, pereza y amor a la sensualidad, que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente..., y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir de encima de ti tales miserias.
No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos y tantos justos, tantos y tantos santos de primer orden que tuvieron los mismos defectos! Pero rezaron con humildad, y poco a poco se vieron libres de sus miserias.

Tampoco vaciles en pedirme bienes para cuerpo y para entendimiento: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios... Todo eso puedo darte, y lo doy y deseo me lo pidas en cuanto no se oponga, sino que favorezca y ayude a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿Qué puedo hacer por tu bien? ¡Si conocieses los deseos que tengo de favorecerte!

¿Te preocupa alguna cosa? Cuéntamelo todo detalladamente. ¿Qué te preocupa?, ¿qué piensas?, ¿qué deseas? ¿No querrías poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos a quienes amas tal vez mucho y que viven quizá olvidados de mí? ¿No te sientes con deseos de mi gloria?
Dime: ¿qué cosa llama hoy particularmente tu atención? ¿qué anhelas más vivamente y con qué medios cuentas para conseguirlo? Dime qué es lo que te ha salido mal, y yo te diré las causas de tu fracaso. Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, donde me place.

¿Estás triste o de mal humor? Cuéntame tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te ha ofendido?, ¿quién lastimó tu amor propio?, ¿quién te ha menospreciado? Acércate a mi corazón, que tiene el bálsamo eficaz para todas las heridas del tuyo. Cuéntame todo, y acabarás por decirme que, a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición. ¿Tienes miedo de algo? ¿Sientes en tu alma tristeza?
Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy aquí, a tu lado me tienes; todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

¿Sientes desprecio por las personas que antes te quisieron bien, y ahora se alejan de ti sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado si no han de ser obstáculo a tu santificación.

¿Tienes alguna alegría que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella por lo buen amigo tuyo que soy? Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, te ha consolado y hecho como sonreír tu corazón. Quizá has tenido alguna sorpresa agradable; quizá has recibido buenas noticias, una carta, una muestra de cariño; quizá has vencido una dificultad o salido de un apuro... Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado. ¿Por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente como un hijo a su padre: gracias, padre mío, gracias? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido.
¿Tienes alguna promesa que hacerme? Puedo leer en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente, a Dios no. Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes un propósito firme de no ponerte más en aquella ocasión de pecado?, ¿de privarte de aquello que te dañó?, ¿de no leer más aquel libro que dio rienda suelta a tu imaginación?, ¿de no tratar más a aquella persona que turbó la paz de tu alma, haciéndote pecar? ¿Volverás a ser amable con aquella persona a quien miraste hasta hoy como enemiga? Hijo mío, vuelve a tus ocupaciones habituales, a tu trabajo, a tu familia, a tu estudio..., pero no olvides la grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad de la capilla.
Ama a mi Madre, que lo es tuya también, la Virgen Santísima... y vuelve otra vez a Mí con el corazón más amoroso todavía, más entregado a mi servicio: en el mío encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.
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